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Miles de personas tienen el hábito de enjuagarse los dientes tras cepillarse los dientes, pero desconocen las consecuencias que esto produce en la higiene bucal. El cuidado de tu boca requiere una limpieza correcta para prevenir cualquier tipo de infección. Al ingerir alimentos, tus dientes, la lengua y la boca almacenan partículas de comida y restos de bebidas que generar consecuencias si no realizas un cepillado regular. A su vez, el enjuague elimina componentes que son beneficiosos para tus piezas dentales.
La ortodoncista Janira Sánchez explica en su cuenta de Instagram que, si después de cepillarte los dientes te los enjuagas con agua, no estás realizando una correcta limpieza. «Si te enjuagas con agua, estarás eliminando todos los principios activos que no deberían irse por el desagüe», indica. Desde The Practice, clínica dental en Barcelona, afirman que el procedimiento correcto para hacer el cepillado es escupir el exceso de pasta dental y no enjuagar con agua porque puede aumentar el riesgo de tener caries dentales. «El enjuague reduce el efecto preventivo de caries que tiene el flúor presente en la mayoría de las pastas dentales», dicen los especialistas.
Por qué no enjuagarte la boca tras cepillarte los dientes
El Centro de Asistencia Técnica de Salud Bucal de California explica las razones de por qué no tienes que enjuagarte los dientes tras cepillarlos. Comentan que por la noche se produce menos saliva que durante el día.
Por lo tanto, los dientes tienen menos protección y son más vulnerables a los ataques de ácido. Es importante retirar los restos de comida de los dientes antes de acostarse para que la placa bacteriana no pueda proliferar durante la noche.
Después del cepillado nocturno no debes comer ni beber nada, excepto agua. De este modo, permites que el flúor tenga una mayor capacidad de acción. Tampoco hay que enjuagar los dientes ni la boca porque es una práctica que elimina el flúor y aumenta en un 25% la posibilidad de que se formen caries.
¿Cómo debes cuidar tus dientes?
Un cepillado regular permite que la boca y las piezas dentales se mantengan protegidas. A su vez, logras eliminar la placa dental que consiste en una mezcla de bacterias, ácidos y restos de comida.
«La placa dental se forma de manera natural inmediatamente después de comer, pero no produce daños hasta que alcanza cierta madurez tras 12 horas sin cepillarte los dientes», explican en el centro de salud bucal de California.
El trabajo de las bacterias es generar ácidos que disuelven los minerales de los dientes. El resultado es la formación de cavidades microscópicas invisibles que, si el proceso no se detiene y no se repara, pueden convertirse en caries grandes y visibles.
El cepillado debe realizarse con una pasta dental de primera calidad y recomendada por tu odontólogo de confianza. El componente central es el flúor que trabaja en la prevención de caries, la reposición de minerales y fortalecimiento de tus dientes.
Las claves para una higiene bucal segura
Los especialistas de Ruano Policlínica Dental recomiendan utilizar un cepillo de dientes que se adapte a tus necesidades para lograr una mejor protección bucal. Lo que determina el modelo adecuado son los filamentos, la textura y firmeza de las cerdas.
Tipos de cepillos
Los de textura dura son recomendados para aquellas personas que poseen encías saludables y no padecen ninguna alteración ni sensibilidad que provoque molestias.
Los cepillos de dientes de textura media pueden usarse por personas que tienen una buena condición en sus encías, pero tienen sensibilidad leve. «Es un cepillo ideal para retirar la placa bacteriana de los dientes y no producir daños en las encías», dicen miembros de la clínica.
Por último, los de textura suave se caracterizan por una fricción menor en tus dientes durante el cepillado. Son frecuentes en personas que tienen una sensibilidad mayor y pasaron por una cirugía.
Otro aspecto importante es realizar un cambio de cepillo de dientes cada tres meses o cuando las cerdas comienzan a deformarse y perder eficacia. Si has pasado por una gripe, también se aconseja reemplazar el cepillo porque acumula gérmenes y bacterias que pueden reactivar la enfermedad.
La cantidad de pasta dental para el cepillado
La mayoría de las personas utilizan una cantidad excesiva de pasta dental al cepillarse los dientes porque cubren todas las cerdas. Se asocia a que genera mayor cantidad de espuma, pero no garantiza una limpieza correcta y precisa de toda la boca.
La limpieza de la lengua
Una limpieza bucodental completa debe incorporar la higiene de la lengua. Es un músculo en donde se acumulan una gran cantidad de bacterias que, si no se retiran, pueden producir problemas como el mal aliento o halitosis. A su vez, la acumulación de restos de alimentos incrementa las posibilidades de enfermedades como caries, gingivitis o periodontitis.