Contenido
- 0.1 Las 4 cosas que hacen todos los días las personas felices, según un experto de Harvard
- 0.2 Si siempre llevas el móvil en silencio esto es lo que dice la psicología de tu personalidad
- 0.3 Ni sudokus ni la oca: el mejor pasatiempo para que los mayores de 60 socialicen y eviten la pérdida cognitiva
- 1 Este es el pasatiempo que ejercita la mente y refuerza los vínculos sociales
- 2 Otros beneficios de jugar cartas en la tercera edad
Con el paso de los años, llega una serie de cambios para los que casi nadie está realmente preparado. Entre todos, uno de los más significativos ocurre en la mente. Según datos de las redes centinelas sanitarias en España, publicados en la revista Neurología, alrededor del 18,5 % de las personas mayores de 65 años presentan algún grado de deterioro cognitivo. La cifra se dispara con la edad, alcanzando el 45 % entre quienes superan los 85.
Es una realidad que está presente, pero eso no significa que no haya margen de acción. De hecho, el National Institute on Aging (NIA) destaca que las actividades recreativas con significado no sólo aportan disfrute, sino que favorecen la salud cognitiva y emocional de las personas mayores. Y entre esas actividades, hay una que lleva generaciones funcionando como aliada: los juegos de cartas.
Además de ser un entretenimiento, los juegos de naipes tienen una gran capacidad para mantener la mente activa. Así lo respaldan investigaciones como la de la Academia Estadounidense de Neurología, que descubrió que practicar juegos como el mus, el bridge o incluso partidas en ordenador puede reducir hasta un 20 % el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve.
Esto sucede porque estos juegos obligan al cerebro a pensar: hay que recordar reglas, calcular riesgos, leer al adversario y, sobre todo, tomar decisiones rápidas. Este tipo de estimulación cognitiva no se logra con un crucigrama ocasional ni tampoco con una tarde viendo televisión.
Además, no es una actividad solitaria. Salvo el solitario, claro. La mayoría de los juegos de cartas requieren estar con otros. Se genera un espacio de charla, de risa, de conexión. Y ese componente social es muy valioso para el bienestar emocional. Reduce la sensación de soledad, mejora el estado de ánimo y, en muchos casos, se convierte en el mejor momento del día para quienes participan.
Otros beneficios de jugar cartas en la tercera edad
Si bien la memoria es lo que más mejora con los juegos de cartas, lo cierto es que el simple hecho de seguir jugadas, evaluar opciones y anticiparse a las del rival activa mecanismos clave para la concentración, la percepción visual y la rapidez mental.
El bridge, por ejemplo, activa zonas del cerebro vinculadas a la memoria de trabajo y a la planificación. Tanto es así que un estudio de la Universidad de Berkeley demostró que este juego incluso refuerza el sistema inmunológico. La razón parece estar en la alta exigencia intelectual que implica.
A todo esto se suma un componente emocional fuerte. Ganar una partida, por pequeña que sea, aporta una sensación de logro. Participar, simplemente, ya eleva la autoestima. Y si es en un ambiente relajado, con amigos o en centros de mayores, el beneficio se multiplica.
Juegos como el mus, el chinchón, el rummy o el póker permiten mantener vivas habilidades que suelen ir apagándose con los años si no se entrenan. Es por ello que en algunos centros de día ya se han incorporado estos juegos como parte de las actividades regulares.