Eosinófilos altos: cómo puedo bajarlos, causas, síntomas y tratamiento

Eosinófilos altos

La sangre es la vida del organismo. En ella se transportan células que cumplen funciones vitales, tal es el caso de los glóbulos blancos, que desempeñan un importante papel en la defensa del cuerpo ante posibles infecciones.

Una manera como los glóbulos blancos cumplen su rol es produciendo células que ayuden a destruir agentes nocivos. A este respecto, los eosinófilos son claves para la respuesta inmunitaria ante infecciones parasitarias y reacciones alérgicas.

Ahora bien, ¿a qué se debe que aumenten en ocasiones y cómo bajarlos? Ya lo veremos.

¿Qué son los eosinófilos?

Los eosinófilos son células sanguíneas que se producen en la médula ósea y se liberan en el torrente sanguíneo. Al formar parte del sistema inmunológico cumplen importantes tareas defensivas.

Estos tipos de glóbulos blancos constituyen casi el 7% de las células sanguíneas en general.

Funciones de los eosinófilos

Las principales funciones de los eosinófilos son:

¿Cuáles son los valores normales de los eosinófilos?

Esta clase de glóbulos blancos o leucocitos suele activarse ante la aparición de microorganismos dañinos para el organismo o como respuesta a reacciones alérgicas. 

Los valores de referencia de los eosinófilos son 40 a 400/mm³ y representan entre 1 y 3% del porcentaje total de células blancas en el cuerpo.

Hay que considerar, sin embargo, que estos rangos considerados normales puede fluctuar de acuerdo a la edad, sexo, hábitos alimenticios y el tipo de muestra que se practique al paciente.

¿Por qué pueden estar altos los eosinófilos?

Al recuento elevado de eosinófilos en sangre se le conoce como eosinofilia. Los especialistas de la salud consideran que existe eosinofilia cuando los valores superan el límite superior del rango considerado normal. 

Esto puede ser indicación de varias condiciones, entre ellas:

Síntomas que indican que los valores de eosinófilos están altos

Los síntomas de la eosinofilia varían según la causa subyacente. A continuación se mencionan los síntomas más comunes:

Diagnóstico de la eosinofilia

Un recuento alto de eosinófilos, por sí solo, no significa necesariamente que haya un problema. Sin embargo, es importante acudir a un médico para que investigue las posibles causas y determine el tratamiento adecuado. 

Si el paciente presenta un recuento alto de eosinófilos, el especialista de la salud consultará los síntomas y antecedentes médicos, y posteriormente puede realizar pruebas como un hemograma, pruebas de alergia, de orina y heces, así como algunas radiografías.

El diagnóstico de la eosinofilia se dará en función de los niveles altos de estas células, ya sea que se trate del corazón, el intestino grueso, el intestino delgado, los pulmones, el esófago o el estómago.

Para que se diagnostique eosinofilia, los valores de los eosinófilos deben estar por encima de 500 eosinófilos por µL de sangre. Se considera eosinofilia leve los rangos comprendidos entre 400 y 1500/µl, moderada cuando oscila entre 1500-5000/µl y grave cuando excede de 5000/µl.

¿Cómo bajar los niveles de los eosinófilos?

Los médicos evalúan con suma atención la historia clínica del paciente junto con las pruebas complementarias que se hayan realizado a fin de hacer su prescripción.  

El tratamiento se centra en abordar la causa de la eosinofilia. Por lo tanto, este variará en función del origen del trastorno. 

Las recomendaciones que dan la mayoría de los médicos son estas:

Los eosinófilos forman parte del importante mecanismo de defensa de nuestro organismo. Cuando sus niveles se elevan hay que averiguar su causa de inmediato, de esta manera podrán adoptarse las medidas pertinentes.

Bibliografía

Salir de la versión móvil