Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son momentos ideales para generar encuentros familiares y disfrutar de platos exquisitos. Uno de los rituales característicos es preparar la decoración del hogar con accesorios alegres y conmemorativos de la ocasión. En este sentido, que una persona ponga pronto el árbol de Navidad en casa se ha convertido en una tendencia cada vez más frecuente. Esto se debe a que muchas personas deciden adelantar la decoración navideña buscando extender la sensación de calidez, alegría y nostalgia que caracteriza esta época. Sin embargo, esta costumbre no solo responde a un deseo emocional, sino que también tiene fundamentos psicológicos y sociales.
Según diversas instituciones, decorar temprano tu casa puede interpretarse como un mensaje hacia los demás, una herramienta de bienestar emocional y una forma de reforzar tradiciones personales y familiares. El acto de decorar con anticipación despierta emociones que muchas personas asocian con recuerdos positivos, como reuniones familiares o experiencias infantiles llenas de ilusión. Para Psychology Today, los estímulos propios de la Navidad a través de las luces, colores, aromas y la música activan áreas cerebrales vinculadas con la nostalgia, lo que genera bienestar y sensación de conexión emocional. Por otro lado, especialistas de Science Direct señalan que las decoraciones navideñas visibles desde el exterior pueden funcionar como señales sociales, transmitiendo amabilidad y accesibilidad a los vecinos. «En un contexto donde la convivencia urbana suele ser distante, decorar pronto puede actuar como un puente simbólico hacia la interacción social», menciona los expertos. Además, miembros de Christmas Tree World explican que el creciente impacto de las redes sociales y las tendencias estéticas ha impulsado a muchas personas a adelantar este ritual, motivadas por el deseo de prolongar la magia navideña.
Adelantar la decoración navideña puede tener un fuerte impacto en el estado de ánimo. Según Psychology Today, actuar como si ya se estuviera en una etapa festiva puede inducir emociones positivas reales y se trata de un concepto vinculado a la terapia cognitivo-conductual.
«Preparar el árbol, ordenar los adornos o buscar esa decoración emblemática de la infancia activa recuerdos que, si bien pueden resultar nostálgicos, refuerzan la sensación de conexión con seres queridos del pasado y del presente», explican. Por esto, la decoración temprana también tiene un significado social. Los especialistas de Science Direct indican que los hogares decorados para Navidad tienden a percibirse como más amigables, acogedores y abiertos al contacto.
«Para quienes tienen pocos vínculos dentro del vecindario, la decoración exterior funciona como una señal de accesibilidad», aseguran. Por lo tanto, poner el árbol pronto y decorarlo desde el principio de la temporada festiva amplía el tiempo durante el cual los vecinos pueden percibir ese mensaje, reforzando la sensación de cohesión comunitaria.
Según información de Christmas Tree World, el fenómeno de adelantar la decoración del árbol de Navidad también se vincula con la cultura digital. «Las redes sociales desempeñan un papel clave al generar inspiración constante a través de imágenes de hogares decorados desde noviembre», sostienen.
Así, se crea un clima de anticipación colectiva que impulsa a las personas a sumarse antes al espíritu festivo. Además, la popularidad de los árboles artificiales ha facilitado esta práctica, ya que no poseen las limitaciones de durabilidad de los árboles naturales.
Los detalles del árbol natural y artificial
El tipo de árbol influye directamente en el momento adecuado para colocarlo. Tal como explica Christmas Tree World, los árboles artificiales pueden montarse en cualquier fecha, ya que no pierden frescura ni estabilidad.
Por el contrario, los árboles naturales tienen una vida útil aproximada de cuatro a seis semanas, siempre que reciban el cuidado adecuado. «Por esta razón, muchas familias optan por colocarlos a finales de noviembre o principios de diciembre si desean que luzcan perfectos hasta Navidad o Año Nuevo», afirman.
Hay múltiples opciones que dependen de cada tradición familiar o preferencia personal. Muchas personas eligen el fin de semana de Acción de Gracias para marcar el inicio no oficial de la temporada festiva.
Otras prefieren esperar hasta la primera semana de diciembre, una fecha que coincide con el comienzo del Adviento y permite disfrutar del árbol durante todo el mes. A su vez, aquellos que siguen tradiciones más estrictas pueden esperar al inicio del Adviento, mientras que algunos eligen la Nochebuena como el momento ideal.
Adelantar la decoración del árbol de Navidad no solo se trata de un asunto estético, sino también de bienestar emocional y conexión social. Según Psychology Today, la anticipación positiva mejora el estado de ánimo, fortalece las relaciones y reduce el estrés asociado a la falta de tiempo.
Asimismo, desde Science Direct destacan que decorar pronto puede mejorar la percepción que los demás tienen de nosotros, fomentando relaciones más cálidas en el entorno cotidiano.
