Las veces que se tienen que duchar a la semana los mayores de 65 años, según los expertos

Las veces que se tienen que duchar a la semana los mayores de 65 años, según los expertos

La higiene personal es un tema que despierta debate. ¿Cada cuánto ducharse? ¿Cuántas veces lo deben hacer los mayores de 65 años a la semana? Por tanto, es clave identificar que, con el paso del tiempo, la piel envejece y se vuelve más sensible. Cualquier exceso o carencia en la higiene puede producir molestias y riesgos en la piel. Los especialistas advierten que ducharse demasiado reseca la piel y afecta la barrera protectora natural, mientras que ducharse muy poco favorece la irritación, las infecciones y el malestar general.

Además, la higiene influye en la energía diaria, la autoestima y la independencia. Es importante encontrar un punto de equilibrio para mantener una rutina saludable, práctica y adaptable a las necesidades individuales. Según el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia (INSERM), citado por Edición LeCoudrier, ducharse cada dos días es una frecuencia adecuada para conservar una piel limpia y protegida, ya que evita la pérdida excesiva de lípidos, previene la tirantez y reduce el riesgo de irritaciones. «Una rutina moderada también disminuye la fatiga asociada al baño, un factor relevante en la tercera edad debido a los cambios en la movilidad y el equilibrio», mencionan. Desde los Hospitales Universitarios, la dermatóloga Elizabeth Gordon Spratt comenta que la higiene regular es clave para eliminar sudor, bacterias y células muertas, reduciendo infecciones y favoreciendo el bienestar emocional. Sin embargo, la especialista advierte que el exceso de duchas o el uso de agua muy caliente puede alterar la barrera cutánea y aumentar la sequedad. ¿Cuánto deben hacerlo los mayores de 65 años?

Cuántas veces a la semana deben ducharse los mayores de 65 años

La higiene en adultos mayores cumple un rol para el cuidado físico, emocional y social. “Una rutina de ducha estable contribuye a la sensación de bienestar, mejora el estado de ánimo y promueve un estilo de vida más activo”, explica Spratt.

De acuerdo con los Hospitales Universitarios, el ritual del baño ayuda a reducir el estrés, preparar el cuerpo para el descanso y disminuir los olores corporales, un aspecto fundamental para mantener relaciones sociales saludables.

A su vez, la gerontóloga Gabi Sánchez refuerza la importancia de adaptar la rutina a cada persona, incorporando jabones suaves, agua tibia, buena hidratación y medidas de seguridad. «La acumulación de sudor y contaminantes ambientales afecta la piel con mayor rapidez en edades avanzadas, por lo que la limpieza regular favorece la calidad de vida», destaca.

Por su parte, desde Cuidado de JFS, enfatizan que los baños diarios en los mayores de 65 años no siempre son necesarios y que incluso pueden resultar contraproducentes por el riesgo de caídas y la fragilidad de la piel. En ciertos casos, dos baños semanales pueden ser suficientes, complementados con higiene por las diferentes zonas del cuerpo.

Diferentes especialistas e instituciones, ducharse cada dos días es un ritmo equilibrado para la mayoría de los adultos mayores. Esta frecuencia protege la piel, reduce la fatiga y mantiene una higiene adecuada.

Para personas con movilidad limitada o riesgo de caídas, Cuidado de JFS aconsejan dos baños completos por semana, combinados con higiene por zonas mediante esponjas humedecidas.

Los consejos prácticos para una ducha segura y saludable en los mayores de 65 años

La gerontóloga Gabi Sánchez subraya que una buena técnica de baño es importante. Recomienda usar jabones neutros, evitar el agua muy caliente, secar bien el cuerpo, especialmente los pliegues, y aplicar cremas hidratantes suaves.

También, adaptar el baño con elementos de seguridad como sillas, barras de apoyo y alfombras antideslizantes. Estas medidas no solo previenen accidentes, sino que dan confianza a la persona mayor y a sus cuidadores.

La frecuencia ideal de ducha para mayores de 65 años debe equilibrar salud, comodidad y seguridad. La frecuencia de ducharse cada dos días representa una pauta eficaz para preservar la piel y el bienestar general.

¿Cuáles son los riesgos de ducharse con demasiada frecuencia?

Hacerlo todos los días puede parecer una práctica beneficiosa, pero para los mayores de 65 años puede resultar perjudicial. Desde el INSERM aseguran que la piel madura pierde humedad con más facilidad, provocando sequedad, picor, enrojecimiento y, en casos severos, grietas.

La dermatóloga Gordon Spratt recuerda que el uso de jabones fuertes o agua caliente acelera el deterioro de la barrera cutánea. «La piel seca, además de ser incómoda, facilita la entrada de bacterias y hongos, aumentando el riesgo de infecciones», afirma.

¿Qué riesgos produce ducharse muy poco?

Por el contrario, una higiene insuficiente en los mayores de 65 años también tiene consecuencias importantes. En este sentido, ducharse una sola vez por semana favorece la proliferación de microorganismos, ocasiona irritación y genera olores desagradables que afectan la vida diaria y la autoestima.

A nivel dermatológico, aumenta el riesgo de infecciones por hongos, levaduras o bacterias, sobre todo en zonas húmedas o con pliegues. Además, la falta de higiene puede reducir la motivación para participar en actividades sociales.

 

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