Éste es el motivo por el que nos dan calambres cuando dormimos y así es cómo tienes que actuar si te pasa

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Éste es el motivo por el que nos dan calambres cuando dormimos y así es cómo tienes que actuar si te pasa

Los calambres musculares nocturnos, especialmente en las piernas, son una molestia común que afecta a personas de todas las edades. Estas contracciones involuntarias, repentinas y dolorosas suelen despertarnos en medio de la noche, afectando el descanso y generando ansiedad. Aunque muchas veces son inofensivos, los calambres persistentes pueden ser señal de un desequilibrio o una condición subyacente.

Según Center for Vein Restoration «un calambre en la pierna es un espasmo repentino e involuntario en el muslo, la pantorrilla y el pie. Pueden abarcar toda la pierna hasta el pie o aislarse solo en una parte de la pierna». Pueden aparecer en cualquier momento del día, aunque son especialmente frecuentes durante la noche. Los más comunes ocurren en las piernas, especialmente en los gemelos. Aunque suelen ser inofensivos, su aparición nocturna interrumpe el descanso y genera incomodidad. Las causas pueden ser múltiples: deshidratación, mala circulación, deficiencias de minerales, fatiga muscular o permanecer mucho tiempo en la misma posición son algunas de las más frecuentes. Para aliviar un calambre nocturno, se recomienda estirar suavemente el músculo afectado, masajearlo con las manos o aplicar calor para favorecer la relajación. Para prevenirlos, es importante mantenerse bien hidratado, realizar estiramientos antes de dormir, evitar el sedentarismo, usar calzado adecuado y llevar una dieta variada. Si los calambres son muy frecuentes, se recomienda consultar a un médico para descartar problemas circulatorios o neuromusculares.

¿Qué causa los calambres en las piernas mientras dormimos?

Durante la noche, los calambres se presentan con más frecuencia porque el cuerpo está en reposo y la circulación se reduce, especialmente en personas sedentarias o mayores. Mientras dormimos, los músculos se encuentran en una posición prolongada y pasiva, lo que puede provocar espasmos.

Además, la falta de estiramiento antes de acostarse o el déficit de minerales como potasio, magnesio y calcio aumenta el riesgo.

Los calambres musculares pueden tener múltiples orígenes. Las causas más comunes por las cuales ocurren especialmente durante la noche son:

Deshidratación

La falta de agua en el cuerpo altera el equilibrio electrolítico, dificultando el funcionamiento normal de los músculos.

Déficit de minerales

Bajos niveles de potasio, calcio, magnesio o sodio pueden generar espasmos musculares.

Fatiga muscular

Hacer ejercicio intenso o estar de pie muchas horas durante el día puede provocar sobrecarga muscular.

Posturas incorrectas al dormir

Dormir con las piernas en posiciones que comprimen o tensan los músculos puede desencadenar calambres.

Inactividad física

La falta de movimiento también debilita los músculos y favorece los calambres nocturnos.

Problemas circulatorios

Una circulación deficiente puede hacer que los músculos no reciban suficiente oxígeno y nutrientes.

Compresión de nervios

Problemas en la espalda baja o nervios pinzados pueden causar dolor y espasmos reflejados en las piernas.

Embarazo

Las mujeres embarazadas son más propensas a sufrir calambres por cambios hormonales y aumento de presión sobre los nervios.

Enfermedades neuromusculares

Algunas condiciones médicas pueden causar calambres recurrentes como síntoma.

Uso de ciertos medicamentos

Diuréticos, estatinas, medicamentos para la presión arterial o antidepresivos pueden desencadenarlos.

¿Cómo actuar frente a un calambre nocturno?

Si te despiertas en medio de la noche con un calambre en la pierna, aquí tienes algunos pasos para aliviar el dolor rápidamente:

Estira el músculo afectado

Si el calambre está en el gemelo, estira la pierna y apunta los dedos del pie hacia ti.

Masajea suavemente

Usa tus manos para frotar y relajar el músculo contraído.

Bebe agua

Si crees que puede haber deshidratación, tomar un poco de agua puede ayudar.

Aplica calor

Una bolsa térmica o una toalla caliente puede ayudar a relajar el músculo.

Camina

Levantarte y dar unos pasos ayuda a que el músculo recupere su elasticidad y circulación.

Las consecuencias de los calambres nocturnos

Interrupción del sueño

El dolor repentino puede provocar despertares bruscos y dificultad para volver a dormir.

Riesgo de caídas o lesiones

En personas mayores, un calambre nocturno puede causar una caída si se levantan de manera brusca.

Cansancio diurno

Al no descansar adecuadamente, se acumula fatiga física y mental durante el día.

Dolor muscular

Después de un calambre, el músculo puede quedar adolorido o sensible durante varias horas o días.

Reducción de la movilidad

En casos más serios, los espasmos pueden afectar la capacidad para caminar o moverse con normalidad al día siguiente.

Ansiedad o miedo a dormir

Las personas que sufren calambres nocturnos frecuentemente pueden desarrollar temor a dormirse o a ciertos movimientos.

Consejos para evitar los calambres mientras dormimos

 

 

 

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