Un cordero cae sobre un coche desde un séptimo piso durante la Fiesta islámica del Sacrificio

Un cordero ha caído de un séptimo piso y ha reventado la luna de un vehículo en el marco de la Fiesta del Sacrificio que los musulmanes han celebrado en Tetuán (Marruecos), a escasos kilómetros de Ceuta, donde este lunes se dio muerte a unas 5.000 cabezas de ganado en una de las citas más importantes del calendario islámico.

El suceso tuvo lugar el pasado sábado, dos días antes de la Fiesta del Sacrificio, en un edificio residencial ubicado en el barrio tetuaní de La Paloma. Según testigos presenciales, una familia guardó el cordero en la azotea de la vivienda, pero no ató bien la cuerda. El animal aprovechó para intentar huir saltando desde el séptimo piso del edificio y cayó sobre un vehículo particular estacionado en la vía pública. Afortunadamente, y según detalla la prensa local marroquí, el propietario del mismo se encontraba ausente en el momento del incidente, que provocó la rotura del parabrisas y daños en el techo del turismo.

El animal, que su propietario compró por 4.000 dírhams (373 euros), sufrió la fractura de una de sus patas fruto del golpe y uno de los carniceros presentes en el lugar en el momento de la caída lo degolló para evitar un sufrimiento mayor.

La Policía de Tetuán abrió una investigación para determinar las causas del suceso, que ha generado dudas en la población local con respecto a la falta de medidas de seguridad que supone colocar los corderos en las azoteas de las casas y tejados de edificios antes de su sacrificio. La prensa marroquí destaca que cada año se suceden varios incidentes similares, con carneros intentado escapar por las calles o saltando desde los balcones.

La Fiesta del Sacrificio conmemora el pasaje recogido en el Corán en el que Abraham accede a matar a su propio hijo Ismael (en la Biblia el sacrificado es Isaac) como un acto de obediencia a Dios, aunque antes de hacerlo Dios le ofrece un cordero para que sacrifique al animal en lugar de a su propio hijo. Según la tradición musulmana, el sacrificio se realiza después de la primera oración de la mañana y es el cabeza de familia el encargado de hacerlo, dirigiendo la cabeza hacia La Meca y dejando que su cuerpo expulse toda la sangre para que la acción y la carne que resulte sea considerada halal.