Contenido
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- 1 Las características de una persona egocéntrica
- 1.1 Necesidad constante de atención
- 1.2 Falta de empatía
- 1.3 Deseo de reconocimiento
- 1.4 Incapacidad para aceptar críticas
- 1.5 Tendencia a monopolizar las conversaciones
- 1.6 Incapacidad para pedir perdón
- 1.7 Competitividad excesiva
- 1.8 Relaciones superficiales
- 1.9 Causas de ser una persona egocéntrica
- 1.10 Las consecuencias de ser una persona egocéntrica
- 1.11 Consejos para vivir con personas egocéntricas
En la sociedad convivimos con una amplia diversidad de personalidades que enriquecen nuestras relaciones y experiencias cotidianas. Cada individuo percibe el mundo desde su propia perspectiva, y esa variedad da forma a la manera en que interactuamos. Sin embargo, entre esa multiplicidad de temperamentos, existe un tipo de personalidad que suele generar conflictos y malestar en su entorno, en cómo detectar a una persona egocéntrica.
Según el Centro CEPSIM Madrid, «El egocentrismo constituye una parte importante de nuestro desarrollo normal, siendo un rasgo muy claro durante la infancia y la adolescencia». Las personas egocéntricas se caracterizan por tener una visión exageradamente centrada en su propio yo. Suelen buscar constantemente la aprobación y la admiración de los demás, mostrando una necesidad profunda de reconocimiento. Les cuesta empatizar con las emociones ajenas y tienden a minimizar los logros o problemas de otros. Las causas del egocentrismo pueden estar vinculadas a una infancia marcada por la sobreprotección o la falta de afecto, lo que impulsa la necesidad de validación constante. Entre las consecuencias destacan la dificultad para mantener relaciones saludables, la soledad y el aislamiento emocional. Para poder controlar este tipo de comportamientos, se recomienda practicar la empatía, fomentar la escucha activa y, si se trata de uno mismo, reflexionar sobre la propia conducta y buscar ayuda profesional para desarrollar una visión más equilibrada del entorno.
Las características de una persona egocéntrica
Detectar a una persona egocéntrica implica observar ciertos comportamientos recurrentes. Las características más comunes incluyen:
Necesidad constante de atención
Buscan ser el centro de todas las conversaciones. Si no reciben la atención que desean, se frustran o intentan recuperarla contando anécdotas sobre sí mismos.
Falta de empatía
El Centro de Psicología IPSIA explica que «La pobre manifestación de sentimientos y gestos afectivos hacia las personas de su entorno, contrasta con la necesidad del egocéntrico de ser admirado, halagado y respetado». Les cuesta ponerse en el lugar del otro. No comprenden ni valoran los sentimientos ajenos, y tienden a minimizar los problemas de los demás.
Deseo de reconocimiento
Necesitan la aprobación continua del entorno. Su autoestima depende en gran parte de los halagos o elogios externos.
Incapacidad para aceptar críticas
Interpretan cualquier observación como un ataque personal y suelen reaccionar con enojo o justificaciones.
Tendencia a monopolizar las conversaciones
Hablan de sí mismos constantemente, sin mostrar interés por lo que los otros tienen para decir.
Incapacidad para pedir perdón
Consideran que siempre tienen la razón. Si se equivocan, justifican su comportamiento o culpan a otros.
Competitividad excesiva
Intentan destacarse en todo, incluso en situaciones triviales. No soportan que alguien más reciba más atención o éxito.
Relaciones superficiales
Sus vínculos suelen ser utilitarios; se acercan a las personas por conveniencia o por el beneficio emocional que puedan obtener.
Causas de ser una persona egocéntrica
El egocentrismo no surge de la nada. Sus raíces pueden encontrarse en experiencias de vida, factores psicológicos o entornos familiares que moldean la forma en que una persona percibe el mundo. Algunas de las causas más comunes son:
- Infancia sobreprotegida: cuando una persona crece recibiendo atención excesiva, puede desarrollar la creencia de que merece ser el centro del universo.
- Carencias afectivas: la falta de amor o reconocimiento durante la niñez puede generar una búsqueda constante de validación en la vida adulta.
- Inseguridad emocional: detrás de una actitud egocéntrica suele esconderse una baja autoestima.
- Modelos familiares o sociales: crecer en entornos donde predomina el narcisismo o la competencia puede normalizar el comportamiento egocéntrico.
Las consecuencias de ser una persona egocéntrica
Aunque estas personas pueden parecer seguras y exitosas, su comportamiento suele generar efectos negativos tanto en su entorno como en su bienestar personal:
- Dificultades en las relaciones personales: sus vínculos suelen deteriorarse por falta de reciprocidad.
- Soledad emocional: al priorizarse constantemente, terminan alejando a quienes los rodean.
- Estrés y frustración: la necesidad de control y validación puede generar ansiedad constante.
- Ambiente laboral conflictivo: tienden a generar tensiones o rivalidades con colegas.
- Pérdida de oportunidades: su rigidez y falta de autocrítica pueden limitar su desarrollo personal y profesional.
Reconocer estas consecuencias es el primer paso para comprender por qué el egocentrismo no solo afecta a los demás, sino también a quien lo padece.
Consejos para vivir con personas egocéntricas
Si en tu entorno existe alguien con tendencia al egocentrismo, o si reconoces estos rasgos en vos mismo, hay estrategias que pueden ayudar:
- Establece límites claros. No permitas que la relación se base solo en sus necesidades. Si se trata de otra persona.
- Evita entrar en el juego emocional. No busques su aprobación constante.
- Fomenta la empatía. Invita a la reflexión sin confrontar directamente.
Si reconoces rasgos egocéntricos en ti
- Practica la escucha activa. Interésate genuinamente por lo que sienten los demás.
- Ejercita la empatía. Intenta comprender las situaciones desde otras perspectivas.
- Acepta las críticas constructivas. Son oportunidades para crecer.
- Busca ayuda profesional. Un psicólogo puede orientar sobre cómo equilibrar la percepción del yo y de la presencia del otro.






