La AEMET rechaza la responsabilidad principal y única del Poyo en la DANA y apunta a otros barrancos
En un informe realizado por especialistas de la Universitad de Valencia, Avamet y Aemet apunta al papel que los barrancos de Horteta y Gallego, los dos "hermanos menores" del de Poyo
Apunta a los barrancos de Horteta y Gallego y confirma fallos en los registros de las estaciones autómáticas
La precipitación comenzó a caer con fortísimos volúmenes en estos dos "hermanos menores" una hora antes de las cabeceras de Poyo

Las causas de las riadas en Valencia, en el fatídico y trágico día de la DANA siguen analizándose por parte de distintos organismos e instituciones, ampliando el foco en otros puntos geográficos, rebajando la atención en el barranco del Poyo.
En este sentido, un estudio rechaza responsabilidad principal y única del Poyo en la DANA y apunta a los barrancos de Horteta y Gallego, en el que se concluye que la precipitación comenzó a caer con fortísimos volúmenes en estos dos «hermanos menores» una hora antes de las cabeceras de Poyo.
El informe, realizado por especialistas de la Universidad de Valencia, Avamet y Aemet, apunta al papel que estos dos barrancos, el de Horteta y Gallego, los dos del de Poyo, tuvieron el día de la trágica dana que arrasó gran parte de la provincia de Valencia y acabó con la vida de 228 personas.
De hecho, plantea dos hipótesis principales, pero sostiene que «lo que seguro no ocurrió es que la responsabilidad principal fuera de las cabeceras de Poyo».
Artículo científico
El artículo, que se publicará en Investigaciones Geográficas, Investigaciones Geográficas es una revista científica internacional editada por el Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante, del que ha trascendido un avance, se señala que, desde el primer momento, en la reconstrucción que se está llevando a cabo de la riada del 29 de octubre de 2024 se ha focalizado sobre esta rambla la atención, en referencia al Poyo.
Pero el Poyo, advierten estos expertos en su texto, tiene «dos hermanos menores, los barrancos de Horteta y Gallego». El primero de ellos confluye con el Poyo en Torrent, justo antes del punto apical del gran abanico aluvial en el que se produjo la riada.
Una riada desbordada antes del Poyo
La riada fue «tan grande» que en esta ocasión se desbordó ya desde este punto, inundando toda la llanura, tanto al norte como al sur del barranco». Su magnitud se ha extrapolado desde el aforo del Poyo en el Pla de Quart, que llegó a registrar 2.283 m³ /seg, antes de romperse a las 18:55.
El artículo apunta que se ha llegado a hablar de picos de más de 2.500 m³ /seg en algún instante y se ha dado a entender, con ello, que el responsable principal y casi exclusivo era el Poyo. «Pero tanto el barranco del Gallego, como el de Horteta, aportan sus aguas a Poyo después del aforo, y su caudal no pudo ser medido», defienden los expertos.
Muchos fallos de registro
Y plantean sus autores «¿quién golpeó primero?, y ¿cómo fue el golpe de estos barrancos? Añaden otro interrogante en el que plantean si ¿sumaron sus aguas al pico de crecida de la rambla de Poyo, o tuvieron una vida hidráulica propia en la génesis de la riada?».
Ante estas preguntas, aseveran que el único modo de intentar acercarse a lo que pasó es reconstruir la riada con un modelo hidráulico alimentado con precipitaciones que tengan la máxima desagregación temporal posible. Estas, además, deben ser contrastadas rigurosamente, pues hubo muchos «fallos de registro» durante la jornada en las estaciones automáticas.
Los especialistas precisan que el simple análisis de la temporalidad y distribución espacial del volumen de las precipitaciones permite elaborar «hipótesis bastante fiables».
Evolución horaria
En el estudio que están llevando a cabo sobre la evolución horaria de las precipitaciones del día 29 de octubre, aparecen ya algunas «ideas claras», como que los aportes de precipitación de 16 a 19 horas en la parte de cuenca aguas abajo del aforo durante la segunda riada del Poyo, la catastrófica de la tarde, son mayores que los caídos en la parte de cuenca aforada.
También que la precipitación comenzó a caer con fortísimos volúmenes en las cuencas de Horteta y Gallego al menos una hora antes de hacerlo en las cabeceras de Poyo.
Sólo la parte baja de la cuenca aforada, la que se extiende tras la confluencia de los barrancos Grande y Chiva en Cheste, tuvo un comportamiento similar al de la parte no aforada, pero sus aportes no llegan a alcanzar ni un tercio del total, apostillan.
Primero en Horteta
Otra cuestión es que los aportes pluviométricos horarios de la parte aforada tienen dos picos temporales, a las 18 h y a las 20 h, hora esta última que es cuando las lluvias en las cuencas de los barrancos Grande y Chiva ya fueron claramente mayores que los del resto de la cuenca.
En conclusión, ponen de manifiesto que pudo haber pasado que quien «golpeó» primero fuera Horteta «con la ayuda de Gallego, el hermano más pequeño, y luego llegase el agua de la parte baja de la cuenca de Poyo, el hermano mayor y quien se está llevando la mala fama de la responsabilidad».
La llegada de estas aguas del Poyo, además, tuvo una «dificultad añadida», pues parte de ellas derivó hacia el NE y saltó a la cabecera de la rambla de Saleta.
Dos conclusiones
En todo caso, resumen, solo caben dos soluciones: o se juntaron los picos de Horteta, Gallego y parte baja de Poyo (la que rompió el aforo con 2.000 m³ /seg), y entonces la riada pudo triplicar o más esta cantidad, o golpeó primero Horteta y seguidamente lo hicieron Gallego y Poyo, con una cierta laminación del pico de crecida».
«Lo que seguro no ocurrió es que la responsabilidad principal fuera de las cabeceras de Poyo, cuyos grandes aportes fueron más tardíos y más alejados del punto apical del abanico aluvial», aseveran.
Los firmantes de este análisis son Alejandro J. Pérez Cueva (UV), Rafael Armengot Serrano (Avamet), Ghaleb Fansa Saleh (UV), José Ángel Núñez Mora (Aemet) y Adrià Revert Ferrero (Avamet).