Si crees que no estás lo suficientemente comprometido con tu trabajo o en otras áreas de tu vida, entonces es que necesitas un impulso a través de la motivación. En diversos contextos, incluso familiares y hasta personales, puede que pasemos por etapas en las que nos cueste encontrar esa motivación necesaria para intentar ser mejores.
Uno de los errores más comunes que cometemos cuando la queremos recuperar es creer que hay una sola clase de motivación. Por el contrario, es posible hacer una clasificación completa.
¿Conoces cuáles son los principales tipos de motivación y cómo aumentarla? Te sorprenderá notar de cuántos estímulos diferentes somos receptores.
Qué es la motivación
Lo primero que debes saber es que la falta de entusiasmo y dedicación no es un problema extraño, en absoluto. No es nada raro que atravieses una crisis. Incluso, según las conclusiones del «Estudio Global sobre el compromiso y el espacio de trabajo«, de la multinacional Steelcase, 4 de cada 10 empleados en España están poco o muy poco comprometidos con su organización. Eso se debe a la prácticamente nula motivación para desempeñarse en el ámbito laboral.
La motivación es la fuerza que impulsa a realizar una tarea o mantener una conducta o comportamiento a lo largo de meses, o años. Gracias a ella levantarse temprano, ir a la oficina -por citar sólo un ejemplo de rutina- tiene sentido. Sin ella, el día a día se hace cuesta arriba.
Y en estos tiempos que corren, en los que somos testigos cada vez más asiduamente de trastornos como estrés, ansiedad y depresión, buscar motivaciones para afrontar las obligaciones no es una cuestión menor. Pero, para encontrarla, debemos ser conscientes de que hay varios tipos de motivación y que no los hallamos todos en el mismo sitio.
Pongámonos en tu lugar por un segundo. Puede que te sientas falto de motivación. Y sin embargo ahí estás. Has buscado un artículo al respecto y te interesa dar con una explicación a tu falta de estímulos. En el fondo, aunque te cueste describirlo, hay algo que te impulsa a hacer lo que haces. Puede ser tus hijos, algún objetivo económico, etc. Lo importante es que comprendas que hay más de una motivación. Dicho esto, debes entender en qué consiste cada una.
¿Cuáles son los distintos tipos de motivación?
Inicialmente, hay dos grandes tipos o clasificaciones de la motivación, que son la intrínseca y extrínseca. Dentro de ellas existen, luego, subclasificaciones.
Motivación intrínseca (o motivación interna)
Es la motivación que nace de nuestro interior, cuando hacemos algo porque está vinculado directamente con nuestras pasiones o valores personales. Generalmente, las recompensas de estos actos son internas. Sensaciones como el saber que, aunque ha sido más difícil, hemos hecho lo correcto.
Motivación extrínseca (o motivación externa)
Es la motivación que proviene de los factores externos. Normalmente, se obtiene una recompensa inmediata por una acción puntual.
Los motivadores extrínsecos suelen ser temporales, por lo que tienen efecto sólo en el corto y en el medio plazo. No más allá.
3 subtipos de motivación intrínseca
Motivación por el aprendizaje, o la competencias
El ser humano quiere aprender. Nuestra propia naturaleza nos lleva a emocionarnos cuando hacemos algo que no hemos hecho antes, o cuando aprendemos algo que ignorábamos. Desarrollar talentos o habilidades y comprobar que podemos ser más útiles es una de nuestras mayores motivaciones.
Motivación por el logro, por el cumplimiento
A veces hacemos cosas más por el demostrarnos a nosotros mismos que podíamos hacerlo que por la recompensa que obtendremos por ello. Sin ir más lejos, piensa en los maratonistas. No reciben dinero por correr kilómetros. Lo hacen, sobre todo, para demostrarse que efectivamente pueden hacerlo.
Motivación creativa, o del arte
La creatividad es una de las fuentes de inspiración más recurrentes. Son hábitos que gustan a determinadas personas como pintar, dibujar o bien hacer manualidades en casa. Puede que seas profesional o no, da igual. Si el crear algo que no estaba allí te motiva, es que tienes una inclinación hacia la producción de otros objetos y formas.
3 subtipos de motivación extrínseca
Motivación de incentivos
¿Haces algo por lo que obtendrás a cambio? Te sientes motivado entonces por el incentivo o la recompensa que se corresponderá con tus actos.
Motivación por miedo
¿Haces algo por temor a las represalias que podrían caerte en caso de no hacerlo? La motivación por miedo es un tipo de motivación más, sí.
Motivación social
Uno de los requisitos de los seres humanos para ser felices es la pertenencia. Todos, en algún momento, hacemos algo para ser aceptados.
Según la Universidad de Murcia, ya cubiertas las necesidades fisiológicas y de seguridad, aparecen los requerimientos de aceptación.
¿Cómo aumentar tu motivación?
- Establece metas, y determina en cuánto tiempo debes alcanzarlas
- Comprométete con tus amigos y familiares para asumir esa responsabilidad
- Ponte pequeñas recompensas, si eres más de la motivación extrínseca que intrínseca
- Haz un seguimiento de los avances. Contemplar todos tus progresos te ayudará a no rendirte
- Come sano y entrena. La gente saludable tiende a sentirse más motivada y alcanzar sus metas
Nunca olvides el motivo
En estos pasos para aumentar y aplicar la motivación en tu vida, instituciones como la Clínica López Ibor, destaca que cuando no tienes claro los motivos por los que te estas esforzando, es fácil que en los momentos difíciles puedas abandonar. Pero si justo en ese momento no recuerdo porqué lo estoy haciendo, simplemente me detendré y dejaré escapar mi deseo.
Además, hay algunos estados mentales como los episodios depresivos o el “síndrome amotivacional” secundario al consumo de tóxicos que pueden provocar la disminución de la motivación, la capacidad para disfrutar o nuestra fuerza de voluntad. “En esos casos puede ser necesario, además de todas las estrategias descritas, la intervención farmacológica”.
Pedir ayuda
Está claro que cuando uno quiere aumentar la autoestima y mejorar la motivación personal pero no hay manera de hacerlo, entonces se puede buscar ayuda siempre de manos de profesionales. Pues, según la Clínica, muchos problemas de motivación tienen su origen en trastornos de personalidad que se pueden tratar y mejorar la predisposición a asumir nuevos retos.