El asesino confeso de Sa Pobla (Mallorca) estranguló primero a la mujer y luego a su hijo

El asesino confeso del doble crimen de Sa Pobla acabó primero con la vida de Warda, su mujer, estrangulándola después de haberle golpeado con un cincel, y después, siguiendo el mismo método, mató a su hijo de siete años.

Esta ha sido la explicación que han presentado en el juicio con jurado que este martes sigue en la Audiencia Provincial agentes de la Guardia Civil que participaron en las inspecciones oculares de la escena del crimen y en el levantamiento de los cadáveres.

Según el relato de los agentes de la Benemérita, en el cuello de la mujer se halló material genético del procesado, mientras que en el cuello del menor se halló igualmente ADN del procesado y de la mujer, extremo posible por la secuencia de los hechos, que provocaron el traspaso de material genético de la mujer a la piel del niño.

Los agentes han confirmado que los cadáveres fueron hallados boca arriba el del menor y boca abajo el de la mujer, cuyo embarazo era visible. El cuerpo de ella estaba en la cocina, la única estancia de la casa que presentaba indicios de haber acogido un episodio violento. Había cubiertos y comida por el suelo, una puerta de cristal rota y manchas de sangre, que resultaría ser de Warda. Entre los cubiertos, se encontró además el cincel con el que el acusado agredió en la cabeza a la mujer.

Sobre este objeto, han explicado, se practicaron pruebas que determinaron presencia de material genético del hombre en la parte media y de la mujer en la punta, informa Europa Press.

En la sala donde fue hallado el cuerpo del niño, han seguido, hallaron dos sandalias de talla del menor a una distancia que mostraban la posibilidad de que el menor hubiera tratado de huir.

El hombre está acusado de dos delitos de asesinato y uno de aborto y se enfrenta a una petición de condena a prisión permanente revisable.

Los hechos se remontan al 16 de mayo de 2021 cuando en el transcurso de una discusión con su mujer, que estaba en torno a la semana 20 de gestación, el hombre habría propinado un fuerte golpe en la cabeza con un cincel a la mujer y la habría estrangulado hasta matarla a ella y al bebé en gestación. Todo esto, en presencia del hijo de ambos, de siete años, a quién también habría estrangulado hasta acabar con su vida.

El embarazo era perfectamente visible

Agentes de la Guardia Civil que participaron en la instrucción del doble crimen de Sa Pobla han coincidido este martes en el juicio en que el embarazo de la víctima era perfectamente visible.

«Se veía perfectamente que la mujer estaba embarazada», ha afirmado en su declaración como testigo una agente de la Benemérita que vio el cuerpo de Warda. «El embarazado era visible», ha afirmado otra de las guardias civiles a preguntas del abogado de la Comunidad Autónoma, que ejerce la acusación popular. Las agentes también han coincidido en los episodios anteriores de violencia machista.

Sobre este asunto se ha pronunciado otro de los testigos, también agente de la Guardia Civil, y uno de los que acudió al domicilio en el que tuvieron lugar los hechos y que tomó declaración al padre de la víctima, que relató las agresiones y el maltrato que sufría Warda, situación que había motivado su superación. Sin embargo, al parecer tras ser convencida por la familia del procesado, el divorcio no llegó a consumarse.

Este miso agente ha recordado la declaración del hermano de Warda, que refirió incluso episodios de violencia sexual y relaciones no consentidas, así como los problemas de consumo de drogas.

La sesión de este martes ha comenzado con la declaración de otro de los agentes del Instituto Armado que recibió la llamada telefónica del procesado confesando el crimen.

«Soy el que ha matado a su mujer en Sa Pobla», ha recordado que le dijo el hombre en una comunicación desde el Portitxol. Poco después sería detenido en las inmediaciones de la calle México, en el Polígono de Levante, momento en que volvió a confesarse autor de la muerte, aunque sin dar detalles del método. Más tarde, en sede policial, no declararía.

Los guardias civiles que participaron finalmente en la detención han referido que el procesado no presentaba síntomas de estar bajo los efectos de las drogas o el alcohol, principal argumento atenuante de la defensa.

Uno de ellos sí que ha apuntado a una discusión del acusado con su mujer unos días antes de los hechos, momento en que le habría pedido 500 euros, aunque no ha podido especificar si eran para comprar droga.

Cronología del crimen de Sa Pobla

Siguiendo el relato de los agentes de la Guardia Civil que este martes han prestado declaración en la Audiencia, las alarmas habrían saltado a media tarde del 17 de mayo de 2021, al día siguiente de los hechos, cuando desde el 112 se alertó a la Benemérita de la posibilidad de un caso de violencia de género en Sa Pobla, tras unas horas sin tener contacto con la mujer.

Fue la Policía Local de Sa Pobla la que primero se presentó en el domicilio, después de que un familiar de Warda expresara su preocupación porque no la habían visto en las últimas horas y sabiendo que era víctima de episodios de maltrato.

Fue entonces cuando los agentes municipales observaron desde una ventana el cuerpo inerte de la mujer. Poco después, la patrulla de la Guardia Civil accedió al interior de la vivienda por una de las ventanas y confirmó el hallazgo de los dos cuerpos, el de la mujer boca abajo y el del niño boca arriba.

En aquel momento, ha contado uno de los agentes, un taxista se puso en contacto con la Guardia Civil al tener conocimiento por la prensa del hallazgo de los cuerpos y recordar que la noche anterior, desde aquel lugar, un hombre le había pedido un servicio hacia Palma que finalmente no se hizo. Era época Covid y al no haber un motivo profesional, el conductor negó la carrera.

Sin embargo, según ha señalado otra de las agentes, con el apoyo de las señalizaciones de las antenas y las cámaras de la Dirección General de Tráfico, se constata que el 16 de mayo el procesado había estado en Palma por la tarde, que se le sitúa saliendo de la capital balear en dirección a Sa Pobla sobre las 21.45 horas, que está en este municipio unas horas y que después de la medianoche regresa a Palma, donde se le ubica más allá de las 01.00 horas.

Es al día siguiente cuando, siguiendo el relato de los agentes, un familiar de Warda que reside en la península recibe un mensaje del acusado diciendo que ha matado a su mujer.

Fue aquel quien movilizó al familiar, un niño, que acudió al domicilio y que logró entrar por la ventana porque la puerta estaba cerrada y encontró los cadáveres, momento en el que se puso en marcha el operativo.

Aunque en un primer momento no se dio con el procesado, él mismo, como ha relatado el primer agente, se puso en contacto con la Guardia Civil para confesar el crimen e informar de dónde estaba.

Prisión permanente revisable

El hombre está acusado de dos delitos de asesinato y uno de aborto y se enfrenta a una petición de condena a prisión permanente revisable.

Los hechos se remontan al 16 de mayo de 2021 cuando en el transcurso de una discusión con su mujer, que estaba en torno a la semana 20 de gestación, el hombre habría propinado un fuerte golpe en la cabeza con un cincel a la mujer y la habría estrangulado hasta matarla a ella y al bebé en gestación. Todo esto, en presencia del hijo de ambos, de siete años, a quién también habría estrangulado hasta acabar con su vida.