Armengol desvía fondos de la ecotasa destinados al medio ambiente a un concierto musical del Grupo Prisa

• Miquel Ángel Font @mafontvilla3
• Corresponsal político en OKDIARIO Baleares. Antes, redactor jefe de EL MUNDO/ El Día de Baleares.
• • 03/11/2021 06:50
  • Actualizado: 03/11/2021 09:01

El Govern balear de izquierdas que preside la socialista Francina Armengol desvía fondos del Impuesto de Turismo Sostenible, la ecotasa, a financiar  un concierto en Palma de Los 40 Principales, la emisora musical de la Cadena Ser, perteneciente al Grupo Prisa. El Govern de izquierdas creó este impuesto que pagan todos los turistas y visitantes de Baleares ante las protestas de los hoteleros, que se ven obligados a actuar como recaudadores. Además, consideran que con la ecotasa Baleares pierde turistas.

Con el tiempo la ecotasa ha quedado plenamente instaurada y los empresarios no han tenido más remedio que aceptarla, pero defienden, tal como prometió el Govern, que el dinero se destine a inversiones relacionadas con la mejora del medio ambiente, el paisaje o las infraestructuras hidráulicas.

Lo que no cuadra con el espíritu de la ecotasas es desviar fondos a un concierto de Los 40 Principales. Se trata de un concierto concurso denominado Los40Music Awards 2021 que tendrá lugar el el 12 de noviembre en el Velódromo Illes Balears, antes denominado Palma Arena.

Donde se reclama dinero del Impuesto de Turismo Sostenible es en inversiones hidráulicas dado el mal estado de las depuradoras y la consiguiente contaminación del litoral. En 2020 el dinero se destinó a siete obras en infraestructuras hídricas y desaladoras en Formentera, Sóller, la Bahía de Palma, es Migjorn Gran de Menorca y Ciutadella. También se destinó dinero a dinamizar y conservar mercados y ferias, a promover el relevo generacional en el medio agrario, a la conservación del paisaje agrario, a cooperación e innovación agraria y al fomento de compra pública social y sostenible en restauración colectiva.

Otras inversiones fueron para la reforestación de espacios naturales y para la mejora de los torrentes, entre otras cosas.

El Impuesto de Turismo Sostenible lo pagan todos los turistas o viajeros que visitan Baleares y la recaudan los hoteleros. Son cuatro euros para los que se hospeden en hoteles de lujo, tres euros para alojamientos de gama media, dos euros para pasajeros de crucero y hoteles y apartamentos más económicos, y un euro por persona y día para campings y huéspedes de hostales. Los menores de 16 años están exentos.

Nació como un impuesto diseñado, orientado y dirigido a paliar la huella del turismo en Baleares, pero con los años ha derivado en un variopinto abanico de posibilidades donde todo tiene cabida, aunque no precisamente los conciertos. El Pacte creó la ecotasa con el objetivo de compensar el impacto del turismo y favorecer la mejora del medio ambiente, si bien las necesidades le han obligado a destinar la recaudación a conceptos muy diferentes. En 2020 se contempló por primera vez financiar con este dinero la adquisición y rehabilitación de vivienda para alquiler social, encendiendo los ánimos de los empresarios y hasta de grupos afines como los ecologistas del Gob.

Protesta ecologista

Para decidir el destino de los fondos recaudados con la ecotasa se creó la Comisión para el Impulso del Turismo Sostenible de la que forman parte el Govern, consells insulares, sindicatos, patronales,  representantes de los ayuntamientos, agrupaciones ecologistas y diversas entidades civiles.

En el año 2021 la mencionada comisión no se ha reunido, pero aún así se ha decidido destinar dinero de la ecotasa a financiar el concierto de Los 40 Principales de Palma.

El grupo ecologista Terra Ferida ya ha emitido un comunicado protestando por la financiación del concierto con fondos de la ecotasa y ha distribuido un cartel con el siguiente texto: «La ecotasa que tenía que servir para reparar los daños ambientales del turismo masivo financia ahora una fiesta de Los 40 Principales». Y añade: «Con todos los respetos señores del Govern: sou la mort amb prebes», una expresión mallorquina para indicar el enfado o indignación con una determinada situación.