Contenido
- 0.1 3 señales que revelan que sufres depresión de alto funcionamiento
- 0.2 El nuevo tipo de relaciones en España que cambia las parejas que conocíamos: preocupa a los expertos
- 0.3 El ‘hobby’ que recomienda la UCLA para mejorar la memoria a partir de los 65 y que puedes hacer con tus nietos
- 1 Beneficios de la actividad que fortalece el cerebro
En un mundo dominado por la tecnología y el ritmo acelerado, actividades tradicionales como coser han quedado relegadas a un segundo plano. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que esta práctica ancestral, que hacía tu madre y abuela y fortalece el cerebro, ofrece beneficios que van mucho más allá de la mera creación textil. Un estudio realizado por la Universidad de Cardiff revela que las personas que cosen regularmente experimentan mejoras significativas en su bienestar mental, capacidad cognitiva e incluso en sus relaciones sociales.
La acción repetitiva de la aguja y el hilo actúa como una forma de meditación activa, reduciendo los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y promoviendo un estado de relajación similar al alcanzado mediante prácticas mindfulness. Pero los beneficios no se limitan al ámbito psicológico. Coser implica una compleja coordinación mano-ojo que fortalece las conexiones neuronales, según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta actividad fortalece el cerebro, y estimula tanto el hemisferio izquierdo (lógico, encargado de patrones y mediciones) como el derecho (creativo, responsable del diseño y color). Para las personas mayores, en particular, puede ser una herramienta poderosa contra el deterioro cognitivo. La Universidad de Cardiff también destaca en su investigación cómo los grupos de costura comunitaria han demostrado ser efectivos para combatir la soledad, un problema creciente en las sociedades modernas.
Beneficios de la actividad que fortalece el cerebro
La costura funciona como una potente terapia antiestrés. El movimiento rítmico de las manos y la concentración requerida crean un estado de ‘flujo’ psicológico, donde la mente se enfoca completamente en el presente. Este efecto es tan significativo que algunos terapeutas lo recomiendan como complemento en el tratamiento de la ansiedad y la depresión leve.
Un estudio de la Clínica Mayo destacó que las personas que dedican al menos dos horas semanales a actividades manuales como coser presentan un 30% menos de síntomas depresivos. La explicación radica en que estas tareas manuales estimulan la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados al bienestar emocional.
Mejoras en la función cognitiva
Coser no es solo un ejercicio para las manos, sino también para el cerebro. Planificar un patrón, calcular medidas y visualizar el resultado final son actividades que mejoran:
- La memoria espacial
- La capacidad de resolución de problemas
- El pensamiento matemático básico
Investigadores de la Universidad de Cambridge han observado que los niños que aprenden costura básica desarrollan mejores habilidades visoespaciales, útiles para disciplinas como la ingeniería o la arquitectura. En adultos, esta práctica puede retrasar la aparición de síntomas asociados al deterioro cognitivo leve.
Beneficios físicos y motrices
Aunque no lo parezca, coser ofrece ventajas físicas considerables:
- Motricidad fina: el control preciso de agujas fortalece los pequeños músculos de las manos, beneficioso para personas con artritis incipiente.
- Coordinación: requiere sincronizar perfectamente manos y vista.
- Postura: cuando se practica correctamente, fomenta la conciencia corporal.
Los talleres de costura, que fortalecen el cerebro, se han convertido en espacios cada vez más importantes para construir relaciones intergeneracionales. En países como Reino Unido y España, proyectos comunitarios usan la costura como herramienta de inclusión social. El estudio de Cardiff menciona casos donde estos grupos han ayudado a:
- Integrar a inmigrantes mediante el intercambio de técnicas tradicionales
- Rehabilitar personas con adicciones
- Crear redes de apoyo entre mujeres en situaciones vulnerables
Desarrollo de la creatividad y autoestima
Cada proyecto terminado representa un logro tangible que refuerza la autoeficacia. A diferencia de muchas actividades digitales, la costura deja un resultado físico que puede usarse, regalarse o exhibirse.
Esto explica por qué, según datos de la Asociación Británica de Terapia Ocupacional, pacientes en recuperación de traumas emocionales muestran mejor progreso cuando incluyen manualidades en su proceso terapéutico.
La costura como herramienta educativa
En escuelas pioneras de Finlandia y Suecia, la costura se ha reintroducido como asignatura obligatoria, y es bueno para el cerebro. Los educadores destacan que:
- Enseña paciencia y perseverancia
- Desarrolla la capacidad de seguir instrucciones complejas
- Fomenta el reciclaje y la conciencia ecológica al reutilizar materiales
Cómo incorporar la costura en la vida diaria
Para quienes quieran experimentar estos beneficios:
- Empieza pequeño: un proyecto sencillo como un cojín o una bolsa de tela
- Únete a un grupo: muchas bibliotecas y centros comunitarios ofrecen talleres gratuitos
- Combínalo con otras actividades: escucha podcasts o audiolibros mientras coses para multiplicar los beneficios cognitivos
Impacto económico y sostenibilidad de la costura
En la era de la moda rápida, la costura se revela como una alternativa sostenible y económica. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, reparar y modificar prendas puede reducir hasta un 30% los residuos textiles anuales. Además, aprender costura básica permite ahorrar significativamente en arreglos y customizaciones, convirtiéndola en una habilidad financieramente valiosa.
Como muestra la evidencia, coser es mucho más que un pasatiempo nostálgico. En una era de consumo rápido y productos desechables, esta práctica milenaria ofrece un antídoto valioso contra el estrés moderno, al tiempo que fortalece el cerebro y nuestras capacidades mentales y sociales.