Esto es lo que ocurre en el cerebro de tu hijo si quiere ver siempre la misma película: lo dice un experto en salud mental

Psicología

Esto es lo que ocurre en el cerebro de tu hijo si quiere ver siempre la misma película: lo dice un experto en salud mental

Las actitudes repetitivas son frecuentes en los niños al pedir ver la misma película, escuchar una canción o que les lean el mismo cuento una y otra vez. Lo que puede parecer una conducta extraña para los adultos, en los niños genera sensaciones de satisfacción, memorización y aprendizaje de nuevos hábitos y conductas. Esta solicitud de los niños resulta mucho más común de lo que se piensa y para diferentes especialistas e instituciones profesionales responde a necesidades emocionales, cognitivas y sociales propias de la infancia. En este sentido, comprender por qué ocurren nos permite acompañar mejor a los niños en su crecimiento y desarrollo.

Si un niño quiere siempre la misma película no es una casualidad, sino que presenta elementos que le aportan seguridad, calma y aprendizaje. En la infancia, la repetición es una forma de explorar el mundo y procesar experiencias nuevas. Según especialistas en psicología infantil, las historias conocidas generan un terreno predecible donde los niños anticipan lo que va a ocurrir y, de esa manera, reducen la ansiedad que puede provocarles la incertidumbre de un contenido desconocido. Además, volver a ver escenas y diálogos refuerza la memoria, la adquisición del lenguaje y la comprensión emocional. Por lo tanto, si un niño quiere ver siempre una misma serie o film se trata de un momento que le aporta beneficios concretos en su desarrollo.

¿Por qué un niño quiere ver siempre la misma película?

El psicólogo Javier de Haro explica en su cuenta de Instagram que los niños pueden ver la misma película, jugar los mismos juegos, leer los mismos cuentos o escuchar las mismas canciones porque no les cansa lo repetitivo. Por el contrario, menciona que les da una sensación enorme de satisfacción y de control porque saben lo que va a pasar, se anticipan y lo comprenden mejor.

«Los niños pequeños aprenden observando, haciendo, pero también con la repetición. Al escuchar o leer un cuento, aprenden vocabulario, expresiones, cómo resolver situaciones del día a día», afirma.

Según el especialista, los niños se siguen sorprendiendo porque cada vez encuentran detalles nuevos, matices que antes no se habían dado cuenta o no comprendían.

«En los primeros años de vida, los niños utilizan la repetición como una estrategia para aprender. Escuchar una misma canción, pedir el mismo cuento o ver la misma película refuerza conexiones cerebrales y ayuda a consolidar aprendizajes», según de Haro.

Según miembros de la Universidad de Cambridge, la repetición es una de las bases de la memoria a largo plazo en los niños pequeños, porque cuantas más veces se expone un cerebro en desarrollo a un estímulo, más fuertes se vuelven las asociaciones.

La sensación de control y la identificación con los personajes

Ver una misma película ofrece en la infancia un escenario seguro. Los niños saben qué personajes aparecerán, cómo actuarán y cuál será el desenlace. Se trata de una previsibilidad que resulta reconfortante en etapas en que gran parte de su entorno todavía se muestra incierto y desconocido.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional de España señala que los hábitos rutinarios, lejos de ser negativos, ayudan a reducir la ansiedad y proporcionan un marco de estabilidad emocional. En este sentido, una película repetida puede convertirse en un recurso que aporta calma en momentos de estrés o cansancio.

Otro motivo de mirar la misma película está en la identificación emocional. Los niños encuentran en ciertos personajes modelos con los que se sienten reflejados: un héroe valiente, una niña curiosa o un animal divertido.

«Volver a verlos les permite reforzar su propia identidad y comprender mejores valores como la amistad, la cooperación o la resiliencia», comentan miembros de la Universidad de Cambridge.

¿Cuáles son los beneficios para el lenguaje y la memoria de ver la misma película?

Un niño que vuelve a escuchar un diálogo refuerza su vocabulario y su capacidad de expresión. A su vez, es frecuente que empiece a anticipar frases o incluso a recitarlas antes que los personajes. Es un fenómeno que se conoce como aprendizaje por imitación y resulta una herramienta poderosa en la infancia.

Desde la Universidad de Oxford apuntan a que la exposición reiterada a un mismo relato ayuda a mejorar la comprensión auditiva, la memoria verbal y la capacidad de estructurar narraciones propias.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Si bien los profesionales destacan este comportamiento de manera positiva y natural, advierten acerca de situaciones en las que conviene prestar atención. Por ejemplo, si la repetición se extiende durante mucho tiempo e impide al niño interesarse por otros juegos o actividades, o se combina con dificultades en la comunicación y la interacción social, podría tratarse de una señal que necesita acompañamiento profesional.

Según la Asociación Española de Pediatría, se recomienda observar el comportamiento global del niño y consultar al pediatra si hay dudas sobre su desarrollo. «La clave está en diferenciar entre un hábito pasajero y un síntoma persistente», concluyen.

 

 

 

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