Adiós a la grasa: la clave de una experta en nutrición para adelgazar sin dieta ni ejercicio

Adelgar

Adiós a la grasa: la clave de una experta en nutrición para adelgazar sin dieta ni ejercicio

Todos pensamos en qué forma poder adelgazar y desinflamar el cuerpo. Comer bien y hacer ejercicio son dos básicos, pero hay más cosas importantes para decir adiós a la grasa. Es el caso de los baños de agua fría, pues al sumergirte en agua fría, tu cuerpo reacciona y activa mecanismos de defensa que favorecen la quema de grasa y la recuperación muscular. Se trata de una técnica ancestral utilizada en diversas culturas, que resulta muy eficaz para reducir la inflamación corporal, mejorar la circulación sanguínea y estimular el metabolismo. A su vez, diferentes especialistas e instituciones aconsejan que la exposición controlada al frío tiene un impacto positivo en la pérdida de peso.

Desde el Clínica Mayo indican que el agua helada puede tener un efecto positivo en la recuperación después del ejercicio, al reducir la inflamación y el dolor muscular. También ayuda a desarrollar resiliencia, restablecer el equilibrio del sistema nervioso y mejorar la función cognitiva y el estado de ánimo. Tras practicar ejercicio de manera algo más  exigente, los baños de agua fría y las inmersiones ayudan a reducir el daño muscular inducido por el ejercicio. Los expertos aseguran que los beneficios se deben a la rápida constricción de los vasos sanguíneos y reducir la grasa, gracias al agua fría. «El frío puede desencadenar reacciones en el cuerpo, como disminución de la actividad metabólica, alteraciones en la producción hormonal y el flujo sanguíneo, y activación del sistema inmunitario», explican médicos de la Clínica Mayo.

La clave de una experta para acabar antes con la grasa

En el podcast, Sr. Wolf, presentado por el periodista Juan Ramón Lucas, la farmacéutica y nutricionista Boticaria García, especifica qué podemos hacer para acabar con la grasa antes: hay tres cosas básicas, comiendo más verde, no comer mucho y moverse, «especialmente haciendo ejercicio de fuerza podemos bajar la inflamación». Si haces 10-15 minutos de ejercicio de fuerza cada día ya hay beneficios metabólicos, según García.

El propio Lucas comentó que cada día se baña en agua fría. García respondió que el agua fría puede tener efectos positivos, hay evidencia, «no hace falta meterte en agua helada, puedes dar por las mañanas un paseo, hay más posibilidades». Para la experta es un truco más dentro de un estilo de vida saludable, «el frío te puede ayudar, ¿es la clave? No, si te metes en agua fría pero no comes bien, ni te mueves, no va a servir, lo que importa son los hábitos, movimiento.,. y si a esto le añades cosas positivas, mejor, como si añades un suplemento».

Tanto periodista como Boticaria García comentan que los baños de frío es una moda, y como todas, debes tener cuidado. “La cuestión es que hay una parte de ciencia, tiene más glamour el agua fría que hablar de acelgas. Esto no genera un esfuerzo, pero claro no adelgazarás”.

Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el frío es capaz de producir reacciones fisiológicas en el organismo, cuyos resultados se utilizan como tratamiento sintomático para algunas enfermedades. En ese sentido, afirman que la aplicación de frío a nivel local o sistémico con fines terapéuticos se denomina crioterapia.

Analgésico y antiinflamatorio

La temperatura de la piel desciende por debajo de los 15ºC (sin bajar de los 5-7ºC), lo que desacelera la conducción nerviosa y con ello la disminución del dolor de forma local. Así que es beneficioso como antiinflamatorio.

Además, el frío limita la liberación de sustancias inflamatorias por las células, haciendo que las reacciones musculares sean menos intensas. Durante la inflamación se produce una dilatación de los vasos sanguíneos, que se contrarresta con la vasoconstricción secundaria a la aplicación del frío, disminuyendo el calor y el edema.

Otro efecto es el aumento del ritmo cardiaco y la liberación de neurotransmisores como la adrenalina y la noradrenalina. Los baños de agua fría se utilizan como tratamiento de lesiones musculoesqueléticas en procesos inflamatorios agudos, como por ejemplo los esguinces de tobillo o roturas musculares, o ante contusiones y traumatismos.

Recuperación muscular y circulación sanguínea

La terapia de inmersión en agua fría para reducir la grasa alivia la sensación de fatiga y favorece la relajación del músculo. También genera una mejora de la circulación periférica de las extremidades.

«El frío disminuye la dilatación de las venas, favoreciendo el retorno de la sangre al corazón, algo beneficioso para patologías como la insuficiencia venosa crónica y las varices», afirman médicos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.

Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés

Los expertos de los Hospitales Continentales informan que las duchas frías se han relacionado con la reducción de los niveles de estrés y una mejora del estado de ánimo.

«El impacto del agua fría desencadena la liberación de endorfinas, a menudo llamadas «hormonas del bienestar», que pueden aliviar la ansiedad y la depresión». Y además,  recomiendan esta técnica porque la respiración profunda inducida por la inmersión en agua fría ayuda a calmar la mente y proporciona mayor relajación y claridad mental.

El impacto de los baños de agua fría en la pérdida de peso

La Revista Europea de Fisiología Aplicada asegura que los baños de agua fría son un método complementario para la recuperación muscular, la mejora del sistema inmune y la pérdida de peso.

Los expertos indican que el mecanismo principal que favorece el adelgazamiento es la activación de la grasa parda, un tipo de tejido graso que genera calor al quemar calorías, tal como establecía Boticaria García en el podcast. Esta termogénesis inducida por el frío puede incrementar el gasto energético basal del cuerpo.

«La exposición al frío puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la inflamación y modular los niveles de cortisol, lo que favorece la regulación del peso corporal», afirman.

Desde los Hospitales Continentales explican que la exposición al frío estimula el cuerpo a generar calor, produce un aumento del metabolismo y mejora el control del peso si se combina con una dieta equilibrada y ejercicio. Ahora bien, todo ello debe estar acompañado de un estilo de vida saludable y recomendado por el médico.

 

Salir de la versión móvil