Contenido
- 0.1 La razón por la que los mayores de 70 años sienten que estorban en casa de sus hijos, según la psicología
- 0.2 Ni ciencia ni idiomas: la asignatura que agudiza la mente de los niños y que pocas escuelas enseñan en España
- 0.3 Ni paseos ni voluntariados: la actividad social recomendada para que los mayores de 70 años se sientan valorados
- 1 Qué hacer para reducir el insomnio
El sueño es un pilar esencial para el bienestar físico, mental y emocional. Dormir bien no solo mejora nuestro rendimiento diario, sino que también tiene un impacto directo en nuestra salud a largo plazo. Un descanso adecuado ayuda a mantener el equilibrio en el sistema nervioso, fortalece el sistema inmune y mejora la capacidad de concentración y toma de decisiones. Además, favorece el estado de ánimo y previene enfermedades crónicas. ¿Qué hacer contra el insomnio?
El Dr. José Abellán, especialista en cardiología, asegura que «descansar bien es clave para un corazón sano. Las personas con un descanso inadecuado tienen un mayor riesgo de riesgos cardiovasculares». Un sueño reparador cumple funciones biológicas clave. Durante la noche, el cuerpo se encarga de reparar tejidos, regular el ritmo cardíaco y la presión arterial, y equilibrar hormonas como la melatonina, el cortisol y la hormona del crecimiento. Todo esto contribuye a mantener un sistema inmune fuerte. Además, el descanso ayuda a conservar energía, consolidar la memoria, procesar emociones y favorecer el crecimiento celular. Sin estas funciones, el cuerpo y la mente se desequilibran. Para lograr un mejor descanso, es fundamental implementar estrategias como exponerse al sol por la mañana, mantenerse activo durante el día, evitar cenas pesadas y reducir la cafeína. A largo plazo, dormir bien reduce el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión o los problemas cardíacos. Por eso, priorizar el sueño es clave para vivir mejor, más feliz y con más energía.
Qué hacer para reducir el insomnio
Dormir bien, la clave para un corazón sano
«Un descanso reparador regula tu presión arterial, tu ritmo cardiaco y tus hormonas, fundamentales para un corazón sano», asegura el Dr. José Abellán. Durante el descanso nocturno, el cuerpo regula funciones vitales.
Hormonas como la melatonina, la hormona del crecimiento y el cortisol se equilibran mientras dormimos, ayudando a controlar el estrés, fortalecer el sistema inmunológico y mantener una función metabólica saludable.
Cuando no descansamos lo suficiente, estos procesos se ven alterados, lo que puede provocar inflamación, desequilibrios hormonales y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, obesidad o diabetes tipo 2. Dormir bien, entonces, es esencial para cuidar el corazón y la salud integral.
Las principales funciones del sueño
Durante las distintas fases del sueño, el organismo lleva a cabo múltiples procesos fundamentales para el equilibrio físico y mental. Algunas de las funciones principales del descanso son:
- Reparación celular y de tejidos.
- Conservación y restauración de energía.
- Crecimiento y regeneración muscular.
- Fortalecimiento del sistema inmune.
- Regulación de hormonas clave como la melatonina, el cortisol y la leptina.
- Procesamiento emocional y reducción del estrés.
- Eliminación de toxinas cerebrales.
- Consolidación de la memoria y el aprendizaje.
Las estrategias para acabar con el insomnio
Si bien cada persona tiene un ritmo biológico único, existen estrategias efectivas que pueden mejorar la calidad del sueño de manera significativa. Las más importantes abarcan:
Exposición a la luz solar natural
Recibir luz solar durante la mañana regula tu reloj biológico y favorece la producción natural de melatonina por la noche. «Tu cerebro detecta la luz solar intensa, lo que sincroniza tu ciclo de sueño con el horario real», asegura el Dr. José Abellán.
Organiza tus hábitos alimenticios
Evita cenas pesadas, el alcohol, el azúcar en exceso y la cafeína desde la tarde para facilitar una digestión ligera y un descanso tranquilo.
Tener una rutina nocturna estable
Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, fortalece los ritmos circadianos.
Mantenerse activo durante el día
Hacer ejercicio moderado mejora la calidad del sueño profundo, aunque es preferible evitar la actividad intensa antes de dormir.
Reducir el uso de pantallas antes de dormir
La luz azul de dispositivos electrónicos inhibe la producción de melatonina y altera el ciclo natural del sueño.
Crear un ambiente adecuado para dormir
Dormir en una habitación oscura, silenciosa y fresca mejora significativamente la calidad del descanso.
Evitar siestas largas o tardías
Las siestas prolongadas durante la tarde pueden dificultar el inicio del sueño nocturno.
Practicar técnicas de relajación
Respiración profunda, meditación, yoga o leer un libro tranquilo ayudan a preparar la mente contra el insomnio.
Consejos para tener una rutina de descanso saludable
Además de las estrategias mencionadas, es importante construir una rutina nocturna personalizada que ayude a relajar física y mentalmente antes de ir a la cama. Algunas recomendaciones prácticas:
- Cena al menos 2 horas antes de acostarte.
- Bebe una infusión relajante como manzanilla o valeriana.
- Toma un baño caliente o ducha tibia antes de dormir.
- Evita mirar el celular o ver televisión en la cama.
- Escucha música suave o sonidos naturales.
Escribe tus pensamientos o una lista de agradecimientos si estás muy activo mentalmente.
Adoptar una rutina de sueño consistente no solo te ayudará a dormir más rápido, sino que también mejorará la calidad del descanso y reducirá el estrés acumulado durante el día.