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Hay personas que, al recibir regalos, rompen el envoltorio sin dedicarle tiempo a observarlo, mirar la tarjeta o ver los detalles del papel. Si bien para algunos resulta un acto natural y espontáneo, para otros puede parecer brusco y descortés. Sin embargo, desde la psicología, este comportamiento no suele estar relacionado con mala educación, sino con determinados rasgos de personalidad, estilos cognitivos y formas de gestionar la emoción. En este sentido, abrir regalos de manera directa suele reflejar una relación particular con la expectativa, el control del tiempo y la gratificación inmediata.
El comportamiento se hace más visible en contextos festivos y genera diversas interpretaciones en el entorno familiar y social. El envoltorio simboliza la anticipación, la pausa y el ritual, mientras que el objeto representa la recompensa final. Quienes omiten ese paso intermedio suelen priorizar el resultado por encima del proceso, lo que no es necesariamente negativo. A su vez, diferentes especialistas e instituciones destacan que estas personas pueden experimentar la emoción de manera más directa y menos ritualizada. Además, sostienen que influye el contexto de una sociedad marcada por la inmediatez y la rapidez y dicho comportamiento refleja aprendizajes culturales ligados al consumo y a la gestión del tiempo emocional.
Abrir regalos sin mirar el envoltorio: impaciencia y gratificación inmediata
Uno de los rasgos más asociados a quienes abren el regalo sin mirar el envoltorio es la baja tolerancia a la espera. Estas personas suelen sentirse más cómodas cuando reducen los tiempos muertos y acceden rápidamente a la información o al resultado deseado.
Según el psicólogo Carlos Aldana, la gratificación inmediata es la tendencia de un individuo a buscar recompensas o satisfacción de sus deseos y necesidades inmediatamente en lugar de esperar o trabajar hacia una recompensa futura.
«La gratificación inmediata puede manifestarse en diferentes ámbitos de la vida, como por ejemplo en la toma de decisiones financieras, en la elección de actividades de ocio o en la forma en que controlamos el tiempo y la planificación a largo plazo», menciona.
Según el especialista, aunque la gratificación inmediata puede proporcionar placer y satisfacción a corto plazo, también puede tener consecuencias negativas a largo plazo como la falta de logros a largo plazo y la falta de satisfacción y realización personal.
A su vez, se relaciona con estilos de afrontamiento orientados a la acción, donde la emoción se procesa mejor cuando se elimina la incertidumbre. En este caso, el envoltorio representa un obstáculo simbólico que retrasa el acceso al contenido, por lo que se elimina sin contemplaciones.
Para la UNESCO, los usos sociales, rituales y actos festivos constituyen costumbres que estructuran la vida de comunidades y grupos, siendo compartidos y estimados por muchos de sus miembros.
«Son importantes porque reafirman la identidad de quienes los practican en cuanto grupo o sociedad y, tanto si se practican en público como en privado, están estrechamente vinculados con acontecimientos significativos», explican.
A su vez, los rituales, como abrir regalos en Navidad, cumplen una función cohesionadora, pero no todas las personas los viven con la misma intensidad. Quienes ignoran el envoltorio suelen tener una relación más flexible con las normas sociales implícitas. Esto no significa rechazo, sino una interpretación distinta de su importancia.
Los rasgos de las personas que no miran el envoltorio de los regalos
Otro rasgo frecuente es la espontaneidad emocional. Estas personas suelen reaccionar de forma inmediata ante estímulos positivos, sin filtros ni pausas reflexivas. Por lo tanto, no se detienen en contemplar el papel del envoltorio de los regalos y los detalles decorativos.
Al abrir los regalos rápidamente, buscan conectar cuanto antes con la emoción que les genera el contenido. Desde la psicología emocional, este patrón se asocia a una expresión afectiva, aunque menos modulada por convenciones sociales.
¿Cuál es el significado del envoltorio de los regalos?
Según la Escuela Vasca Retail, el empaquetado no solo ayuda a diferenciar un producto de otro, sino que también sirve como una poderosa herramienta para crear reconocimiento e imagen de marca.
«Las empresas pueden hacer que sus productos se destaquen de la competencia en el actual mercado comercial con la ayuda de diseños creativos y mensajes con valor añadido», mencionan los expertos.
A su vez, comentan que el envoltorio ha sido una parte integral del marketing desde sus orígenes. Desde las vasijas de barro hasta los modernos recipientes, los envoltorios y el packaging se han utilizado para transportar almacenar y envolver mercancías durante siglos.
Daniel Howard, profesor de marketing de la Universidad Metodista del Sur, explica que envolver regalos es una señal visual que se asocia con un acontecimiento feliz en la vida de una persona.
«Envolver regalos, al asociarlos repetidamente con eventos alegres en la vida de las personas, tiene la utilidad de generar un estado de ánimo feliz que, a su vez, influye positivamente en las actitudes», asegura Howard.