Contenido
- 0.1 Este es el motivo real por el que te duelen las rodillas y no es lo que tu piensas
- 0.2 Músculos de las piernas: tipos, ubicación y características
- 0.3 Rotura de menisco: causas, síntomas y ejercicios
- 1 Qué consecuencias genera el dolor de las articulaciones
- 2 Cuáles son las causas del dolor en las articulaciones
La actividad física es una de las acciones más recomendadas y sugeridas por profesionales de la salud para el mantenimiento, desarrollo y fortalecimiento de las funciones físicas, psicológicas, sociales y emocionales. Es clave para todas las edades y favorece en mejorar las condiciones y la calidad de vida. Desde el Ministerio de Sanidad de España sostienen que la actividad física reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tensión arterial alta, cáncer de colon y diabetes. A su vez, ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y el porcentaje de grasa corporal, así como también fortalece los huesos aumentando la densidad ósea y los músculos. Y reduce el dolor de las articulaciones.
Según la Clínica Mayo, el dolor articular es la molestia en una articulación que a veces se hincha y también se nota más caliente. «El dolor en las articulaciones puede ser un síntoma de muchos problemas, como algunos virus. La causa más frecuente de este tipo de dolor es la artritis. Existen más de 100 tipos de artritis». Además, aseguran que el dolor en las articulaciones puede ser suave y causar molestias solo después de ciertas actividades. Por otro lado, puede ser intenso y hacer que hasta los movimientos pequeños sean extremadamente dolorosos. Para tratar dicha molestia, existen diferentes tratamientos y medicamentos que contribuyen a contrarrestar las dificultades que ocasionan en la movilidad, la coordinación y el equilibrio. Entre las opciones principales se encuentran la realización de ejercicios, la ingesta de analgésicos o su aplicación en formato de crema y gel, así como también masajes terapéuticos, terapias de relajación y acupuntura.
Qué consecuencias genera el dolor de las articulaciones
En ocasiones, pueden identificarse algunas molestias y dolores, por eso veremos a continuación de dónde viene el dolor en las articulaciones y qué tratamientos realizar para reducirlo.
De manera que, si te preguntas de dónde viene el dolor en las articulaciones y qué tratamientos realizar para reducirlo, la siguiente información puede darte algunas posibles soluciones.
La Clínica Cleveland explica que una articulación es el punto donde se unen los extremos de dos o más huesos. Por ejemplo, la articulación de la cadera es el punto donde el fémur se une con la pelvis. «Las molestias en las articulaciones son comunes y suelen notarse en las manos, los pies, las caderas, las rodillas o la columna vertebral», mencionan los profesionales de la Clínica.
En ese sentido, los expertos de esta especialidad comentan que el dolor en las articulaciones puede ser constante o puede aparecer y desaparecer. A veces, las articulaciones pueden sentirse rígidas o doloridas, generar sensación de ardor, palpitaciones o “rasguños”. Cuando el período de molestia es breve, suele interrumpirse cuando las personas se ponen en movimiento y realizan actividad física.
Para el equipo de salud de la Clínica Cleveland, el dolor articular puede afectar el funcionamiento de las articulaciones y limitar su capacidad para realizar tareas básicas. “Las dolorosas y graves pueden afectar su calidad de vida. El tratamiento no debe centrarse únicamente en el dolor, sino en volver a realizar las actividades diarias y vivir la vida al máximo”, afirman.
Cuáles son las causas del dolor en las articulaciones
Ante la inquietud respecto de dónde viene el dolor en las articulaciones y qué tratamientos realizar para reducirlo, es clave y necesario conocer y comprender qué causa el dolor en las mismas.
A continuación, se explican las causas más comunes de este dolor según los especialistas de la Clínica Cleveland:
- Artrosis: es un tipo común de artritis, se produce con el tiempo cuando el cartílago (la almohadilla protectora entre los huesos) se desgasta. Las articulaciones se vuelven dolorosas y rígidas. La artrosis se desarrolla lentamente y suele aparecer después de los 45 años.
- Artritis reumatoide (AR): es una enfermedad crónica que provoca hinchazón y dolor en las articulaciones. A menudo, las articulaciones se deforman, generalmente en los dedos y las muñecas).
- Gota: es una afección dolorosa en la que los cristales ácidos del cuerpo se acumulan en las articulaciones, lo que provoca dolor intenso e hinchazón. Esto suele ocurrir en el dedo gordo del pie.
- Tendinitis: es una inflamación de los tendones, las bandas flexibles que conectan los huesos con los músculos. Se observa generalmente en el codo, el talón o el hombro. Suele deberse al uso excesivo.
Tratamientos para reducir el dolor en las articulaciones
Ejercicio físico
Para el personal de la Clínica Mayo, una de las claves principales es el ejercicio. «Cuando tienes artritis, moverte puede ayudar a disminuir el dolor y la rigidez, mejorar la amplitud de movimiento, fortalecer los músculos, y aumentar la resistencia», explican los especialistas.
«Se puede realizar ejercicios de estiramiento, de amplitud de movimiento y de fortalecimiento muscular gradual y progresivo. Incluye ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta o hacer ejercicios en el agua, para mejorar el estado de ánimo y controlar el peso», afirman.
Medicamentos personalizados
Hay muchos tipos de medicamentos disponibles para el alivio del dolor a causa de la artritis. Entre ellos pueden consultarle a tu médico por los analgésicos de venta libre que contengan paracetamol/acetaminofeno, ibuprofeno o naxopreno sódico.
En conclusión, si conoces de dónde viene el dolor en las articulaciones y qué tratamientos realizar para reducirlo vas a poder tener mayor control sobre tu cuerpo al momento de ejecutar tus tareas y actividades físicas.
Una dieta saludable
En Mi Reumatólogo también explican que es necesario contar con una dieta saludable que ayude a mantener el cuerpo libre de toxinas; y a evitar el sobrepeso con la consecuente sobrecarga de las articulaciones.
Realizar pausas y descansos
Las enfermedades inflamatorias reumáticas tienen algo en común; y es la presencia fatiga o cansancio en algún momento de la evolución de la enfermedad. Esta fatiga se puede ver más evidente cuando haya una fase inflamatoria de la enfermedad y estaría justificada por la producción de unas sustancias inflamatorias (algunas citoquinas) que son las responsables de muchos de los síntomas de la enfermedad.
En aquellos casos puede ser necesario el reposo, pequeñas siestas o descansos entre las actividades de la vida diaria que nos permitan recuperar algo de energías y poder retomar el control de nuestras vidas.