Contenido
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- 0.2 Los crucigramas están bien, pero esta rutina de 15 minutos diarios también evita el declive cognitivo: lo afirma Sanitas
- 0.3 Los rasgos que tienen las personas que amontonan ropa en la silla, según los psicólogos
- 1 Olvidar nombres no es por la memoria
Con la llegada de cierta edad, muchas personas comienzan a notar que olvidan con frecuencia los nombres de personas conocidas, actores, lugares o incluso familiares. Este cambio suele generar preocupación, ya que se asocia rápidamente con problemas de memoria o deterioro cognitivo. Sin embargo, los neurólogos señalan que olvidar nombres no es por la memoria sino con funciones específicas del lenguaje. Aun así, es fundamental no ignorarlo.
Top Doctors explica que «si bien es cierto que los problemas de memoria suelen ser una forma de presentación habitual de la enfermedad de Alzheimer, solo una pequeña parte de las personas que consultan por este motivo recibirán el temido diagnóstico». Olvidar nombres propios está más relacionado con el lenguaje que con la memoria en sí. Los nombres propios son unidades únicas sin contexto semántico fuerte (como sí lo tienen palabras como “silla” o “perro”), lo que los hace más vulnerables a bloqueos en el acceso al léxico. “La gran mayoría de las personas usan diferentes áreas cerebrales para procesar el lenguaje (áreas representadas en color violeta en la imagen)”, aseguran. Este fenómeno, conocido como «anomia», se incrementa con la edad debido a una disminución en la velocidad de procesamiento y a la fatiga mental. No necesariamente implica una enfermedad neurodegenerativa, pero sí puede ser una señal de alerta si va acompañado de otros síntomas, como desorientación o dificultad para expresarse.
Olvidar nombres no es por la memoria
Las consecuencias del olvido frecuente de nombres pueden ser sociales, laborales y emocionales: desde frustración hasta aislamiento. Por ello, abordarlo a tiempo con ayuda profesional es clave para conservar una buena calidad de vida.
Las causas de olvidar los nombres, según la neurología
Según especialistas en neurología y neuropsicología, olvidar nombres propios está más vinculado a dificultades en el lenguaje que a fallos de memoria general. Las principales causas incluyen:
- Anomia: dificultad específica para recordar nombres o palabras. Es un tipo de afasia leve que afecta el acceso a palabras específicas, especialmente nombres propios.
- Fatiga mental: el cansancio cognitivo puede reducir la agilidad verbal y bloquear la recuperación de palabras.
- Estrés o ansiedad: tales estados mentales consumen recursos cognitivos que normalmente se usarían para la recuperación del lenguaje.
- Multitarea y distracción constante: vivir en un estado de atención fragmentada afecta la consolidación y recuperación de nombres.
- Envejecimiento normal del lenguaje: con la edad, disminuye la velocidad de procesamiento verbal y lexical.
- Consumo de medicamentos: algunos fármacos pueden alterar funciones cognitivas como la fluidez verbal.
- Microinfartos o pequeños eventos vasculares cerebrales: en algunos casos, pueden afectar zonas específicas del lenguaje sin generar síntomas más evidentes.
Las consecuencias de olvidar nombres
Aunque este olvido pueda parecer algo menor, las consecuencias pueden ser importantes en distintos ámbitos de la vida:
- Frustración personal: puede generar inseguridad, ansiedad o sentimiento de incompetencia.
- Dificultades sociales: no recordar nombres puede afectar la interacción con otros y generar vergüenza en contextos sociales.
- Impacto laboral: en profesiones que implican trato con muchas personas, este tipo de olvido puede generar malentendidos o pérdida de autoridad.
- Autoexclusión progresiva: el miedo a equivocarse o no recordar puede llevar a evitar reuniones o bien otros eventos.
Tratamientos para prevenir el olvido nombres
La prevención juega un papel clave. Si bien no siempre es posible evitar completamente estos episodios, sí se pueden reducir con estrategias adecuadas:
- Evaluación neurológica o neuropsicológica periódica: detectar a tiempo signos de deterioro o cambios en el lenguaje.
- Entrenamiento cognitivo dirigido: ejercicios enfocados en la fluidez verbal, memoria semántica y asociación de nombres con imágenes.
- Estimulación del lenguaje: lectura frecuente, escritura, juegos de palabras y conversaciones con variedad de temas.
- Atención a la salud vascular y metabólica: ya que el cerebro depende de un buen riego sanguíneo para su funcionamiento.
Métodos para tratar esta pérdida de memoria momentánea
- Terapia del lenguaje: sesiones con fonoaudiólogos o terapeutas del lenguaje ayudan a recuperar y reforzar el acceso léxico.
- Asociación visual: relacionar el nombre con una característica visual destacada (ropa, voz, rostro).
- Repetición activa: repetir nombres en voz alta al conocer a alguien nuevo para fijarlos mejor.
- Listas y diarios personales: registrar nombres y descripciones ayuda a crear una base de referencia.
- Aplicaciones de entrenamiento cognitivo: plataformas digitales con ejercicios específicos para trabajar lenguaje y memoria verbal.
Consejos y recomendaciones
Mantener la mente activa a través de la lectura, juegos mentales o aprender cosas nuevas.
- Dormir bien: el descanso consolida la información adquirida y mejora el rendimiento verbal.
- Evitar el aislamiento: las conversaciones frecuentes son una excelente forma de entrenar el lenguaje.
- Hablar más lento: permite buscar mejor las palabras y reduce el estrés verbal.
- No fingir recordar: es mejor pedir que repitan el nombre antes que fingir saberlo.
Otros hábitos saludables
- Dieta equilibrada: rica en ácidos grasos Omega-3, frutas, vegetales y antioxidantes.
- Ejercicio físico regular: mejora la oxigenación cerebral y reduce el estrés.
- Hidratación adecuada: la deshidratación leve puede afectar la cognición.
- Chequeos médicos regulares: especialmente para controlar hipertensión, colesterol y glucosa.