A medida que pasan los años, el cuerpo y la mente se enfrentan a nuevos desafíos que se vuelven parte del día a día. Uno de los más difíciles para muchos mayores de 70 es la pérdida de seres queridos, de autonomía, de salud física o mental. Y si a eso se le suma el aislamiento, es normal que el estrés empiece a llegar con más frecuencia.
El problema es que ese estrés no se nota siempre de forma evidente. A veces se manifiesta como insomnio, irritabilidad, cansancio sin motivo o falta de ganas de hacer nada. Pero está ahí. Por suerte, hay maneras de rebajarlo sin necesidad de medicación, terapias complicadas o grandes esfuerzos. Una de las más eficaces, y poco invasivas, la recomienda la Fundación Atilano Sánchez Sánchez (FASS).
Esta es la mejor actividad de relajación para mayores de 70 que sufren estrés
Lo que de verdad funciona para reducir el estrés en mayores de 70 es muy simple y efectivo: la música. O más concretamente, la musicoterapia, una disciplina reconocida que utiliza el sonido, el ritmo y la melodía como herramientas terapéuticas.
La Federación Mundial de Musicoterapia explica que esta es una práctica profesional que emplea los elementos musicales para mejorar la salud física, mental y emocional. No es sólo escuchar música por gusto; es escuchar con intención, moverse con libertad, cantar con emoción y conectar con uno mismo a través del sonido.
Esta práctica puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, mientras activa la producción de dopamina, esa que nos da sensación de bienestar. El resultado es menos ansiedad, mejor humor, más calma. En personas mayores, eso se traduce en una mayor calidad de vida sin necesidad de grandes cambios en su rutina.
También mejora el sueño, ayuda a gestionar ataques de pánico y refuerza la atención. Incluso se ha visto que puede aliviar el dolor y estimular la memoria. Algo tan cotidiano como poner una canción puede tener un impacto real en cómo se siente el cuerpo y la cabeza.
Cómo empezar con la musicoterapia a los 70 años de edad sin complicaciones
No hace falta apuntarse a un curso ni tener conocimientos previos. Empezar es tan sencillo como encender la radio o buscar una lista de reproducción con música tranquila. Aquí van algunas ideas prácticas para probar desde casa:
- Escuchar música que te guste. De fondo mientras descansas o mientras cocinas, lo importante es que te haga sentir bien.
- Moverte al ritmo. No hace falta bailar bien ni seguir pasos. Basta con dejar que el cuerpo se exprese, aunque sea con un leve balanceo.
- Cantar. Cantar canciones de toda la vida puede despertar recuerdos, liberar emociones y mejorar el estado de ánimo casi al instante.
- Usar cuencos tibetanos. Sus vibraciones tienen un efecto relajante que se nota en el cuerpo y en la mente. Puedes probar a hacerlos sonar o, si te animas, colocarlos sobre el cuerpo para notar sus ondas.
Otra opción interesante es combinar música suave con meditación guiada. Hay audios disponibles en internet que mezclan ambas cosas y pueden ayudar a desconectar del ruido mental acumulado.
