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Envejecer es un proceso natural e inevitable, pero la forma en que vamos hacia ese camino depende en gran medida de nuestras decisiones diarias. Llegar bien a mayor no se trata únicamente de sumar años, sino de conservar una buena calidad de vida que permita disfrutar cada etapa con autonomía, energía y bienestar. En este sentido, es más importante cómo vivimos que cuántos años cumplimos. La longevidad está hoy en día sobrevalorada, hay que llegar mejor y no sólo llegar. Para esto, lo ideal es mantener un estilo de vida equilibrado, cuidar la salud física y mental, y desarrollar hábitos que promuevan un envejecimiento activo son pilares clave para afrontar la vejez con plenitud.
Para llegar bien a mayor es clave desarrollar estrategias que fortalezcan la salud integral y promuevan la funcionalidad a largo plazo. El Dr. Peter Attia, experto en longevidad, asegura en Masterclass que «No solo importa cuánto tiempo vives. Lo que importa es cómo vives». En este sentido, mantener una buena salud comienza con una alimentación equilibrada, actividad física regular y control periódico de parámetros médicos relevantes. El mantenimiento de la masa muscular y la fuerza es especialmente importante, ya que previene caídas, mejora la movilidad y sostiene la autonomía. «Es prácticamente imposible tener una estrategia viable para vivir mejor si no prestamos atención al mantenimiento de la masa muscular y la fuerza», afirma Attia. Además, incorporar ejercicios de resistencia, caminatas frecuentes y hábitos posturales adecuados ayuda a conservar el cuerpo en condiciones óptimas.
El secreto de la longevidad para llegar bien a mayor
Como recomendaciones prácticas, conviene emplear rutinas realistas, evitar el sedentarismo, limitar sustancias nocivas y escuchar las señales del cuerpo. Complementar todo esto con hábitos saludables como la hidratación adecuada y la exposición moderada al sol favorece un envejecimiento más pleno, activo y seguro y armonioso.
Estrategias clave para llegar bien a mayor
Algunas de las estrategias más importantes para conservar un estado saludable y llegar bien a la vejez incluyen:
Realizar actividad física regular
Un estudio del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento asegura que “tanto si te gusta como si no se suele hacer actividad física, el ejercicio es fundamental para envejecer saludablemente. La evidencia científica sugiere que las personas que hacen ejercicio con regularidad no solo viven más, sino que podrían vivir mejor”. Es recomendable:
- Caminar diariamente
- Hacer ejercicio cardiovascular moderado (natación, bicicleta, baile).
- Incorporar estiramientos y trabajo de flexibilidad.
Mantener la masa muscular y la fuerza
El músculo es uno de los tejidos que más rápidamente se pierde con la edad, y su deterioro afecta la movilidad, la postura, el equilibrio y la independencia. Para mantenerlo:
- Practicar entrenamiento de fuerza 2 a 4 veces por semana.
- Realizar ejercicios con pesas, bandas elásticas o el peso del propio cuerpo.
- Priorizar la ingesta adecuada de proteínas.
- Mantener la fuerza muscular reduce caídas, mejora la funcionalidad y protege la salud articular.
- Evitar el estrés crónico
El estrés eleva el cortisol, una hormona que contribuye al envejecimiento de la piel. Practicar técnicas de relajación como meditación, yoga o respiración consciente puede ayudarte a mantener una piel más saludable.
Seguir una alimentación equilibrada
La nutrición es un factor determinante para un envejecimiento saludable. “Elegir alimentos nutritivos podría protegerlo de ciertos problemas de salud a medida que envejece”, asegura el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Lo ideal es:
- Comer frutas y verduras a diario.
- Preferir alimentos integrales.
- Incluir grasas saludables, como las proveniente de frutos secos y aceite de oliva.
- Limitar el azúcar y los ultraprocesados.
- Mantener una hidratación constante.
Cuidar la salud mental
El bienestar emocional y cognitivo es esencial para llegar bien a mayor. Algunas acciones útiles incluyen:
- Estimular el cerebro mediante lectura, aprendizaje continuo o juegos mentales.
- Mantener relaciones sociales activas.
- Practicar técnicas de relajación o meditación.
- Buscar apoyo psicológico si es necesario.
- Realizar controles médicos regulares
Detectar a tiempo cualquier problema de salud favorece un tratamiento más eficiente y una vejez más tranquila. Es recomendable realizar:
- Controles de presión arterial.
- Análisis de laboratorio.
- Exámenes de densidad ósea.
- Revisión de la vista y la audición.
Algunos consejos para llegar bien a mayor y tener longevidad
Para complementar las estrategias anteriores, estos consejos pueden ser importantes para sumar longevidad:
- Dormir lo suficiente: entre 7 y 8 horas por noche.
- Evitar el sedentarismo: moverse cada hora, incluso con actividades ligeras.
- Mantener una postura adecuada: prevenir molestias musculares y articulares.
- Limitar el alcohol y el tabaco: ambos aceleran el envejecimiento celular.
- Cultivar pasatiempos: la motivación y el disfrute también son salud también para cultivar el cerebro.
- Fijar metas realistas y progresivas: facilita la adherencia a los nuevos hábitos.
- Escuchar al cuerpo: evitar sobreesfuerzos y prevenir lesiones.
Hábitos complementarios saludables
- Practicar gratitud o mindfulness. Esto reduce el estrés y mejora el bienestar general.
- Exposición moderada a sol. Ayuda a sintetizar vitamina D.
- Practicar gratitud o mindfulness. Reduce el estrés y mejora el bienestar general.
- Mantener una vida social activa. Las relaciones con los demás previenen la soledad y la depresión.
- Cuidar el entorno. Mantener espacios limpios, ordenados y seguros reduce riesgos.
- Hidratarse adecuadamente. Es clave para la energía, la piel y la función cognitiva
- La importancia de cuidar la salud para una mayor longevidad
La salud es el eje central sobre el cual se sostiene la calidad de vida en la vejez. Una buena salud no solo reduce el riesgo de enfermedades, sino que también mejora la capacidad funcional, el bienestar emocional y la independencia. Cuidar el cuerpo y la mente a lo largo de los años permite que la transición hacia etapas más avanzadas sea más amable y llevadera.
Además, mantener hábitos saludables contribuye a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, la obesidad o las patologías cardiovasculares, todas ellas relacionadas con un envejecimiento más complicado.
También favorece la movilidad, la claridad mental y la capacidad para disfrutar de las actividades diarias. Llegar bien a mayor no depende de la suerte, es verdad que la genética hace mucho, pero lo importante es lo que hemos visto anteriormente junto a la constancia y las decisiones cotidianas que hacemos a lo largo de nuestra vida.
