Condenada a prisión por provocar dos incendios en Marbella que sembraron el pánico y arrasaron hectáreas

Una mujer ha sido sentenciada a dos años y medio de cárcel por desencadenar dos incendios en Marbella que pusieron en jaque a la ciudad. El primero obligó a desalojar viviendas de una urbanización y amenazó la autopista de peaje AP-7, mientras que el segundo devastó terrenos forestales y agrícolas.

La Sección Tercera de la Audiencia de Málaga acogió este miércoles una vista donde, tras un acuerdo entre la acusación y la defensa, se dictó una condena inmediata. La procesada ha sido hallada culpable de dos delitos de incendio —uno de ellos forestal—, considerando su alteración psíquica como atenuante. Junto a la pena de prisión, se le ha impuesto una medida de seguridad de cuatro años bajo custodia familiar.

Los hechos se remontan a 2019. Según las conclusiones del fiscal, a las que tuvo acceso Europa Press, el primer siniestro ocurrió en agosto, cuando la mujer, «de manera intencionada», inició un fuego en el Camino Cristo de los Molinos. Las llamas arrasaron 18,5 hectáreas de suelo urbanizable y obligaron a evacuar dos calles enteras de una urbanización. El incendio llegó a estar a tan solo 45 metros de las viviendas y de la AP-7, generando alarma entre los vecinos.

Un policía sufrió intoxicación por humo y necesitó atención médica, aunque no se registraron más heridos ni daños en propiedades. Sin embargo, apagar el fuego tuvo un coste superior a 67.000 euros. Días después, en septiembre, la acusada volvió a actuar. Esta vez, en el paraje Altos de Marbella, provocó un incendio con dos focos distintos que consumió terreno forestal y agrícola. Aunque no puso en riesgo vidas humanas ni edificaciones, los gastos de extinción ascendieron a 33.000 euros.

Además de la cárcel y la custodia familiar, la sentencia incluye libertad vigilada con la obligación de seguir tratamiento psiquiátrico, dado que la mujer padecía un deterioro cognitivo grave y trastornos en el momento de los hechos. Una historia que deja tras de sí un rastro de fuego, miedo y costosas consecuencias en la Costa del Sol.