Contenido
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- 0.2 «He decidido dejar la enseñanza tras 27 años. Hay alumnos de bachillerato que no saben la tabla de multiplicar»
- 0.3 El significado de caminar muy rápido aunque no llegues tarde, según los psicólogos
- 1 Qué significa que tu hijo te llame por tu nombre en vez de mamá
Cuando un hijo decide llamarte por tu nombre en lugar de utilizar el término “mamá”, es común que surjan dudas, incomodidades o incluso preocupaciones sobre lo que significa esta conducta. Muchas madres pueden interpretar este gesto como un posible signo de rebeldía, de falta de apego o de pérdida de respeto. Sin embargo, el fenómeno es más complejo y presenta factores psicológicos y sociales. Estos se vinculan con el desarrollo de la identidad del niño, la manera en que se forman las relaciones familiares y la influencia de los entornos educativos y culturales. Según establecen variedad de instituciones especializadas en infancia y psicología, no siempre es una señal negativa y, en ocasiones, puede reflejar procesos naturales del crecimiento, de imitación de modelos externos o de exploración de límites.
Es necesario analizar los diferentes contextos en los que ocurre esta situación para comprenderla. Durante la infancia y la adolescencia, los hijos suelen tener cambios en su lenguaje y cómo perciben a sus figuras parentales. En ese sentido, llamar a la madre por su nombre en vez de mamá puede ser una forma de autonomía, marcar distancia o reproducir lo que observan en la escuela y en sus relaciones sociales. Según expertos en psicología evolutiva de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), los niños suelen probar diferentes maneras de dirigirse a los adultos como parte de la construcción de su identidad y del ensayo de roles sociales. «En algunos casos, el uso del nombre de pila es un recurso para expresar cercanía y reconocimiento de la madre como persona individual, no solo como figura materna», mencionan. En otros, se asocia a etapas de desafío típicas de la adolescencia, donde se buscan límites y se redefine la relación con la autoridad. Para las autoridades de la UAM, lo importante es interpretar este gesto desde una mirada amplia, sin caer en conclusiones precipitadas, ya que puede significar tanto afecto como tensión.
Qué significa que tu hijo te llame por tu nombre en vez de mamá
Cuando un niño llama a su madre por su nombre, puede estar expresando un deseo de independencia. Al dejar de usar la etiqueta “mamá”, que lo vincula directamente a la relación filial, el niño marca una diferencia entre él y su progenitora. Este acto forma parte de la necesidad de reconocerse como individuo autónomo.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), a medida que los niños crecen, buscan diferenciar sus vínculos afectivos y prueban nuevas formas de comunicación para establecer su lugar en la familia y en la sociedad. Y como decimos tiene variedad de interpretaciones, no siempre es algo negativo.
El entorno en el que el niño se desenvuelve es determinante. En el colegio, los compañeros y profesores se refieren a las madres por su nombre y esto puede motivar que los hijos adopten esa forma de dirigirse a ellas. De ahí que dejen de usar el término mamá.
Desde la Comisión Europea de Educación y Cultura comentan que la exposición a contenidos digitales, donde los roles familiares se muestran con mayor horizontalidad, contribuye a que los niños imiten estos patrones.
«Los cambios en los modelos familiares contemporáneos fomentan interacciones más igualitarias, lo que se refleja en un lenguaje menos jerárquico», aseguran los especialistas.
¿Por qué es necesario diferenciar entre juego y desafío en los hijos?
No todos los casos de esta conducta tienen el mismo origen. A veces, el uso del nombre en lugar de “mamá” responde a un juego lingüístico o a la curiosidad por experimentar. Por lo tanto, el gesto no implica una pérdida de respeto, sino más bien una forma lúdica de probar distintas formas de comunicación.
Sin embargo, cuando aparece de manera constante en la adolescencia, puede estar relacionado con actitudes de desafío. Para expertos de la Universidad de Barcelona, la adolescencia es una etapa en la que los jóvenes cuestionan las figuras de autoridad, por esto no siempre les hacen caso y pueden llegar a cambiar la manera de llamar a la madre puede ser una estrategia para marcar distancia.
¿Cómo responder cuando tu hijo te llame por tu nombre y no mamá?
La reacción de la madre frente a este comportamiento es clave. Una respuesta desmesurada puede reforzar la actitud, mientras que una actitud de calma y reflexión ayuda a mantener el vínculo afectivo.
«Es recomendable hablar con tu hijo, preguntarle qué siente al llamarte por tu nombre y explicar lo que significa la palabra “mamá” en la relación familiar», sugieren los expertos. A su vez, indican que este tipo de diálogo no solo aporta claridad en la situación, sino que también fortalece la comunicación y el entendimiento mutuo.
¿Por qué es importante mantener el equilibrio afectivo en el diálogo?
La aceptación de que los hijos exploran nuevas formas de nombrar no significa ceder en la autoridad ni perder el rol de madre. «Se trata de equilibrar el respeto con la comprensión, mostrando apertura sin perder los límites necesarios», afirman desde Asociación Española de Pediatría.
Según los psicólogos infantiles del Hospital Universitario La Paz, cada caso debe evaluarse de manera individual, considerando la etapa del desarrollo y la dinámica familiar. También dan a conocer que entenderlo desde una perspectiva amplia es importante. Todo ello debe contemplar la influencia social y la dinámica familiar para lograr acompañar a los hijos con mayor serenidad.
«Más que temer al cambio en las palabras, como ya no decir mamá, lo importante es preservar la calidad del vínculo, basada en la confianza, el respeto mutuo y el reconocimiento del otro como individuo único», concluyen.
Y ello no quiere decir que no digan esta palabra nunca más. pueden volver a ella en cualquier momento de esta etapa que están viviendo. En todo caso, consulta con amigos o familiares sobre este tema, pues puede ayudarte a ver si es algo común o personal. Y ya cuando el problema persisten en el tiempo, es necesario acudir a profesionales de la psicología.
Entender y valorar este vínculo puede marcar la diferencia en el desarrollo emocional de los hijos, construyendo relaciones familiares más fuertes y saludables.