Contenido
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- 0.2 Qué significa que alguien prefiera mojarse a usar paraguas cuando llueve, según la psicología
- 0.3 Adiós a la barriga: esta hormona es la que puede estar causando esto sobre ti y pocos lo saben
- 1 ¿Por qué se contagian los bostezos?
Los bostezos son acciones que todos experimentamos a menudo en nuestra vida cotidiana. Se asocia con cansancio o aburrimiento, pero lo que hace que el bostezo sea aún más intrigante es su capacidad para contagiarse. Si alguna vez te has encontrado haciendo esta acción después de ver a alguien hacerlo, te has preguntado por qué ocurre este fenómeno: no solo es un reflejo involuntario, sino que también puede tener un componente social y emocional, ya que se sabe que se contagia de una persona a otra.
La farmacéutica Boticaria García afirma que hay una explicación desde la ciencia que tiene que ver con «las neuronas espejo, aquellas que se activan cuando una persona o un animal hacen lo mismo que está viendo hacer al otro». Esto, según la profesional, se llama “bostezo contagioso” y forma parte de una respuesta fisiológica. Cuando vemos a otra persona bostezar, nuestras neuronas espejo se activan, lo que puede llevarnos a realizar el mismo gesto. Este contagio no es solo una reacción física, sino que también tiene un componente emocional. Así, bostezar parece ser una forma en que las personas se sincronizan emocionalmente, especialmente en entornos sociales.
¿Por qué se contagian los bostezos?
Este fenómeno también se ha observado en algunos animales, lo que sugiere que el bostezo tiene una función evolutiva que va más allá de lo meramente físico, promoviendo la cohesión en grupos y aumentando la conexión entre individuos.
El contagio de los bostezos es un fenómeno interesante que ha sido objeto de diversas investigaciones científicas. Si alguna vez has te ha pasado y has realizado esta acción al ver a otra persona hacerlo, o incluso al ver a un animal bostezar, es porque el acto es contagioso. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Neuronas espejo
Estas neuronas son un tipo especial de células cerebrales que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando vemos a otra persona realizarla.
Según un estudio de la revista Annals of Clinical and Translational Neurology, proporcionan un mecanismo neuronal simple para comprender las acciones de los demás. En los humanos, las áreas frontal inferior posterior y parietal inferior rostral poseen propiedades espejo. Estas áreas humanas son relevantes para el aprendizaje imitativo y la conducta social.
Cuando vemos a alguien bostezar, nuestras neuronas espejo se activan, lo que nos impulsa a realizar la misma acción. Este contagio no se limita solo a los humanos, ya que también se ha observado en primates y otros animales sociales.
Sincronización con el grupo
En los grupos animales, como los primates, el bostezo puede ser una forma de coordinar el comportamiento del grupo y mejorar la cohesión social.
Al sincronizarse, los miembros de un grupo pueden estar más atentos a las señales del entorno y actuar de manera más eficiente en conjunto.
Empatía y conexión
«El contagio del bostezo depende de los mecanismos que se desarrollan en la infancia en paralelo a la capacidad de empatía, para entender los estados mentales de otras personas», afirma Boticaria García.
En este sentido, las personas más empáticas son más propensas a contagiarse de los bostezos de los demás. Esto sugiere que tal hábito no solo es un acto físico, sino también emocional, ya que nuestra respuesta refleja una conexión emocional con la otra persona.
Estrés o fatiga
Y también puede ser una respuesta al estrés o la fatiga. Si estamos en un entorno en el que otras personas están cansadas o estresadas, es probable que nuestras mentes y cuerpos respondan a esos estados emocionales.
Este fenómeno puede funcionar como un medio de solidaridad y compasión hacia los demás.
Consejos para controlar el exceso de bostezos
Aunque el contagio de los bostezos es un fenómeno natural y, en muchos casos, involuntario, hay algunas estrategias que pueden ayudarte a controlarlo si te resulta incómodo o molesto:
Practica mindfulness
El mindfulness te ayuda a estar presente en el momento y a conectar con tus emociones de manera consciente. Si te encuentras en una situación en la que se está produciendo un contagio de bostezos, practicar la respiración profunda y la relajación puede ayudarte a reducir el impulso de un bostezo involuntario.
Vive saludable
Si bostezas con frecuencia, podría ser una señal de fatiga o falta de sueño. Deberías dormir lo suficiente cada noche y mantener una rutina de descanso adecuada para evitar la somnolencia durante el día.
Una buena calidad de sueño también puede reducir la tendencia a contagiarse de los bostezos.
Hacer ejercicio diario
El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea y aumenta los niveles de energía, lo que puede disminuir la sensación de cansancio.
Hacer una caminata ligera o realizar estiramientos también puede ayudar a reducir la necesidad de bostezar y mejorar tu concentración.
Interrumpe el ciclo
Si sientes que un bostezo está a punto de contagiarse, intenta realizar una actividad que te despierte y te mantenga alerta, como tomar agua fría o hacer una pequeña actividad física para aumentar tu energía.