Contenido
- 0.1 Qué significa que una persona siempre quiera ser el centro de atención, según la psicología
- 0.2 Ni lectura ni crucigramas: la actividad que recomiendan para que los mayores de 60 mantengan la memoria en forma
- 0.3 Ni sudokus ni leer novelas: el mejor ejercicio mental para mayores de 60 años que mantiene la memoria activa
- 1 Estos son los beneficios de los crucigramas para los mayores de 60, según expertos
- 1.1 1. Retrasan el deterioro cognitivo
- 1.2 2. Mejoran la memoria y ayudan a retener información
- 1.3 3. Estimulan habilidades verbales y amplían el vocabulario
- 1.4 4. Mantienen la atención y el pensamiento lógico activo
- 1.5 5. Reducen el estrés y levantan el ánimo
- 1.6 6. Fomentan la interacción social
- 1.7 7. Dan estructura a la rutina diaria
A los 60 años, la cabeza ya viene bien cargada: recuerdos, historias, momentos vividos que se acumulan como fotos en una caja. Pero igual que una bicicleta que ha recorrido kilómetros, también el cerebro necesita mantenimiento. No se trata de que se oxide o se quede sin ruedas, pero sí de evitar que la agilidad mental se apague sin darnos cuenta.
Ahí entran los ejercicios mentales. No hacen ruido como una caminata, no sudan como una clase de crossfit, pero cumplen una función igual de vital. Dentro de ese grupo, los crucigramas ganan protagonismo, y los expertos lo confirman.
Estos son los beneficios de los crucigramas para los mayores de 60, según expertos
Lejos de ser un simple juego, los crucigramas funcionan como una herramienta para mantener el cerebro activo y alerta en la adultez mayor.
1. Retrasan el deterioro cognitivo
Un estudio liderado por Jagan A. Pillai, del Bronx Aging Study, publicado en 2011, mostró que resolver crucigramas de forma habitual puede retrasar hasta 2,5 años el deterioro acelerado de la memoria en personas que desarrollan demencia. No se trata de curar, sino de resistir más tiempo. Esa llamada «reserva cognitiva» actúa como un escudo: permite que el cerebro soporte más daño antes de mostrar síntomas.
Un año después, científicos de la Universidad de California en Berkeley observaron que quienes hacían crucigramas con frecuencia acumulaban menos beta-amiloide, una sustancia ligada al Alzheimer. En otras palabras, sus cerebros parecían más jóvenes que sus edades.
2. Mejoran la memoria y ayudan a retener información
Un caso famoso en la neurociencia lo ilustra bien. H.M., un hombre con amnesia anterógrada, no podía formar recuerdos nuevos tras una operación cerebral. Sin embargo, tras repetir crucigramas varias veces, empezó a completar respuestas que teóricamente no debía conocer. Sin saber cómo, las palabras se le quedaban.
Como explicó Adrienne Raphel, investigadora de Princeton, los crucigramas parecen operar en ese terreno intermedio entre la memoria a corto plazo y la de largo plazo.
3. Estimulan habilidades verbales y amplían el vocabulario
No es sólo cuestión de recordar, también de hablar mejor. Resolver palabras cruzadas todos los días durante un mes bastó para que un grupo de adultos mayores mejorara su fluidez verbal fonémica.
4. Mantienen la atención y el pensamiento lógico activo
Buscar la palabra exacta, interpretar pistas ambiguas, probar opciones. Todo ese proceso exige concentración, razonamiento y flexibilidad mental. Y mientras el cerebro se enfoca, se despejan las preocupaciones.
5. Reducen el estrés y levantan el ánimo
Completar un crucigrama tiene un efecto curioso: la sensación de haber logrado algo, de haber descifrado un enigma. Es pequeño, pero poderoso. Esa satisfacción puede aliviar tensiones, bajar la ansiedad y mejorar el humor en días difíciles.
Aunque muchos los resuelven en soledad, los crucigramas también funcionan en grupo: con la pareja, con amigos, con nietos. Se transforman en una excusa para conversar, debatir, reírse de un error compartido o celebrar una respuesta acertada.
7. Dan estructura a la rutina diaria
Para muchos, el crucigrama del diario es un ritual. Un momento de calma que se repite cada mañana o cada tarde. Esa constancia crea un ritmo, y ese ritmo ayuda a mantener la cabeza en movimiento.
Por otro lado, una investigación liderada por Columbia University y Duke University, publicada tras 78 semanas de seguimiento, reveló que los crucigramas digitales mejoraron la función cognitiva de personas con deterioro cognitivo leve más que otras actividades diseñadas para el mismo fin.
Quienes participaron también mostraron menos atrofia cerebral en las zonas ligadas a la memoria. Para los autores, no hay duda: es una herramienta simple, accesible y con grandes efectos.