Prueba Audi Q3 Sport Edition 2.0 TDI 184 CV Quattro S tronic
Prueba Audi Q3, el más pequeño de los SUV de Audi es un coche equilibrado, parco en consumos, ágil de comportamiento y cómodo en general. Una prueba en profundidad nos matiza algunas cosas para llegar a la conclusión de que este Q3 se puede mejorar sin esfuerzo, por parte del comprador a la hora de elegir los extras, y por parte del fabricante solucionando algún problema menor.
Carrocería y diseño
Poco ha cambiado el Q3, algunos guiños externos, en suma no es en este apartado donde Audi se ha empeñado en esta renovación. La llegada de los nuevos motores, en este caso analizamos el más potente alimentado con gasóleo, es lo más importante de la nueva gama de este modelo que analizamos en estas líneas.
En cualquier caso el diseño de este SUV está muy bien resuelto, es un coche que gusta a primera vista, sus proporciones desde fuera no hacen imaginar un interior espacioso y cómodo, con un maletero razonable que sobre el papel da muchos litros (460) para su tamaño, pero que se ven mermados por la caída del portón trasero que no nos deja meter bultos demasiado altos.
El buen hacer de Audi está presente en el coche por todas partes, la elección de plásticos, embellecedores, tapicerías, materiales en general y calidad percibida es algo que nos acaricia miremos donde miremos o toquemos donde queramos.
La colocación de los mandos es correcta, hay que acostumbrarse al manejo un tanto distanciado del conductor de la rueda de navegación del sistema de audio, navegación y teléfono, aunque todo ello se puede usar desde los botones del volante, algo que deberemos memorizar si no queremos tener problema a la hora de no retirar la vista de la carretera. También queda algo enterrado el climatizador, pero no es algo que se toque demasiado si se le da el uso adecuado.
Los asientos son muy cómodos, tanto delanteros como traseros. Los de conductor y acompañante envuelven muy bien el cuerpo, la posición de conducción es muy fácil de encontrar para todo tipo de personas: detrás, el asiento central no es para un adulto en un trayecto largo por lo que lo correcto es usar este vehículo para cuatro ocupantes. La visibilidad es bastante buena, no tanto la de la luna trasera a la hora de aparcar, pero este punto queda resuelto con la cámara trasera que ajusta perfectamente el campo de visión para maniobrar con la marcha atrás conectada.
Motor y comportamiento
El motor de 184 caballos de potencia que equipa este Q3 es de nueva factura, cambia bastante con respecto al que sustituye, el de 177 CV. Ahora el intercooler es de refrigeración líquida. Es un motor contundente, entrega bien la potencia en cuanto coge las revoluciones precisas. Combinado con el magnífico cambio Stronic de doble embrague no hay casi riesgo de notar sus carencias en muy bajas revoluciones, solo si usamos el cambio manual en maniobras muy lentas notaremos que se nos “muere”, aspecto éste que se evita dejando que el Stronic haga su trabajo de manera automática, pocos o ninguno usaríamos a esas revoluciones tan bajas las levas del volante.
Los 184 caballos son suficientes para mover el Q3 con mucha soltura, a veces con sensaciones muy deportivas, los frenos responden bien a lo que ayudan las enormes gomas que incluía la unidad probada, para nuestro gusto una exageración, muy estética, pero que afecta en ciertos aspectos a la utilidad de este coche por pistas fuera de carretera. También notamos que las derivas de las irregularidades del asfalto eran demasiado perceptibles en la dirección eléctrica, las enormes ruedas de 20 pulgadas de llanta mandan al volante demasiadas señales contrarias a las naturales. Hay que acostumbrarse a que el volante se mueva solo ayudado por los caprichos del suelo que estemos pisando.
En carreteras de curvas el coche no pierde comba en ningún momento, es más, nos invita a disfrutar, al menos a quien conduce, que es quien realmente goza en estas circunstancias, entrar en las curvas es fácil y divertido no hay sensación de inercias incontrolables ni de demasiada altura al suelo. Los frenos en rutas viradas no dan señales de fatiga aunque el tacto del pedal no sea todo lo directo que nos gustaría para un coche que tiene cualidades deportivas notables. La posición alta de conducción no impide que sintamos sensaciones de “turismo” y, en cualquier caso, ver la carretera desde un ángulo más alto siempre transmite mayor seguridad a un gran número de conductores.
En carreteras tipo autovía, radiales y autopistas, el coche es una delicia, muy seguro y con el único pero de la alta rumorosidad que se percibe demasiado en el habitáculo a velocidades constantes entorno a los 130 km hora en el velocímetro.
El aislamiento acústico del motor, de por sí ruidoso, debería ser uno de los objetivos de Audi a mejorar en este modelo, no está a la altura del conjunto.
Cuando circulamos por caminos de tierra, y no aconsejamos hacer mayores experimentos que los de circular por pistas, nos encontramos con que la suspensión se comporta bien y el coche resulta bastante cómodo, absorbe bien todas las irregularidades siempre y cuando no entremos en zona de grandes boquetes, en un escenario así no dejaríamos de acordarnos del día en que elegimos esas bonitas llantas de 19 pulgadas.
Uno de los contratiempos de rodar fuera de las vías convencionales es que el polvo se cuela en partes del coche que luego son difíciles de eliminar con una lavado típico de presión, tal vez un mayor grosor de las gomas que hacen de juntas evitaría este pequeño problema, que hemos detectado en la unidad probada.
Ficha técnica | |
Motor | |
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Situación | Delantero transversal |
Nº Cilindros | 4 en línea |
Tipo de combustible | Diesel |
Compresión | 16,0 a 1 |
Potencia (CV/rpm.) | 184 a 4000 |
Par máximo (Nm/rpm.) | 380/1750-2500 |
Transmisión | |
Tipo | Automático |
Cambio | Doble embrague siete relaciones |
Bastidor | |
Suspensión delantera | McPherson/Resorte helicoidal |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable/Resorte helicoidal |
Frenos | |
Delanteros | Discos ventilados 312 mm. |
Traseros | Discos 300 mm. |
Dirección | Cremallera eléctrica |
Diámetro de giro (m.) | 11,8 |
Número de vueltas de volante | 2,7 |
Neumáticos | 255/40 R19 |
Llantas | 255/40 R19 |
CARROCERÍA | |
Nº de plazas | Cinco |
Peso en vacío (kilos) | 1391 |
Depósito de combustible (litros) | 53 |
Largo (mm.) | 4310 |
Ancho (mm.) | 1780 |
Alto (mm.) | 1470 |
Vía delantera (mm.) | 1549 |
Vía trasera (mm.) | 1557 |
Distancia entre ejes | 2650 |
Capacidad del maletero (litros) | 380 |
Prestaciones | |
Velocidad máxima (km/h.) | 200 |
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) | 7,9 |
Consumos | |
Urbano (litros/100 km) | 6,5 |
Extraurbano (litros/100 km) | 4,7 |
Mixto (litros/100 km) | 5,4 |
Conclusión
El Q3 es un coche atractivo, con un tamaño comedido y un interior muy bien resuelto. Ofrece un uso polivalente y contenta a muchos tipos de conductor, desde el más “deportivo” hasta aquellos que buscan el sentido más práctico de un coche, pero sin perder un toque de elegancia y una calidad percibida por encima de la media.
Hay cada vez más rivales en esta categoría y tamaño de coche y el Q3 ocupa una de las posiciones más altas en una virtual lista de modelos a los que la gente querría aspirar. Aunque su precio no es bajo (desde 41.000 euros), más bien demasiado alto, adquirir uno de estos coches es una buena inversión , ya sea mirando la futura recompra o bien por la gran satisfacción que ofrece la calidad de su conjunto.
Los inconvenientes son mínimos y la única recomendación sine qua non sería la de elegir una llanta de menor diámetro y un neumático de perfil más abultado.
Rivales
- Range Rover Evoque
- Mercedes Benz GLA.
Lo mejor
- Polivalencia
- Diseño y acabados
- Rendimiento del motor
Lo peor
- Llantas de perfil bajo demasiado grandes
- Sonoridad elevada en el habitáculo