Ni paseos ni libros: la desconocida técnica recomendada por expertos para que los mayores de 65 años se relajen

Tener contacto con animales puede ser mucho más que un simple momento agradable o una distracción puntual

Hombre, relajación, tranquilidad

Recreación de un hombre relajado.

Según pasan los años, las personas quieren menos estrés y más relajación. Y para eso unas vacaciones en la playa con una piña colada pueden ser la solución, pero la realidad es que en el día a día, eso no es viable.

Están los paseos, los libros que llevan a otro estado, pero realmente los expertos también recomiendan una técnica poco conocida, que muchos mayores disfrutan casi sin darse cuenta. No se habla mucho de ella, pero sus efectos son exponenciales.

Esta es la técnica que ayuda a los mayores de 65 años a relajarse

La técnica que ayuda a los mayores de 65 años a relajarse se basa en algo tan sencillo como conectar con un animal, y se llama zooterapia. No consiste en ver a un perro una tarde y ya está, sino en trabajar con ellos de forma estructurada y con un objetivo claro.

En centros como STIMA, dedicados al cuidado integral de personas mayores, explican que este enfoque, cuando se aplica con seriedad, tiene efectos reales, medibles y duraderos. Y lo confirman cada día con lo que ven en las sesiones.

El simple gesto de tocar, cuidar o incluso observar a un animal desencadena una respuesta inmediata: se liberan endorfinas, baja el cortisol, el cuerpo se relaja y la mente también. Es una forma de cambiar el foco, de pensar en algo que no provoca tensión.

En personas mayores, esa conexión actúa como un impulso. Les anima a moverse, a comunicarse, a revivir recuerdos y sin forzar nada.

Qué animales ayudan a fomentar la relajación y por qué funcionan

Los animales no se eligen al azar, sino que tienen que estar preparados y tener un carácter que facilite la interacción. Los perros son, probablemente, los más versátiles: buscan el contacto, responden al afecto, tienen iniciativa. Con ellos, muchas personas se activan sin darse cuenta. Caminan más, se ríen más y se abren más.

Los gatos ofrecen otro tipo de relación. No hacen ruido, no presionan. Están, acompañan, observan. Su sola presencia da paz, especialmente a quienes prefieren un ritmo más pausado o no se sienten cómodos con demasiada energía cerca.

Y luego están los caballos. En los programas de equinoterapia, su tamaño y movimiento se transforman en una herramienta potentísima. Mejoran el equilibrio, fortalecen músculos y, algo aún más importante, hacen que quien monta sienta que puede con todo.

Cómo se organiza una sesión de zooterapia enfocada en la relajación de mayores de 65

Las sesiones están diseñadas por profesionales que conocen tanto a las personas como a los animales con los que trabajan. Terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas… todos ellos colaboran con guías certificados que garantizan que el animal está preparado y se siente cómodo.

Primero se evalúan las necesidades de la persona: qué le gusta, qué puede hacer, qué se quiere conseguir. Después, se plantea una sesión adaptada,quizá acariciar, peinar, dar un paseo corto o simplemente compartir espacio con el animal. Nada forzado.

Puede hacerse en residencias, centros de día o incluso en casa. Lo importante es que el entorno sea seguro y que la persona quiera participar. Porque si no hay voluntad, no hay beneficio.

Los animales ya han pasado por entrenamientos específicos y se les cuida al detalle. La higiene, la salud, el bienestar: todo se vigila para que esa relación humano-animal sea segura.

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