Contenido
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- 1 Qué significa cuando alguien desvía la mirada al hablar
En la comunicación entre las personas los gestos del cuerpo expresan mensajes y señales que se complementan con las palabras que se pronuncian. Cuando conversamos con alguien, nuestros ojos también comunican. Hay personas que suelen desviar la mirada al hablar, ¿Qué quiere decir este gesto? Si bien puede parecer un algo simple o automático, esconde significados profundos que han sido ampliamente estudiados por la psicología, la neurociencia y la comunicación no verbal. Para algunas personas se trata de timidez, inseguridad o simplemente una costumbre social. En ocasiones, evitar el contacto visual puede indicar mentira o incomodidad, pero la realidad es mucho más compleja.
Sin embargo, diversas instituciones aseguran que esta conducta puede responder a múltiples factores, desde diferencias culturales hasta procesos cognitivos o emocionales internos. Entender este comportamiento puede ayudarnos a comunicarnos mejor, empatizar con los demás y reflexionar sobre nuestras propias formas de interactuar. La mirada es uno de los canales más poderosos de la comunicación humana y, a través de ella, mostramos atención, emociones y actitudes, incluso cuando no decimos una palabra. El gesto de desviar la mirada mientras alguien habla, lejos de ser insignificante, puede indicar que la persona está procesando información, buscando las palabras correctas o sintiéndose vulnerable. Según un informe del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), la actitud es común durante momentos de reflexión o cuando se quiere disminuir el nivel de estimulación externa para concentrarse en lo que se va a decir. En algunos casos, también es una forma de protegerse emocionalmente ante temas difíciles o incómodos. «El contacto visual prolongado puede interpretarse como un intento de dominio o control, por lo que evitarlo puede ser una estrategia para mantener una comunicación más equilibrada», aseguran los expertos.
Qué significa cuando alguien desvía la mirada al hablar
El papel del cerebro en la mirada
Además de presentar una explicación social, desviar la mirada tiene una razón neurológica. En este sentido, diferentes instituciones académicas sugieren que, cuando una persona piensa en algo complejo o intenta recordar información, tiende a interrumpir el contacto visual.
“Esto se debe a que el cerebro necesita reducir estímulos externos para optimizar el rendimiento cognitivo”, según investigadores de la Universidad de Stirling. A su vez, indican que algunas personas miran hacia otro lado cuando se enfrentan a preguntas difíciles, lo que ayuda a mejorar la concentración y el rendimiento en tareas verbales.
Además, explican que, en situaciones de ansiedad social o estrés, desviar la mirada puede funcionar como una forma de autorregulación emocional. «El contacto visual activa zonas cerebrales relacionadas con la vigilancia y la amenaza, como la amígdala, por lo que romperlo puede ser una estrategia natural para reducir la incomodidad y sentirse más seguros al hablar», sostienen.
En este contexto, destacan que la mirada hacia otro lado no debe interpretarse como un signo de debilidad o mentira, sino como una herramienta inconsciente de gestión emocional.
El entorno social y cultural influye en la forma en la que interpretamos la mirada. Por ejemplo, en las culturas occidentales, especialmente en países como España o Estados Unidos, mirar a los ojos se considera un signo de respeto, franqueza y atención. Por lo tanto, no hacerlo puede interpretarse como evasión o desinterés. Sin embargo, en culturas asiáticas como la japonesa o la coreana, mantener el contacto visual directo puede resultar invasivo o incluso agresivo.
Según el Instituto Cervantes sobre comunicación intercultural, estas diferencias reflejan valores sociales más amplios: las sociedades colectivistas tienden a evitar el contacto visual como una muestra de modestia y consideración; mientras que las sociedades individualistas lo promueven como una forma de demostrar autenticidad y confianza.
Mentira, incomodidad o simplemente concentración con la mirada
Uno de los mitos más difundidos es que desviar la mirada implica que alguien miente. Sin embargo, la Universidad de Portsmouth, en colaboración con la Sociedad Británica de Psicología, descubrió que no hay una relación directa entre evitar la mirada y mentir.
Según los especialistas, muchos mentirosos practican mantener el contacto visual precisamente porque conocen ese estereotipo y buscan parecer ser honestos. En cambio, personas sinceras pueden desviar la mirada por nerviosismo, inseguridad o simplemente por estar concentradas en lo que dicen.
«A veces, lo hacen para protegerse de una reacción emocional intensa, como tristeza o vergüenza», afirman. También puede ser una forma de modular el vínculo con el interlocutor: evitar una confrontación directa, reducir la presión de la situación o generar una sensación de espacio emocional.
Al final del día, el contacto visual es solo una parte de la comunicación no verbal, pero juega un papel fundamental en cómo conectamos con los demás.
Entender estos gestos no solo nos permite descifrar mejor las emociones e intenciones de los demás, sino también ser más conscientes de lo que proyectamos con nuestra propia comunicación no verbal.
Factores como la cultura, la dinámica social y la personalidad de los individuos juegan un papel clave en la interpretación de este acto. Comprender su significado desde la psicología permite una mejor comprensión de la comunicación no verbal y su impacto en las relaciones interpersonales.