Contenido
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- 0.2 Todos hacen sudokus, pero hay un ejercicio más sencillo para que los mayores de 60 años tengan la mente ágil
- 0.3 Este el significado del ‘volcel’: ¿Qué es esta tendencia de moda y qué implica?
- 1 Divorcio gris: un fenómeno en crecimiento internacional
Las relaciones de pareja pasan por diversas fases. Y hay nuevas tendencias, como el divorcio gris: las rupturas matrimoniales que ocurren cuando al menos uno de los cónyuges tiene 50 años o más. Este fenómeno, que muestra un aumento significativo en las últimas décadas, no constituye una categoría jurídica distinta, sino que se rige por las normas generales de divorcio. Sin embargo, suele presentar características propias: patrimonios más complejos, ausencia de hijos menores y un contexto vital en el que influyen la independencia económica, la esperanza de vida más larga y una visión diferente del matrimonio.
El divorcio gris combina factores emocionales, sociales y jurídicos. Según profesionales de la web Letrados Barcelona, su gestión requiere decisiones con seguridad jurídica: elección de vía (judicial o notarial), redacción del convenio regulador, inventario y reparto de bienes, y cálculo de pensiones. A su vez, mencionan que en muchos casos se recurre a la mediación familiar para reducir tiempos, costes y tensiones. Desde el punto de vista psicológico, los expertos comentan que la ruptura en esta etapa de la vida responde a transformaciones personales profundas: el final de la crianza, la búsqueda de autonomía y la necesidad de bienestar emocional. También indican que, lejos de ser una decisión impulsiva, suele representar una revisión consciente del propio proyecto vital. «El fenómeno se asocia a la modernización social, la igualdad de género y la prioridad que hoy se concede a la salud mental y al bienestar emocional», afirman. En términos sociológicos, el divorcio gris simboliza el paso de una concepción del matrimonio como institución permanente a otra más flexible y centrada en la felicidad individual.
Divorcio gris: un fenómeno en crecimiento internacional
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el divorcio gris comenzó a incrementarse en los años setenta y ochenta, en paralelo con cambios culturales y demográficos significativos.
Entre los factores que lo impulsaron destacan la redefinición del matrimonio (más orientado a la realización personal que al deber tradicional), la reducción del estigma social hacia el divorcio y el aumento de la autonomía financiera, especialmente de las mujeres.
«También influyó la mayor esperanza de vida, que amplía el horizonte temporal de la convivencia y, por tanto, las posibilidades de ruptura cuando la relación deja de ser satisfactoria», afirman.
Los aspectos legales del divorcio a partir de los 50
A nivel jurídico, el divorcio gris se caracteriza por una mayor complejidad patrimonial. Para los miembros de Letrados Barcelona, en estos casos suelen concurrir viviendas principales y secundarias, ahorros, inversiones, vehículos o planes de pensiones.
Es habitual que se combinen estrategias de extinción de condominio, adjudicaciones y compensaciones económicas, con especial atención al impacto fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la plusvalía o el impuesto de actos jurídicos documentados.
Además, los expertos destacan que es fundamental redactar con precisión el convenio regulador, especificando el uso de la vivienda, la distribución de bienes y la posible pensión compensatoria.
Desde Letrados Barcelona explican que la elección de la vía procesal depende de si el divorcio es amistoso o contencioso: el primero puede tramitarse ante notario o por vía judicial, mientras que el segundo solo puede resolverse judicialmente. En todos los casos, la asesoría legal asegura que el proceso se ajuste a la normativa y proteja los derechos de ambas partes.
La Clínica Cleveland identifica múltiples razones detrás de este fenómeno. Según la psicóloga Chivonna Childs, el aumento del divorcio gris está relacionado con una mayor esperanza de vida, cambios culturales y una transformación en la visión social del matrimonio.
«Hoy en día, muchas personas mayores de 50 años priorizan su salud mental, su bienestar emocional y la búsqueda de una conexión significativa», sostiene. A su vez, menciona que entre las causas más comunes se encuentran el sentimiento de estancamiento, la pérdida de intereses compartidos, el “síndrome del nido vacío”, la necesidad de independencia y el deseo de crecimiento personal.
También influyen determinadas circunstancias que llevan a replantearse el sentido de la vida, como enfermedades superadas o experiencias cercanas a la muerte. «Para muchos, el divorcio gris no tiene que ver con un fracaso, sino la posibilidad de reconfigurar la propia existencia y recuperar un sentido de plenitud que el matrimonio ya no ofrecía», asegura la psicóloga.
¿Cómo afrontar el divorcio gris?
Aunque el divorcio gris se asocia con la búsqueda de bienestar, el proceso emocional puede ser complejo. La Clínica Cleveland recomienda la terapia de pareja como herramienta preventiva o de acompañamiento.
«La intervención profesional permite mejorar la comunicación, restablecer dinámicas saludables o, en caso de ruptura inevitable, facilitar una separación respetuosa», comenta la experta Childs. En paralelo, los profesionales aconsejan una preparación legal ordenada: recopilar títulos de propiedad, tasaciones, planes de pensiones y documentos financieros.
También se recomienda evaluar aquellas consecuencias fiscales antes de tomar decisiones sobre la vivienda o las pensiones. En este sentido, el divorcio gris requiere un equilibrio entre la gestión jurídica rigurosa y la comprensión de las necesidades emocionales de las personas en esta etapa vital.