Éste es el motivo por el que sueñas raro cuando comes mucho: la explicación que debes conocer

Las pesadillas son un fenómeno común que afecta a muchas personas, y aunque generalmente están asociadas con situaciones de estrés o ansiedad, ¿sabías que comer en exceso también puede influir en la aparición de estos sueños perturbadores? El impacto de una comida abundante no solo afecta la digestión, sino también el descanso, y puede generar pesadillas. Cuando comemos en abundancia, el sistema digestivo entra en acción de manera intensa, lo que provoca que el cuerpo se enfoque en procesar grandes cantidades de alimentos. Esto puede generar incomodidad, acidez o reflujo, y a la vez sueñas raro.

Según la Clínica Mayo, «una pesadilla es un sueño perturbador relacionado con sentimientos negativos, como ansiedad o miedo que te despiertan. Aunque las pesadillas son comunes, el trastorno de pesadillas es relativamente raro. El trastorno de pesadillas ocurre cuando se dan con frecuencia, causan angustia, interrumpen el sueño y causan problemas con el funcionamiento diurno o provocan miedo a dormirse». Aunque soñar raro pueden ocurrir en cualquier momento del sueño, suelen ser más frecuentes durante la fase de sueño REM (movimiento ocular rápido), que es cuando el cerebro está más activo y las imágenes oníricas son más intensas. Cuando comemos en abundancia, el sistema digestivo entra en acción de manera intensa, lo que provoca que el cuerpo se enfoque en procesar grandes cantidades de alimentos. Esto puede generar incomodidad, acidez o reflujo, lo que a su vez afecta la calidad del sueño. Descubre por qué sueñas raro  después de comer mucho y cómo una alimentación adecuada puede mejorar la calidad del sueño y reducir la frecuencia de estos sueños desagradables.

¿Por qué tras comer mucho sueñas raro?

La Clínica Somno afirma que «los hábitos alimenticios pueden influir en la calidad y la duración del sueño. En el caso del trastorno por pesadillas, se ha observado que ciertos alimentos y nutrientes pueden exacerbar los síntomas, mientras que otros pueden ayudar a reducirlos».

De esta manera, comer en exceso puede alterar tanto la calidad del sueño como el estado emocional, lo que, en algunos casos, podría desencadenar pesadillas.

El proceso digestivo y sus efectos en el sueño

Cuando comemos grandes cantidades de comida, el sistema digestivo debe trabajar más intensamente para procesar los alimentos. Esto provoca un aumento en el flujo sanguíneo hacia el tracto digestivo y una mayor actividad en el estómago. Esta “sobrecarga” digestiva no solo puede causar malestar, como acidez estomacal, indigestión o sensación de pesadez, sino que también interfiere en las fases más profundas del sueño.

Durante la digestión, el cuerpo se encuentra en un estado de actividad que puede interferir con la capacidad del cerebro para entrar en un sueño profundo y reparador.

Esto favorece el sueño más ligero, que está relacionado con una mayor probabilidad de experimentar pesadillas. Además, el proceso digestivo aumenta la temperatura corporal, lo que también puede alterar la calidad del descanso, ya que el cuerpo necesita mantenerse a una temperatura interna más baja para dormir adecuadamente.

Reflujo ácido y malestar físico

Uno de los efectos más directos de comer en exceso es el reflujo ácido, una condición en la que los ácidos del estómago suben hacia el esófago. El reflujo puede generar ardor, malestar y una sensación incómoda en la zona del estómago y el pecho.

Este malestar físico no solo afecta la calidad del sueño, sino que también puede inducir un estado de ansiedad, contribuyendo así a que el cerebro genere pesadillas o sueñes raro mientras tratamos de conciliar el sueño.

El impacto hormonal y la insulina

Comer en exceso también afecta los niveles de insulina y glucosa en sangre. Las comidas abundantes, especialmente aquellas ricas en azúcares y carbohidratos refinados, provocan un aumento de los niveles de insulina.

Este desequilibrio hormonal puede tener un impacto negativo en el bienestar emocional y generar sensaciones de ansiedad y nerviosismo. Estos cambios hormonales pueden interferir con el ciclo normal del sueño, aumentando la probabilidad de experimentar sueños perturbadores.

El consumo de alimentos pesados o estimulantes

El Dr. Diego García Borreguero, director médico del Instituto Internacional del Sueño asegura que «el déficit de absorción de magnesio, complejo vitamínico B, calcio, zinc, cobre y hierro en la dieta diaria, está relacionado con trastornos de sueño».

Alimentos ricos en grasas, fritos o picantes son más difíciles de digerir y pueden provocar molestias estomacales durante la noche. Estos alimentos pueden alterar el funcionamiento del sistema digestivo, aumentar la inflamación y dificultar el descanso.

¿Consejos para reducir cuando sueñas raro tras comer mucho?

Controlar las porciones

Comer en porciones moderadas y evitar las comidas copiosas, especialmente antes de acostarse.

Optar por alimentos fáciles de digerir

Elegir comidas ligeras, ricas en fibras y proteínas magras, que no sobrecarguen el sistema digestivo. “Evitar el consumo de café, chocolate o tabaco antes de dormir; no consumir alimentos ácidos en la noche; y eliminar el consumo de alcohol, recomienda el Instituto Internacional del Sueño.

Evitar alimentos picantes y grasos

En general, estos alimentos pueden causar acidez estomacal y reflujo.

Establecer una rutina de relajación

Evitar la ansiedad y el estrés mediante técnicas de relajación antes de dormir, como la meditación o la lectura.