Los musulmanes de Melilla siguen la orden de Mohamed VI y piden no sacrificar corderos tras el Ramadán

Cinco días después de que el rey de Marruecos, Mohamed VI, pidiera a sus ciudadanos renunciar a su gran ritual islámico, la Fiesta del Sacrificio, la Comunidad Musulmana de Melilla ha acatado también el consejo y ha pedido a los fieles de la ciudad autónoma que eviten dar muerte a corderos en solidaridad con aquellos que no pueden afrontar la compra de un animal por la subida de precios.

En Melilla se sacrifican una media de 6.000 corderos (y otros 5.000 más en Ceuta), uno por cada familia, cada Aid el Adha, una de las citas más importantes del calendario islámico, «como símbolo de fe y obediencia».

Este año el ritual está previsto para el 6 de junio (70 días después del final del mes de ayuno del Ramadán), pero el consejo de gobierno de la asociación que preside Mohamed Ahmed Moh ha afirmado este lunes a través de un comunicado de prensa que en los últimos años «la crisis económica y climática ha dificultado el acceso de muchas familias a esta tradición», principalmente por el «elevado precio del ganado».

En Marruecos, los corderos se vendían hace un par de años a partir de 150 euros, aunque cuando se acerca la primavera su precio sube y llega a alcanzar los 675 euros, en función del peso y la edad del animal. El PIB per cápita al otro lado de la frontera, recordemos, es nueve veces inferior al de España.

Melilla «no es ajena a la crisis» que afecta al país vecino y la inflación y el encarecimiento de los productos esenciales ha elevado el coste de los corderos de los 250 a los 800 euros en apenas unos años, «un precio que supone un gran esfuerzo económico para muchas familias», según denuncia la citada asociación.

Y es que los «desafíos climáticos y económicos» –como la sequía y la subida de los precios del pienso– han reducido el número de cabezas de ganado marroquí en un 38%, factor que ha provocado «un desajuste entre la oferta y la demanda», encareciendo «aún más» el precio de los corderos. La iniciativa busca así «evitar un gasto excesivo en un contexto de crisis», pero «sin desvirtuar el significado de la festividad».

«No es una imposición»

La Comunidad Musulmana de Melilla ha explicado que en Marruecos hay «aproximadamente siete millones de familias», por lo que sería necesario disponer de un número equivalente de cabezas de ganado para satisfacer la demanda, pero «la realidad es que sólo hay disponibles cuatro millones de corderos».

Ante esta situación, el Comendador de los Creyentes, es decir, el jefe espiritual de los musulmanes marroquíes, un título que Mohamed VI ostenta junto al de jefe de Estado, se dirigió el pasado miércoles a su «querido pueblo» mediante un comunicado que el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Taoufiq, leyó en el telediario, y en el que pedía «abstenerse de efectuar el ritual del Aid el Adha este año» si las condiciones económicas no lo permiten.

En una imagen que abre los telediarios marroquíes, Mohamed VI acostumbra a degollar un cordero, sujetado por sus servidores, en el patio del palacio real. Era la primera vez que el monarca trasladaba una petición así a los marroquíes en sus 26 años de reinado. Su padre, Hassan II, sí lo hizo en dos ocasiones (1981 y 1996).

«Es importante recalcar que esta sugerencia no supone una imposición ni una prohibición, sino un consejo basado en la prudencia y la responsabilidad. Otro argumento a tener en cuenta es que el islam contempla y está basado en los recursos del musulmán. La religión no impone actos de culto que excedan la capacidad económica de cada persona», apunta la asociación que preside Mohamed Ahmed Moh.

El sacrificio del cordero «no es obligatorio para quienes no tienen los medios suficientes», recalcan, y tras un «amplio sondeo» entre la comunidad musulmana de Melilla, la asociación ha constatado «un alto grado de respaldo» a la iniciativa de Mohamed VI, que «responde a un análisis realista de la situación actual». «La mayoría de los melillenses musulmanes comparten su visión y consideran que la medida es sensata», zanjan.

En esta celebración religiosa del Aid el Adha, las familias marroquíes suelen comprar un cordero macho para degollarlo y comerlo juntos. La ofrenda es una acción de gracias a Alá por salvar la vida de Ismael, hijo del profeta Abraham. Según la tradición musulmana, el ritual se realiza después de la primera oración de la mañana y es el cabeza de familia el encargado de realizar el sacrificio, dirigiendo la cabeza hacia La Meca y dejando que su cuerpo expulse toda la sangre para que la carne sea considerada halal.