Las 4 cosas que hacen todos los días las personas felices, según un experto de Harvard

Hábitos

Las 4 cosas que hacen todos los días las personas felices, según un experto de Harvard

Ser feliz es uno de los deseos más universales del ser humano, pero también uno de los más complicados. En un mundo lleno de presión social, metas económicas y expectativas familiares, encontrar una vida plena parece más complicado que nunca. Sin embargo, Arthur C. Brooks, catedrático de Harvard, resume en un video viral de TikTok cuatro claves fundamentales que, según su experiencia y observación, están presentes de forma consistente en las personas que declaran sentirse verdaderamente felices. Estas no se centran en lujos o condiciones externas, sino en decisiones personales y actitudes que cualquiera puede adoptar, sin importar su contexto.

El vídeo, que ha alcanzado miles de visualizaciones, sintetiza años de investigación y conversación con individuos de múltiples contextos que encontraron un camino hacia la realización. Según Brooks, las personas felices suelen hacer cuatro cosas: 1) usan sus talentos naturales en su trabajo o vocación, 2) hacen algo que les importa de verdad, 3) producen resultados que los enorgullecen y 4) viven con un sentido de misión, sintiendo que su esfuerzo contribuye a algo más grande que ellos. Estas claves, aparentemente simples, están respaldadas también por instituciones científicas que llevan años investigando el bienestar subjetivo. A continuación, analizamos cada una de estas prácticas en detalle, contrastándolas con investigaciones académicas y propuestas internacionales.

Las cosas que hacen todos los días las personas felices

Usar los talentos naturales

El primer rasgo que identifica el experto en las personas felices es que utilizan sus talentos naturales en lo que hacen a diario. Tanto si trabajan en diseño gráfico, ingeniería o docencia, estas personas han identificado sus habilidades innatas y las han puesto al servicio de su ocupación.

Este punto se alinea con estudios de la Universidad de Cambridge que señalan que el «ajuste entre personalidad y ocupación» mejora significativamente el bienestar emocional y la satisfacción general. Cuando una persona trabaja desde su zona de fortaleza, experimenta mayor confianza, menos agotamiento y más motivación intrínseca.

Además, el informe «Skills for Happiness» del European Training Foundation (ETF) destaca que la identificación y desarrollo de talentos es clave para promover empleabilidad, crecimiento personal y bienestar a largo plazo.

El documento insiste en que los sistemas educativos y laborales deben apoyar a los ciudadanos en el descubrimiento de sus habilidades para poder integrarlas en su proyecto de vida, lo que no solo tiene beneficios económicos, sino también emocionales y sociales.

Hacer algo que importa de verdad

La segunda clave es que las personas felices hacen algo que les importa, es decir, que tiene significado personal. Más allá del salario o del prestigio, encuentran sentido en su labor.

Este concepto de «trabajo significativo» ha sido ampliamente abordado por instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en su informe Mental health and the workplace subraya que la conexión emocional con lo que se hace reduce el riesgo de ansiedad y depresión, y aumenta los niveles de energía y compromiso.

No se trata necesariamente de tener un empleo perfecto, sino de identificar en las tareas diarias una causa que resuene con los valores propios. Incluso en ocupaciones consideradas rutinarias, muchas personas encuentran propósito si lo que hacen mejora la vida de otros o contribuye al bienestar común.

La felicidad, en este sentido, no es algo de fuera, sino algo que se construye desde dentro al conectar lo que uno hace con lo que cree.

Ver resultados que generan orgullo: lo que hacen las personas felices

El tercer hábito que comparten las personas felices, según el experto de Harvard, es que ven frutos de su trabajo y esos resultados les generan orgullo. En otras palabras, no solo trabajan por trabajar, sino que sienten que logran cosas concretas, medibles y valiosas.

Esta sensación de progreso ha sido ampliamente documentada por estudios en psicología positiva como un factor esencial del bienestar. Según el European Network for Positive Psychology, alcanzar metas, aunque sean pequeñas, genera una retroalimentación emocional que refuerza la autoestima y la motivación.

La clave está en reconocer y celebrar los avances. Muchas veces las personas no se sienten felices no porque no logren cosas, sino porque no se detienen a ver lo que han conseguido. Las personas más satisfechas no solo producen resultados, sino que también se permiten sentir orgullo por ellos, sin necesidad de perfeccionismo o comparaciones externas.

Vivir con sentido de misión

Finalmente, Brooks destaca que las personas felices viven con una misión clara. Esta misión no siempre es grandiosa ni pública, pero da dirección a sus decisiones y coherencia a su vida. Puede ser criar a una familia, mejorar su comunidad o desarrollar una idea que impacte positivamente en otros. Tener una misión no significa estar constantemente ocupado, sino actuar con intención.

Un estudio del European Social Survey (ESS) desglosa que las personas que sienten que su vida tiene propósito reportan niveles más altos de satisfacción y menos síntomas de depresión. El propósito actúa como una brújula en momentos de crisis y ayuda a superar obstáculos, lo que refuerza la resiliencia y el bienestar emocional.

Es decir, Tener metas claras y trabajar hacia ellas es una de las claves para mantener un sentido de propósito y satisfacción en la vida. Alcanzar objetivos, incluso los pequeños, activa el sistema de recompensas del cerebro, liberando dopamina. Esta sensación de logro puede aumentar nuestra autoestima y motivación, lo que genera un ciclo positivo de felicidad.

Otros hábitos para ser más felices

Además de establecido por el experto, otros estudios ponen de manifiesto determinados hábitos que podemos hacer si quieres estar en bienestar.

Ejercicio físico

El ejercicio no solo beneficia la salud física, sino que también tiene un impacto directo en nuestra salud mental. Cuando hacemos ejercicio, el cerebro libera endorfinas, unas sustancias químicas que generan sensaciones de bienestar y reducen el dolor. La Sociedad Internacional de Prótesis y Órtesis (ISPO) explica que «el cuerpo libera más serotonina y dopamina, las hormonas de la felicidad. La actividad física también disminuye los niveles de estrés, ya que se reduce la hormona cortisol».

Relaciones sociales

Valentina Carvajal, psicóloga clínica, aconseja «fortalecer los vínculos más cercanos, tener un papel más activo y consciente sobre qué o quienes decides invertir tu tiempo». Las personas que mantienen relaciones saludables tienden a experimentar mayor apoyo emocional, lo que contribuye a una vida más plena y satisfactoria.

 

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