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Un cuerpo saludable requiere de una serie de condiciones físicas, psicológicas, anímicas, emocionales y sociales para lograr un desarrollo eficiente. En este sentido, la alimentación, la práctica de ejercicio, el descanso y los controles médicos son hábitos indispensables para mantenerse en forma de manera tranquila, segura y estable. Por lo general, el ritmo acelerado que tenemos de nuestras rutinas, ya sean laborales, de estudio, la familia, las presiones sociales por llegar a cumplir con rendimientos y objetivos económicos, nos llevan a que no lleguemos y entonces surge estrés. Es un mal de este siglo que puede darnos complicaciones. Descubre cómo afecta el estrés al cuerpo de la mujer.
La Asociación Estadounidense del Corazón advierte que el estrés crónico puede afectar su salud mental y física. A su vez, mencionan que cuando estás estresado, tu cuerpo libera cortisol y otras hormonas del estrés y, si esta respuesta corporal al estrés se prolonga durante un período prolongado, puede ponerte en riesgo de sufrir ciertas afecciones de salud. Entre ellas se encuentran problemas digestivos y aumento de peso, ansiedad y depresión, dolores de cabeza, problemas de sueño, problemas de memoria y concentración, presión arterial alta, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Y ello puede ser algo más acusado en determinadas etapas de la vida de la mujer.
Cómo afecta el estrés al cuerpo de la mujer
El doctor Manuel Casinello, psiquiatra de Murcia, sostiene que el estrés puede deteriorar de forma importante nuestro funcionamiento cotidiano, afectando a nuestro bienestar, salud y calidad de vida.
«Son muchos los factores que intervienen en nuestra vida y nos pueden generar cierto grado de estrés. El ritmo de vida que llevamos, la continua exposición a pantallas y estímulos visuales, la pandemia, el trabajo, las relaciones sociales y personales», reflexiona el profesional.
¿Qué es el estrés y cómo se genera?
Según Manuel Casinello, el estrés consiste en una reacción física automática hacia una situación externa para la que la persona no está preparada o tiene recursos físicos o psicológicos para controlarla. Además, menciona que es una respuesta natural del organismo para adaptarse a los cambios cotidianos.
«Cuando ante un estímulo o situación que nos genera estrés disponemos de herramientas para controlar y hacer frente, la agitación será menor. Sin embargo, en aquellos casos en los que no se disponen de recursos para controlar la situación es cuando aparece el estrés», explica Casinello.
El psiquiatra detalla que existen distintos tipos y grados de estrés. Por un lado, el estrés positivo, una respuesta necesaria en el desarrollo de las actividades cotidianas que se debe controlar para poder autorregularnos en determinadas situaciones.
También se identifica el estrés tolerable, una respuesta a situaciones de estrés que nos afectan mentalmente. Estos casos suelen asociarse a experiencias de mayor intensidad, amenaza o adversidad, como por ejemplo la pérdida de un ser querido.
Una tercera modalidad es el estrés tóxico. Se caracteriza cuando el estado de estrés ocurre de forma prolongada, fuerte y frecuente. El psiquiatra Casinello plantea que “en estas situaciones se convierte en un problema grave y se debe buscar la ayuda de un especialista para conseguir controlar y regular el estrés”.
Que le pasa al cuerpo y mente de la mujer
Algunos de los efectos del estrés en la salud son iguales para hombres y mujeres. Por ejemplo, el estrés puede provocar problemas para dormir y sistemas inmunológicos más débiles. Sin embargo, el estrés también afecta a las mujeres de otras formas, según la Oficina para la Salud de la Mujer de Estados Unidos:
- Cefaleas y migrañas. Cuando estás estresada, los músculos se tensan. La tensión a largo plazo puede generar cefalea, migraña y dolores generales en el cuerpo.
- Depresión y ansiedad. En el último año, las mujeres fueron dos veces más propensas que los hombres a tener síntomas de depresión. Además, las mujeres son más propensas que los hombres a padecer un trastorno de ansiedad, como el trastorno por estrés postraumático, el trastorno de pánico o el trastorno obsesivo compulsivo.
- Problemas cardíacos. Los altos niveles de estrés pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Con el tiempo, la hipertensión puede causar problemas de salud graves, como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
- Malestar estomacal. El estrés a corto plazo puede causar problemas estomacales, como diarrea o vómitos. El estrés a largo plazo puede generar el síndrome del intestino irritable (SII), una afección que es dos veces más común en mujeres que en hombres.
- Obesidad. El vínculo entre el estrés y el aumento de peso es más fuerte para las mujeres que los hombres. El estrés aumenta la cantidad de una hormona en tu cuerpo denominada cortisol, lo que puede provocar que comas en exceso y que tu cuerpo almacene grasa.
- Problemas en el ciclo menstrual. Las mujeres que experimentan estrés crónico o a largo plazo pueden tener síntomas de síndrome premenstrual (SPM) más intensos o períodos irregulares.
- Disminución del deseo sexual. Las mujeres con estrés a largo plazo pueden tardar más en excitarse o pueden tener menos deseo sexual que las mujeres con bajos niveles de estrés.
Los estímulos que pueden producirnos estrés
Al conocer cómo afecta el estrés al cuerpo puedes tener más claro qué es y cómo se produce y por tanto identificar los estímulos que pueden producirlo. Manuel Casinello afirma que se encuentran internos, externos, cotidianos y factores sociales.
Los internos se refieren a la frustración, sensación de impotencia, modelos de pensamiento rígido, adicciones, mal humor o determinadas enfermedades.
En el caso de los externos se encuentran desastres naturales, aglomeraciones, inseguridad, determinados ruidos, accidentes, problemas económicos o familiares, incluso situaciones de aislamiento.
“Entre los factores sociales aparecen situaciones familiares, amigos, trabajo, muertes, cambios importantes, divorcio o una mudanza. Y, los cotidianos, aluden a alteraciones en la vida cotidiana, imprevistos o situaciones molestas”, explica Casinello.
¿Cómo influye el estrés en nuestra vida?
El estrés presenta una serie de consecuencias que pueden llegar a desencadenar repercusiones físicas y emocionales graves. Las principales consecuencias físicas son tensión muscular, dolor crónico, trastornos del sueño, bruxismo, mareos, nerviosismo, problemas gastrointestinales, pérdida del apetito, problemas de concentración y trastorno por atracón.
A su vez, otro aspecto de cómo afecta el estrés al cuerpo está en las consecuencias emocionales que pueden perjudicar nuestra vida cotidiana y salud. Las manifestaciones más frecuentes son depresión, ansiedad, fatiga, irritabilidad, distanciamiento social y apatía.
Si bien el estrés es considerado un mecanismo necesario para la adaptación del ser humano, los profesionales indican que debemos ser capaces de controlarlo para que no influya negativamente en nuestra vida.
La Clínica Mayo sugiere algunas medidas y acciones para intentar controlar el estrés. En este sentido, indican realizar una actividad física regular la mayoría de los días de la semana. También practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación, el yoga, el taichí o los masajes.
«Es importante pasar tiempo con la familia y los amigos, así como también reservar tiempo para tus aficiones como leer un libro, escuchar música o salir a andar. Además, seguir una alimentación sana y equilibrada», proponen.