Contenido
- 0.1 La solución para dormir no está en las pastillas: esta es la clave real para dormir bien cada noche
- 0.2 Ni ajedrez ni sudokus: el pasatiempo ideal para mayores de 65 que estimula la memoria y frena el deterioro cognitivo
- 0.3 Ni parchís ni crucigramas: el pasatiempo recomendado a los mayores de 65 años para evitar el deterioro cognitivo
- 1 Este es el efecto real de la música cuando estás al volante, según la psicología
- 2 Esto es lo que dice tu playlist sobre tu forma de conducir
Cuando cogemos el coche, la rutina es casi automática, como en piloto automático: se enciende, ponemos música y se pisa el pedal. Baladas, reguetón, rock suave o clásica. No importa el género, pero algo se escucha, y es que, más que una costumbre, esto es parte del ritual de conducir. Pero, aunque suene exagerado, ese gesto mínimo tiene implicaciones que la psicología lleva años intentando explicar.
Manejar con música no es sólo una forma de pasar el rato o matar el silencio, sino que se ha convertido en una especie de refugio emocional. Para muchos, el coche es el único lugar donde pueden desconectar del ruido exterior y conectar con su propio ritmo. Y la música, en ese contexto, actúa como una especie de estabilizador del ánimo.
Este es el efecto real de la música cuando estás al volante, según la psicología
Cuando se escucha música en el volante, no se trata sólo de sensaciones, sino que hay ciencia detrás. Varios estudios han mostrado cómo distintos géneros musicales influyen en nuestra fisiología y comportamiento al manejar.
La Universidad de São Paulo, en colaboración con la Universidade Estadual Paulista (UNESP), la Oxford Brookes University y la Universidad de Parma, llevó a cabo un experimento curioso: analizaron cómo reaccionaban cinco mujeres al conducir con música clásica de fondo. Todas compartían características similares en edad, salud y experiencia al volante. Primero condujeron en completo silencio. Luego, repitieron el trayecto con música instrumental.
El resultado fue determinante, pues su nivel de estrés bajó notablemente, la frecuencia cardíaca se estabilizó y la conducción se volvió menos tensa. Según los investigadores, esto se debe a que la música activó el sistema nervioso parasimpático, ese que se encarga de calmar el cuerpo y reducir la tensión.
No obstante, no todo lo que suena en el coche tiene ese efecto. La Universidad de St. John’s en Canadá descubrió que los ritmos acelerados, como el techno o el rock pesado, no sólo aumentan el ritmo cardíaco, sino que también elevan la velocidad del coche. Y lo peor es que el tiempo de reacción se alarga, justo cuando más atención se debería tener.
Por otro lado, hay canciones que te adormecen. Si vas por una autopista larga, con poco tráfico, y suena algo demasiado relajante, el efecto puede ser contraproducente. Se te van cerrando los ojos y ni cuenta te das, algo sumamente peligroso.
Esto es lo que dice tu playlist sobre tu forma de conducir
La selección musical al momento de conducir no es aleatoria. De hecho, dice mucho más de tu personalidad al volante de lo que imaginas. Según un estudio de la Universidad de Dortmund, quienes optan por jazz o piezas complejas tienden a concentrarse tanto en la música que dejan de prestar la atención necesaria al camino. Y no es raro que acumulen infracciones menores o despistes por eso.
El pop, en cambio, al ser más repetitivo y conocido, permite una conducción más relajada. No exige esfuerzo mental, sino que las personas cantan de memoria, no piensan y simplemente manejan.
Al final, la música no sólo llena el silencio del coche, también moldea cómo pensamos, sentimos y reaccionamos al volante.