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El cuidado bucal es un aspecto muy importante de la salud. También va de la mano con la estética personal, debido a que la sonrisa es una de nuestras mejores cartas de presentación.
La odontología moderna se ha valido de muchas herramientas para ayudarnos a lograr el objetivo de tener encías y dientes sanos. Una de ellas es el periodontograma, el cual permite identificar y tratar eficazmente algunos problemas periodontales.
En este artículo asistiremos a una consulta odontológica -de manera imaginaria-, para entender mejor en qué consiste el periodontograma y cuáles son sus beneficios.
¿Qué es un periodontograma?
El periodontograma es un diagrama que representa la salud de las encías y el hueso que sostiene los dientes.
Constituye una herramienta esencial para el odontólogo, ya que le permite diagnosticar y monitorear enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis.
A este procedimiento también se le conoce como sondaje periodontal.
¿Qué propósito tiene el periodontograma?
Con la realización del periodontograma se puede medir la profundidad de las bolsas periodontales, es decir, las bolsas alrededor de cada diente. Esto será clave para observar si hay inflamación y evaluar la gravedad de los problemas periodontales.
Esta herramienta odontológica permite además establecer la distancia existente desde el borde de la encía y el punto donde se une la raíz del diente al hueso. Con esta medición se evalúa el posible daño que han experimentado los tejidos de soporte dental.
Finalmente, el periodontograma contribuye a identificar si hay inflamación y sangrado de las encías, lo que puede revelar la presencia de gingivitis.
¿Quiénes deberían realizarse un periodontograma?
Este procedimiento es especialmente útil en los siguientes casos:
- Pacientes con riesgo de enfermedad periodontal. Incluye personas con antecedentes familiares de enfermedad periodontal, fumadores, pacientes con sistema inmunitario debilitado, mujeres embarazadas y personas con hábitos de higiene dental deficientes.
- Pacientes con síntomas de enfermedad periodontal. Como sangrado de encías, encías rojas e inflamadas, dientes sensibles, movilidad dental, mal aliento persistente, cambios en la forma de las encías o cambios en la posición de los dientes.
- Pacientes con seguimiento de enfermedad periodontal. Para monitorear la evolución de la enfermedad y ajustar el tratamiento si es necesario.
Una vez realizado este diagrama, el odontólogo podrá determinar con mayor precisión el tratamiento que el paciente requiere.
¿Qué beneficios se obtienen al hacerse un periodontograma?
Los beneficios que se derivan de este procedimiento son:
- Diagnóstico temprano de enfermedades periodontales. Permite identificar problemas de salud de las encías en sus primeras etapas.
- Planificación de tratamientos específicos. Esta herramienta ayuda al odontólogo a elegir el tratamiento más adecuado para cada caso.
- Control de la evolución de la enfermedad. El periodontograma permite realizar un seguimiento del estado de las encías y evaluar la eficacia del tratamiento.
- Prevención de pérdida de dientes. Un diagnóstico y tratamiento precoz pueden prevenir la pérdida de dientes.
- Mejora de la salud general. La enfermedad periodontal puede causar diabetes y patologías cardiovasculares. El periodontograma permite detectar y prevenir estos problemas a tiempo.
- Mejor apariencia personal. Se puede exhibir con orgullo una sonrisa saludable.
¿Cómo se realiza un periodontograma?
El periodontograma se realiza durante una revisión dental completa. El odontólogo examina las encías con una sonda para medir la profundidad de las bolsas periodontales, que son los espacios entre el diente y la encía. También puede tomar radiografías para evaluar la salud del hueso que sostiene los dientes.
En el periodontograma se registra la información sobre cada diente. A continuación se detalla el procedimiento paso a paso.
Examen visual
En el primer paso para el periodontograma el odontólogo observa de forma cuidadosa las encías con la finalidad de detectar signos de inflamación, enrojecimiento, sangrado, cambios en el color y textura o retroceso de las encías.
En esta etapa inicial del procedimiento se requiere de la pericia del profesional odontológico.
Medición de la profundidad de las bolsas periodontales
Con la ayuda de una sonda periodontal, una herramienta delgada y graduada, el odontólogo procede a medir la profundidad de las bolsas periodontales.
En este paso se mide la profundidad de la bolsa de cada diente, en diferentes puntos alrededor del mismo. Esto sirve como indicador de la presencia de enfermedades periodontales. De modo que, mientras más profundas sean las bolsas periodontales, más sarro y bacterias pueden albergar en su interior.
Afortunadamente, la inserción de la sonda periodontal en las encías no es dolorosa, por lo que ni siquiera requiere anestesia.
Registro de la información
En esta etapa se registra en un diagrama la información obtenida en los dos pasos anteriores: el examen visual y la medición con la sonda periodontal.
Este registro, que es el periodontograma, es una representación gráfica de cada diente, donde se marca la profundidad de las bolsas y la recesión gingival en milímetros, la movilidad dental usando códigos, además de la pérdida ósea y otros signos de enfermedad periodontal.
Examen radiográfico
En muchas ocasiones el profesional puede solicitar la realización de radiografías para evaluar la salud del hueso que sostiene los dientes.
A través de las radiografías se puede observar mejor la pérdida ósea, un signo importante de enfermedad periodontal.
Interpretación de los resultados
En este último paso, el odontólogo interpreta los resultados del periodontograma y las radiografías para determinar el estado de salud de las encías y el hueso.
Con base en estos datos, se puede diagnosticar enfermedades como gingivitis y periodontitis y prescribir un tratamiento apropiado.
En esta secuencia de pasos se puede evidenciar que el periodontograma es una herramienta práctica para el diagnóstico y monitoreo de enfermedades periodontales. Pero, nos recuerda además la necesidad de cuidar nuestra salud bucal y acudir con frecuencia al odontólogo.
Bibliografía
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