Los expertos de Harvard advierten: el motivo por el que debes comprobar el color de tu lengua

El color de la lengua puede ser un indicador importante del estado general de tu salud. Aunque es fácil pasar por alto este órgano muscular, su apariencia a menudo revela más de lo que pensamos. Desde tonos rojizos hasta amarillos o blancos, cada cambio en su color puede estar relacionado con condiciones de salud específicas, algunas de las cuales podrían requerir atención médica inmediata. En su artículo sobre la lengua y sus colores, Harvard Medical School explica cómo observar estos cambios puede ayudarnos a identificar problemas de salud subyacentes y a buscar tratamiento adecuado cuando sea necesario.

En un estado saludable, la lengua suele ser de un tono rosado claro con una textura suave y una ligera capa blanquecina, producto de la mezcla de células muertas, bacterias y restos alimenticios. Sin embargo, diversos factores, como infecciones, deficiencias nutricionales y problemas sistémicos, pueden alterar su color y textura. Entender estas variaciones no solo ayuda a mantener una buena higiene bucal, sino que también proporciona una ventana a nuestra salud en general. El color de la lengua puede verse afectado tanto por factores externos, como el consumo de ciertos alimentos o bebidas, como por condiciones internas más complejas. Por ejemplo, consumir café, té o alimentos con colorantes artificiales puede teñir temporalmente la lengua. Sin embargo, cuando el cambio de color persiste, puede ser señal de un problema de salud que debe investigarse. El color también puede reflejar enfermedades más profundas en el cuerpo. Según Harvard Medical School, ciertas enfermedades infecciosas, metabólicas o autoinmunes pueden manifestarse en la lengua antes de que aparezcan otros síntomas evidentes.

¿Qué indica el color de tu lengua sobre tu salud?

Lengua blanca

Una lengua con una capa blanca o con aspecto pastoso puede ser un signo de candidiasis oral, una infección por hongos causada por el crecimiento excesivo de Cándida albicans. Esta afección es más común en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como aquellas que toman antibióticos prolongados o padecen diabetes.

Además, la lengua blanca también puede ser causada por deshidratación o mala higiene bucal.

Lengua roja

El color rojo brillante de la lengua puede indicar diversas condiciones. En algunos casos, está relacionado con deficiencias vitamínicas, especialmente de vitamina B12 o ácido fólico.

También puede ser un signo de fiebre escarlatina o del síndrome de Kawasaki, una enfermedad rara que afecta principalmente a niños. Si la lengua roja persiste, es importante buscar atención médica para descartar estas u otras afecciones.

Lengua amarilla

Un tono amarillento en la lengua a menudo se asocia con una acumulación de bacterias. Puede ser una señal temprana de problemas hepáticos o de ictericia, especialmente si el tono amarillo se extiende a los ojos o la piel. Mantener una buena higiene bucal y consultar a un médico si el color persiste es fundamental.

Lengua negra y vellosa

Aunque suene alarmante, una lengua negra y vellosa suele ser inofensiva. Este aspecto se debe a la acumulación de células muertas en las papilas gustativas, lo que hace que estas se alarguen y acumulen bacterias o residuos.

Fumar, beber café o no cepillar adecuadamente la lengua puede agravar esta condición. Sin embargo, en casos raros, puede ser un signo de infección o de uso prolongado de ciertos medicamentos.

Lengua pálida

Una lengua pálida o descolorida puede ser un indicador de anemia, especialmente si se acompaña de otros síntomas como fatiga o debilidad. Esta condición se produce cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos saludables para transportar oxígeno.

Consultar con un médico y realizar análisis de sangre es crucial si se observa este cambio.

Cómo cuidar la salud de la lengua

• Mantén una buena higiene bucal: cepillar la lengua diariamente con un cepillo suave o un limpiador específico ayuda a prevenir la acumulación de bacterias y células muertas.
• Hidratación adecuada: beber suficiente agua evita la sequedad bucal, que puede favorecer la acumulación de residuos en la lengua.
• Dieta equilibrada: Según la Organización Mundial de la Salud, consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud bucal.
• Evita irritantes: reducir el consumo de tabaco, alcohol y alimentos procesados puede minimizar el riesgo de cambios en el color de la lengua.

Cuándo consultar a un médico

Si notas cambios persistentes en el color, textura o apariencia de tu lengua, es importante buscar asesoramiento médico. Algunos signos, como una lengua dolorosa, con llagas o acompañada de otros síntomas sistémicos, pueden indicar problemas serios que requieren tratamiento.

Una lengua saludable, un cuerpo saludable

La lengua es más que un órgano relacionado con el habla y el gusto; es un espejo de nuestra salud. Observar regularmente su color y textura, además de mantener una buena higiene bucal, puede prevenir problemas de salud mayores. Como menciona la Harvard Medical School, estar atentos a estos cambios no solo es sencillo, sino también una herramienta poderosa para detectar desequilibrios en nuestro cuerpo y actuar a tiempo. Cuidar la lengua es cuidar nuestra salud integral.