¿Qué es y para qué sirve la dextrosa?

La dextrosa es el nombre ‘común’ con el que se identifica a la d-Glucosa. Es una de las formas que tiene el azúcar, presente de forma natural en las frutas y en la miel. Cumple funciones esenciales dentro del organismo humano, como dotar de potencia a las células mediante un proceso de oxidación catabólica. Esto es: la transformación de los nutrientes en productos simples para extraer de ellos energía química. Así mismo, es el elemento donde el cuerpo almacena el almidón y el glucógeno, otras fuentes energéticas imprescindibles.

Hay que saber que la dextrosa tiene principalmente dos usos. Uno dentro del campo del acondicionamiento físico y el otro como soporte medicinal. En ambos casos, es una manera rápida de aumentar la presencia de azúcar en la sangre.

Como suplemento deportivo

La ingesta de dextrosa es muy conocida dentro del ámbito de la halterofilia. Lo mismo que en los clubes donde se practica crossfit y otras disciplinas deportivas de alta intensidad y de gran impacto para el equipo muscular. Su objetivo en este campo es suministrar altas dosis de hidratos de carbono de forma eficaz. Un aspecto sumamente necesario para propiciar la correcta regeneración de los tejidos, así como facilitar su crecimiento.

Se recomienda tomar dextrosa apenas finalizado el entrenamiento. La dosis será establecida por un entrenador personal o un experto en nutrición, de acuerdo a varios parámetros. Es el caso de la intensidad de los entrenamientos y las características particulares del atleta. Este suplemento tiene la gran ventaja que es muy maleable, solo necesita diluirse en un vaso con agua.

Como solución intravenosa

En la medicina los usos de la dextrosa se dividen en dos grupos generales. El primero: como una vía rápida para restaurar los niveles de azúcar o de electrolitos en la sangre. Situaciones que pueden presentarse en pacientes con deshidrataciones severas o como consecuencia de cuadros febriles.

También se incluye la dextrosa en este apartado su aplicación en pacientes que, por causas de fuerza mayor, no puedan alimentarse correctamente por sus propios medios. Así mismo, se utiliza como diluyente de otras medicinas que son prescritas para ser administradas vía intravenosa.

Precauciones con el uso de la dextrosa

Por razones obvias, ni los suplementos ni las soluciones intravenosas de glucosa pueden ser administradas en pacientes diabéticos. Su uso tampoco se recomienda en personas com problemas en los riñones o de hígado. Lo mismo aplica para quienes padecen de alergias severas, problemas respiratorios o reciben transfusiones de sangre de manera frecuente.

Si utilizas dextrosa como parte de tu plan de nutrición deportiva, solo debes tomar la respectiva dosis los días de entrenamiento. Entre otras cosas, porque durante las jornadas de descanso tu organismo no requiere de carbohidratos adicionales.