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La educación de los perros ha evolucionado significativamente con el tiempo, pasando de ser animales de trabajo o vigilancia a convertirse en miembros plenos de muchas familias. Hoy, el vínculo entre humanos y perros se basa en la cercanía emocional y la convivencia cotidiana. Los humanos han desarrollado formas variadas de comunicarse con sus mascotas, que van desde comandos básicos hasta un lenguaje emocional más complejo. En este contexto, no es raro encontrar personas que hablan con su perro como si fuera humano, usando frases completas, tono afectivo y conversaciones diarias.
La Dra. Katie Slocombe del Departamento de Psicología de la Universidad de York, explica en un estudio publicado en la revista Cognición Animal que «se cree que un registro especial de habla ayuda a la adquisición del lenguaje y mejora la forma en que un bebé humano se vincula con un adulto. Esta forma de hablar comparte algunas similitudes con la forma en que muchos seres humanos hablan con sus perros». Hablarle a un perro como si fuera humano no es solo una curiosidad; dice mucho sobre la personalidad del tutor. Las personas que practican esta forma de comunicación suelen ser altamente empáticas, sensibles y con una gran necesidad de vínculo emocional. También suelen mostrar niveles elevados de inteligencia emocional y una visión más humanizada del mundo animal.
Cómo son quienes hablan a su perro como si fuera un humano
Esta actitud se traduce en una relación afectiva más fuerte con sus perros, quienes, al recibir este tipo de atención y lenguaje, responden con conductas más conectadas, como mayor contacto visual, respuesta a tonos emocionales y comportamientos de apego más marcados.
Esta dinámica potencia una convivencia más armoniosa, aunque también requiere ciertos cuidados para no generar confusión o dependencia emocional excesiva.
La comunicación humano-perro
A lo largo de los años, la forma en que criamos y convivimos con nuestros perros ha cambiado radicalmente. Lo que antes era una relación funcional (pastores, guardianes o cazadores) ha evolucionado hacia un vínculo emocional profundo. Hoy en día, los perros son considerados miembros de la familia, y esa cercanía ha transformado la manera en la que nos comunicamos con ellos.
Más allá de los comandos básicos como “sentado” o “ven”, muchas personas establecen con sus mascotas una forma de diálogo cotidiano, usando un lenguaje afectivo, expresiones emocionales y hasta conversaciones completas. Esta forma de interacción revela mucho sobre nosotros y sobre cómo entendemos la relación con los animales.
¿Por qué hay personas que le hablan a su perro como humanos?
No es extraño escuchar a alguien decirle a su perro: “¿Cómo te fue hoy?” o “No muerdas eso, ya te lo dije mil veces”. Esta costumbre va más allá del simple cariño; es una expresión de humanización que refleja nuestras emociones, nuestras necesidades de conexión y, en muchos casos, una forma de proyectar sentimientos.
Algunas personas lo hacen por hábito, otras porque consideran que su perro entiende más de lo que aparenta, y otras tantas porque encuentran en su mascota un confidente leal y sin juicios.
Las personas que tienden a hablar con su perro de esta forma suelen compartir ciertas características psicológicas y emocionales. Algunos de los rasgos más comunes incluyen:
- Alta empatía: tienen una gran capacidad para ponerse en el lugar de los demás, incluso de sus mascotas.
- Sensibilidad emocional: son personas emocionalmente conectadas y expresivas.
- Imaginación activa: tienden a crear narrativas internas y diálogos, incluso con seres que no responden verbalmente.
- Inteligencia emocional elevada: manejan bien sus propias emociones y entienden las de los demás.
- Cariño y ternura natural: tienden a crear narrativas internas y diálogos, incluso con seres que no responden verbalmente.
- Necesidad de vínculos afectivos: buscan relaciones cercanas y significativas.
- Introversión o tendencia a la reflexión: algunas personas introvertidas encuentran en sus mascotas un canal para expresar pensamientos o sentimientos que no siempre comunican a otros humanos.
Consejos si hablas con tu perro como si fuera un humano
Hablar con tu perro como si fuera una persona no es negativo, pero es importante tener en cuenta algunas pautas para no confundir o sobreestimular al animal:
- Evita humanizar en exceso comportamientos naturales del perro (como oler, morder, ladrar).
- Usa siempre el mismo tono para mandos importantes.
- No reemplaces la disciplina necesaria con conversaciones emocionales.
- Combina el lenguaje verbal con el lenguaje corporal.
- Observa si tu perro responde positivamente o si se muestra confundido.
- Evita hablarle solo cuando estas molesto. Háblale también cuando esté haciendo algo bien.
- Respeta sus tiempos y espacios. Evita sobrecargarlo emocionalmente
Además de hablarle como humano, existen hábitos que pueden mejorar la relación con tu perro y hacer que la comunicación sea más efectiva y equilibrada:
- Juegos de inteligencia: estimulan su mente y mejoran la conexión.
- Ejercicio físico diario: caminar juntos fortalece el vínculo.
- Rutinas estables: los perros valoran la previsibilidad.
- Entrenamiento positivo basado en recompensas.