Contenido
- 0.1 Un estudio revela el sistema educativo que mejora la memoria y la lectura en niños, pero apenas se usa en España
- 0.2 Qué significa cuando alguien camina muy deprisa: la psicología confirma esto
- 0.3 Una experta en medicina y doctora española: «Este microhábito rebaja tu tensión nerviosa en sólo 60 segundos»
- 1 Cómo eres si la Navidad te da depresión
Para muchas personas la Navidad no es sinónimo de fiesta, sino de tristeza. Si la Navidad te da depresión, tendrás unos rasgos específicos y puedes hacer varias cosas para poder solventarlo. Igualmente, si es algo pasajero, la preocupación no debe ser muy importante porque se pasa, es temporal, solo es unos días y luego se sigue con la vida diaria.
Según explica la psicóloga Carolina Lozano, muchas personas viven la Navidad con desmotivación porque se activan recuerdos, expectativas y comparaciones que no siempre resultan agradables. En este sentido, quienes muestran dificultades para regular sus emociones pueden ser más sensibles al estrés propio de estas fechas, lo que incrementa la probabilidad de experimentar tristeza e irritabilidad. Es frecuente el Trastorno Afectivo Estacional, el denominado Síndrome del Grinch (caracterizado por una aversión intensa a todo lo navideño), el “Síndrome de la silla vacía”, entre otros.
Según Cigna, muchas personas ya de por sí tienen vidas muy estresantes o están solos y la presión adicional que producen estas fechas navideñas puede terminar produciendo niveles de estrés muy altos, tristeza, nostalgia, alteraciones del sueño, depresión o ansiedad.
Para evitarlo, en el caso de aquellos que no paran quietos es necesario aprender a poner límites y a decir que no para evitar el estrés que produce la organización de las grandes reuniones familiares y el consumismo excesivo derivado de regalos y aguinaldos.
Para María Sánchez, e-Health Medical Manager de Cigna España afirma que «la Navidad puede ser una época maravillosa, pero no todo es positivo. En estas fechas es importante que se preste especial atención a la salud mental para que no derive en un problema grave. Hay personas que pueden desarrollar depresión incipiente o pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial, cuyos síntomas pueden empeorar».
- Tristeza o nostalgia intensa, a veces sin una razón clara.
- Agotamiento emocional, muchas personas no tienen energía y se sienten agotadas por intentar estar bien.
- Sensación de aislamiento, incluso estando acompañado.
- Irritación o rechazo hacia los rituales navideños.
- Recuerdos dolorosos de personas que ya no están.
- Ansiedad por reuniones familiares.
- Sensación de que todos están felices menos tú, lo que puede generar culpa o frustración
Según Mabonatur, se pueden hacer varias cosas para intentar pasar mejor estos días festivos.
- Menos comprar y más disfrutar. Se curiosa/o sobre la vida y lo que la rodea, prueba cosas nuevas, escucha plenamente a los demás.
- Paciencia y generosidad. Quiérete, pero quiere también a los demás. La vida es como un boomerang y todo lo que das, se devuelve.
- Pasea y respira o medita. Pasear durante media hora prestando atención a los sonidos, a la luz que nos envuelve, a todas las sensaciones del cuerpo, etc.… El ancla del bienestar es la respiración, es lo más sencillo para relajarse y encontrarse con uno mismo, no necesitas nada, más que concentrarte en ella unos minutos.
- Descansa y retoma tus hobbies. No dejes que los días de vacaciones te pasen por encima ¡los has esperado todo el año! Y puede ser un momento perfecto para hacer algo que hace tiempo dejamos abandonado como escribir en un diario.
- Atención plena cuando comes. Dado que durante estas fiestas es difícil escapar de las copiosas cenas y comidas, podemos aprovechar para hacer un verdadero ejercicio de ‘mindfulness’.
Mientras que hay más hábitos que ayudan a que estas fiestas sean más llevaderas
La psicóloga Cristina Rocafort ofrece estrategias para afrontar estas fechas con mayor bienestar. En primer lugar, invita a validar las emociones, reconociendo que no sentirse bien en Navidad no es anormal ni vergonzoso. Por lo tanto, afirma que es esencial respetar los propios límites.
La NIHCM Foundation destaca en sus guías sobre salud mental que validar las emociones personales —sin intentar encajarlas en lo que “debería sentirse”— es una herramienta clave para prevenir la ansiedad y la depresión estacional. No se trata de negar la Navidad, sino de encontrar una manera de vivirla que sea coherente con tu momento vital. Quizá eso implique pasarla en calma, reducir compromisos sociales o simplemente permitirte estar como estás.
Buscar conexión sin forzarla
No todo contacto social tiene que ser festivo. A veces basta con compartir un café tranquilo con alguien de confianza o enviar un mensaje sincero. Si la tristeza o la apatía son muy intensas, pedir ayuda profesional también es una opción válida y valiente.






