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Las rebajas son una de las estrategias de marketing más efectivas para incentivar el consumo, y muchas personas se sienten atraídas por ellas. La sensación de obtener productos a precios más bajos genera una satisfacción instantánea, y esto se debe a una combinación de factores emocionales y psicológicos. Las rebajas crean una percepción de urgencia y escasez, lo que nos impulsa a comprar más de lo que realmente necesitamos. Ahora que acaban de empezar, vamos a ver porque necesitamos comprar más durante las rebajas.
La psicología detrás de las rebajas juega un papel fundamental en nuestra decisión de compra. El gabinete psicológico Conectia Psicología explica que comprar a precios menores «se debe a la atribución que hacemos en nuestra sociedad del término gratis o rebaja, es decir, estos conceptos son considerados como positivos y, por tanto, obtener algo gratis o algo rebajado nos genera una sensación de bienestar y felicidad mayor, que comprar lo mismo sin esa rebaja». La sensación de hacer un buen trato provoca una liberación de dopamina, lo que nos hace sentir felices. Además, las estrategias como los carteles de últimas unidades o liquidación refuerzan la idea de que debemos actuar rápido para no perder la oportunidad. Estas tácticas generan una sensación de urgencia que nos impulsa a comprar productos, incluso si no los necesitamos. La presión de las rebajas, sumada a la escasez y la satisfacción de haber aprovechado un buen precio, nos lleva a gastar más y, en ocasiones, a arrepentirnos después de la compra.
Por qué queremos comprar más en las rebajas
Consumo y ansiedad
Las rebajas suelen ir acompañadas de frases como ‘Últimas unidades’ o ‘Liquidación’. Estas expresiones están diseñadas para generar una sensación de urgencia. Las personas son más propensas a tomar decisiones rápidas cuando sienten que una oportunidad podría escapar de sus manos.
Este fenómeno se llama efecto de escasez. El equipo de Simply Put Psych explica que este fenómeno «no es solo una condición práctica; es un estado psicológico que afecta profundamente la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. Cuando percibimos escasez, nuestro cerebro se concentra intensamente en lo que falta, a menudo a expensas del pensamiento a largo plazo y de prioridades más amplias».
Este efecto también está relacionado con el miedo a perder una oportunidad o a arrepentirnos de no haber tomado una determinada acción. Sabemos que, si no compramos ahora, es posible que no encontremos ese artículo en el futuro o que no volvamos a ver una oferta tan atractiva. Por lo tanto, nos impulsamos a comprar más de lo que realmente necesitamos para evitar esa sensación de pérdida.
El valor psicológico de las rebajas
Una de las principales razones por las que compramos más en rebajas es la llamada percepción de valor que genera el descuento. Un estudio de la revista Frontiers in Psychology explica que este fenómeno del valor es «la evaluación general que hace el consumidor de la utilidad, que se basa en las percepciones entre ganancia y pérdida».
Nuestro cerebro está programado para valorar lo que se considera una buena oferta. Cuando un producto está rebajado, tendemos a percibirlo como una oportunidad única, algo que no podemos dejar pasar.
La diferencia entre el precio original y el rebajado crea una sensación de que hemos hecho una compra inteligente. Este sentimiento no solo nos motiva a comprar, sino que también satisface nuestras necesidades de recompensar nuestra inteligencia y tomar decisiones acertadas.
Ver a otros comprar aumenta el deseo de consumo
En un entorno de rebajas, las compras no solo son una experiencia individual, sino también social. En general, las personas compran más durante las rebajas porque ven a otras personas comprando.
Cuando vemos a muchas personas en las tiendas o que hay productos online en oferta que se están agotando, sentimos que debemos hacer lo mismo para no quedarnos sin esa prenda. Este efecto se intensifica cuando estamos en compañía de amigos o familiares, ya que las compras se convierten en una actividad social.
Además, la publicidad durante las rebajas juega un papel clave. Las marcas utilizan estrategias para crear un ambiente de competencia y deseo.
Una cuestión de estaciones
Las rebajas, en muchos casos, están asociadas con el cambio de temporada. Esto puede generar un impulso emocional de renovarnos. En este caso, las de invierno acaban de empezar, y llegan con el inicio de un nuevo año.
Por tanto, la llegada de nuevas colecciones y el fin de la temporada nos invita a consumir. La sensación de que estamos adquiriendo algo nuevo y que es una oportunidad de hacer algo por nosotros mismos aumenta la motivación para comprar más durante las rebajas.
La influencia de las redes: recomendaciones y reseñas
Las tiendas online nos influencian constantemente en nuestras decisiones de compra en épocas de ofertas. Cuando vemos que un producto tiene muchas valoraciones positivas o que es recomendado por amigos, entonces sentimos una necesidad más fuerte de comprarlo, incluso si no lo necesitamos.