Contenido
- 0.1 Si alguien espera a que otros inicien la conversación es porque no tiene habilidades sociales, según la psicología
- 0.2 Qué significa que una persona desvíe la mirada al hablar, según la psicología
- 0.3 Llegan a España las parejas DADT: la nueva tendencia que rompe los esquemas de las relaciones
- 1 Tener un móvil antes de los 13 años repercute negativamente en la salud mental a largo plazo
- 2 Cómo el uso temprano del móvil y redes sociales perjudica la salud mental juvenil
- 3 Medidas urgentes para limitar el acceso a móviles en niños y proteger su bienestar mental
Un estudio publicado en Journal of Human Development and Capabilities, respaldado por una base de datos de más de 100.000 personas, ha arrojado luz sobre una relación preocupante entre el uso temprano del teléfono móvil y la salud mental en la vida adulta.
La investigación, liderada por la organización científica Sapien Labs, representa uno de los análisis más amplios hasta la fecha sobre este fenómeno creciente que afecta a millones de familias en todo el mundo.
Tener un móvil antes de los 13 años repercute negativamente en la salud mental a largo plazo
La edad a la que un niño recibe su primer teléfono móvil no es un detalle menor. Según este trabajo recogido por la agencia SINC, quienes accedieron a un móvil antes de cumplir los 13 años presentan una mayor propensión a experimentar síntomas severos como pensamientos suicidas, baja autoestima, inestabilidad emocional y desconexión con la realidad.
El estudio revela que estos efectos son más marcados entre los jóvenes de 18 a 24 años, grupo etario en el que se observaron niveles elevados de agresividad y dificultades para gestionar emociones. Además, el impacto de esta exposición tecnológica temprana varía según el género. Las mujeres muestran una caída notable en la resiliencia emocional, mientras que en los hombres se detecta una reducción significativa de la empatía y la tranquilidad mental.
Uno de los puntos clave identificados por los investigadores es el papel que desempeñan las redes sociales en este deterioro. El acceso temprano a estas plataformas explica casi el 40% del vínculo entre tener un móvil a edad temprana y el empeoramiento de la salud mental.
Las cifras son éstas y son claras:
- 13% de incremento en conflictos familiares.
- 12% de probabilidad de sufrir trastornos del sueño.
- 10% de riesgo adicional de ciberacoso.
Tara Thiagarajan, neurocientífica y autora principal del estudio, advierte que la exposición a redes sociales en etapas de desarrollo es especialmente peligrosa, ya que los algoritmos tienden a amplificar contenidos perjudiciales y fomentan comparaciones sociales constantes.
Medidas urgentes para limitar el acceso a móviles en niños y proteger su bienestar mental
Los responsables del informe instan a que se tomen medidas similares a las que existen para regular el acceso al alcohol o el tabaco. Aunque la edad mínima oficial para abrir perfiles en redes sociales es de 13 años, la realidad demuestra que esta restricción se evade con facilidad. Además, la edad media de adquisición de un móvil sigue disminuyendo globalmente.
Thiagarajan subraya que, si bien el estudio se basa en datos autodeclarados mediante el sistema MHQ (Mind Health Quotient), la magnitud del fenómeno exige respuestas preventivas inmediatas. «La magnitud del daño potencial es demasiado grande como para ignorarla y justifica una respuesta preventiva», concluye.
Estos hallazgos refuerzan la idea de que el uso temprano de tecnologías sin supervisión puede comprometer seriamente el bienestar mental en etapas posteriores de la vida. Así como se protege a los menores de otros riesgos del entorno, urge establecer criterios claros para el uso responsable de los dispositivos móviles durante la infancia.