Contenido
- 0.1 Las frases tóxicas en una discusión en pareja: esto es lo que debes responder, según Harvard
- 0.2 Si una persona es capaz de quedarse dormida en el sofá tiene estas características, según los psicólogos
- 0.3 Qué significa que una persona cierre la puerta para dormir, según la psicología
- 1 Cómo decir no sin ofender
Las personas nos relacionamos en diferentes entornos sociales como la familia, las instituciones educativas y laborales. La construcción de los vínculos requiere tiempo y atraviesan procesos de cambios, en donde resulta importante conocer qué es ser asertivo y cómo decir que no correctamente a los demás. De hecho hay una frase mágica que sirve para decir no sin ofender. Las relaciones que en principio parecen cotidianas y sencillas pueden convertirse en situaciones de estrés cuando no contamos con las herramientas necesarias para gestionarlas adecuadamente. En este sentido, la asertividad es una habilidad esencial para expresarnos con claridad, respeto y equilibrio emocional.
El psicólogo Isaac Bayarri explica en su web que el comportamiento asertivo es la expresión de los derechos y sentimientos personales. «Se trata de una forma de comunicación que permite a la persona defender sus intereses, expresar emociones y establecer límites sin agredir ni ser agredido», dice. Además, el profesional asegura que el comportamiento asertivo se sitúa entre dos extremos: el pasivo y el agresivo. Mientras que el comportamiento pasivo implica la renuncia a los propios derechos y la sumisión ante los demás, el agresivo se caracteriza por la imposición y la crítica hacia el otro. La asertividad, en cambio, busca el equilibrio: la persona asertiva se respeta a sí misma y también a los demás. Según Bayarri, la asertividad es una habilidad que se puede aprender y cultivar. «No se trata de una cualidad innata, sino de un estilo de comunicación que combina respeto, firmeza y empatía», afirma.
Cómo decir no sin ofender
Es fundamental y necesario aprender a decir “no” sin culpa, a expresar nuestras ideas sin miedo y a defender nuestros derechos sin agredir para construir relaciones sanas y equilibradas.
«Practicar la asertividad no solo mejora la comunicación, sino que también fortalece nuestra autoestima, nos protege emocionalmente y nos permite vivir con mayor autenticidad», sostiene Isaac Bayarri.
Además, destaca que ser asertivo no implica tener siempre la razón ni imponerse a los demás, sino ser capaz de expresar lo que uno piensa, siente y desea sin someterse ni agredir.
¿Cómo son las personas asertivas?
Según el Centro de Psicología de Madrid, las personas asertivas se caracterizan por su honestidad, su capacidad de escucha, responsabilidad emocional y disposición al diálogo. «Tienen relaciones más sanas, se sienten más satisfechas consigo mismas y suelen recibir el aprecio de quienes las rodean», dicen las autoridades.
Además, sostienen que la asertividad fortalece la autoestima y reduce el estrés. Poder decir “no” cuando algo no nos conviene, sin sentir culpa ni temor, nos da libertad y nos protege del agotamiento. “Al actuar de forma asertiva, independientemente del resultado, se genera una sensación de congruencia interna y bienestar emocional”, afirman.
¿Cómo aprender a decir no?
Uno de los aspectos más difíciles de la comunicación asertiva es aprender a decir “no” cuando es necesario. Se trata de una habilidad imprescindible que permite disfrutar de vínculos más sanos, responsables y sinceros.
En concreto, la frase con la que siempre quedarás bien es: «Te entiendo, pero prefiero no comprometerme con eso», verás que siempre funciona y no tendrás culpa por haberte negado a hacer algo.
La Asociación Americana de Gestión propone una serie de estrategias prácticas para lograr decir no sin sentir culpa ni generar conflictos innecesarios. El primer paso consiste en establecer límites internos claros. Se trata de reconocer qué podemos y queremos hacer, y qué no. «La reflexión previa permite tomar decisiones basadas en nuestras prioridades reales y no en la presión social o el miedo a decepcionar», explican.
Una vez definido el límite, aconsejan poder expresar el “no” con firmeza y serenidad al inicio de la respuesta para evitar ambigüedades. Además, recomiendan acompañar la negativa con un argumento objetivo y breve como “tengo un compromiso ineludible”, el cual aporta claridad y reduce la posibilidad de que se insista.
Otro factor importante es el lenguaje no verbal. En este sentido, indican que la coherencia entre las palabras, el tono de voz y el lenguaje corporal refuerza el mensaje. «Mantener el contacto visual, usar una postura relajada pero firme y evitar titubeos son señales de seguridad», dicen referentes de la asociación.
Los tipos de comportamientos
Para generar vínculos respetuosos, es necesario conocer y comprender los distintos estilos de comunicación, sus rasgos principales y los efectos que producen cada uno de ellos.
Pasivo
La persona con un comportamiento pasivo evita el conflicto, pero compromete su propio bienestar. No expresa lo que siente o necesita, se muestra complaciente y permite que otros decidan por ella. Para Bayarri, esta actitud puede provocar frustración, baja autoestima y sentimientos de invisibilidad.
Agresivo
Por otro lado, quienes muestran un comportamiento agresivo imponen sus deseos sin considerar las emociones o derechos de los demás. Se emplea un lenguaje autoritario que interrumpe, ridiculiza o intimida.
Asertivo
El comportamiento asertivo antes visto representa la opción más equilibrada. La persona asertiva expresa con claridad lo que quiere, necesita o siente, sin herir ni someter. Puede decir “no” sin culpa, defender sus ideas con firmeza y empatía, y negociar soluciones cuando hay desacuerdo.
Según el Centro de Psicología de Madrid, estas personas mantienen relaciones saludables y satisfactorias, gozan de autoestima, tienen control emocional y generan confianza.
Desde Psicólogos Málaga sostienen que la vida diaria está llena de cuestiones que nos provocan un deseo irreprimible de decir no, pero a menudo nos resistimos a utilizar el poder de decirlo cuando deberíamos emplearlo sin vacilaciones.
En ese sentido, advierten que por un sentimiento de culpa o por miedo a un enfrentamiento aceptamos más proyectos, invertimos en las prioridades de otra persona o aceptamos asistir a fiestas que no nos apetecen.
Técnicas para decir no
Úrsula Calvo, en su web, explica algunos ítems sobre aprender a decir no:
- Céntrate en lo que sientes
- Expresa tu punto de vista
- No alargues la decisión
- No quieras agradar a todo el mundo
- No te muestres constantemente accesible
- Disfruta de tu libertad
- No te comprometas si no puedes
“Sé conciso, firme y directo. Y, ante todo, sírvete a ti primero. Solo así podrás ofrecer lo mejor de ti para los demás”.