Contenido
- 0.1 Qué significa que una persona hable de ella misma todo el rato «yo, yo y yo», según los psicólogos
- 0.2 Todos hacen sudokus, pero hay un ejercicio más sencillo para que los mayores de 60 años tengan la mente ágil
- 0.3 Este el significado del ‘volcel’: ¿Qué es esta tendencia de moda y qué implica?
- 1 Si tu suegra dice algunas frases, quizás no sea tan bueno
Las relaciones familiares suelen atravesar múltiples situaciones que producen diversas emociones y, en ocasiones, requieren la presencia de límites. En ese contexto, una frase como «no le cuentes esto a tu madre», que suelen expresar las suegras a sus nietos, puede cobrar un significado más profundo y determinante. Según psicólogas e instituciones académicas, no se trata solo de un comentario espontáneo o una broma sin importancia. Por el contrario, consideran que si tu suegra te dice esta frase revela tensiones subyacentes entre generaciones. A su vez, evidencia distintos modos de entender la autoridad, la maternidad y el rol familiar.
La expresión la suegra “no le cuentes esto a tu madre” sitúa a los niños en una posición incómoda, donde la lealtad y la confianza se ven puestas a prueba sin que ellos comprendan por qué. En este sentido, cuando una abuela pide a sus nietos que guarden un secreto frente a su madre, lo que se genera no es únicamente una falta de comunicación, sino una fractura emocional dentro del sistema familiar. Según explica la psicóloga Alicia González en su cuenta de Instagram, detrás de este tipo de actitudes suele haber una necesidad de control o protagonismo. «No es una manía ni una exageración, es una respuesta legítima ante una persona que cruza límites, sabotea la autoridad y socava la confianza como madre». González comenta que, en muchos casos, la suegra no actúa desde el afecto, sino desde la dificultad para aceptar que su hijo ha formado su propio núcleo familiar. A su vez, advierte que cuando una figura externa interfiere de ese modo, lo que se pone en riesgo es la estructura emocional que da seguridad a los niños.
Si tu suegra dice algunas frases, quizás no sea tan bueno
El gesto de decir “no le cuentes esto a tu madre” puede parecer un intento de complicidad afectiva o una forma de mantener una relación cercana con los nietos. Sin embargo, desde un punto de vista psicológico, también puede entenderse como una forma de triangulación emocional, es decir, involucrar a un tercero (el niño) en un conflicto que en realidad pertenece a los adultos.
La Universidad de Navarra advierte que los abuelos juegan un papel fundamental en la transmisión de valores y el acompañamiento emocional, pero su influencia debe darse dentro del respeto a la autoridad de los padres. «Cuando se rompe ese equilibrio, aunque sea mediante gestos sutiles, se produce un conflicto de poder que impacta directamente en los menores», mencionan los expertos.
Además, advierten que el límite entre la confianza y la manipulación se vuelve difuso cuando se introduce la noción del secreto. Por lo tanto, quien comparte un secreto con un niño le otorga, simbólicamente, una responsabilidad que no le corresponde.
De acuerdo al Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, fomentar secretos entre menores y adultos fuera de un marco lúdico o educativo puede generar ansiedad, sentimientos de culpa y confusión emocional.
«El niño, al no saber si debe o no contar lo que ocurrió, puede desarrollar comportamientos contradictorios: mentiras, evasión o silencio ante sus padres, lo que deteriora la comunicación familiar», aseguran.
¿Cuáles son los efectos en la relación entre padres e hijos?
El impacto de estas conductas no se limita al vínculo entre nuera y suegra. En realidad, el mayor riesgo se proyecta sobre la relación entre los padres y los hijos. Los niños aprenden a confiar observando la coherencia de los adultos más cercanos.
La Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS) subraya que la confianza y la transparencia en el hogar son esenciales para el desarrollo emocional. Si se debilitan, el niño puede interiorizar la idea de que no es seguro expresar lo que siente o piensa.
A nivel emocional, esto puede traducirse en una sensación de culpa o lealtad dividida: el niño siente que traiciona a una figura si obedece a la otra. «A largo plazo, estas dinámicas pueden fomentar la desconfianza hacia los padres o incluso dificultades en la regulación emocional», indican miembros de SEPCyS.
Los especialistas recomiendan abordar estas situaciones explicando al niño que en la familia no hay temas prohibidos y que puede hablar de todo sin temor. De esa manera, se refuerza el vínculo de seguridad que toda relación materna o paterna necesita.
¿Cuál es el papel de la pareja, la suegra y los límites saludables?
Otro aspecto esencial en este tipo de conflictos es el rol de la pareja. Cuando la madre percibe que su autoridad es socavada por la suegra, necesita contar con el apoyo de su compañero.
Para Alicia González, no es la madre quien debe educar a la suegra, sino el hijo quien debe establecer límites claros. Además, asegura que la falta de intervención del cónyuge puede intensificar el malestar, generando sentimientos de abandono o desprotección emocional.
González destaca que no significa excluir a los abuelos ni negar su vínculo con los nietos, sino garantizar que la comunicación se mantenga de manera abierta y honesta.