Contenido
- 0.1 Ni ciencia ni matemáticas: la asignatura olvidada que agudiza la mente de los niños y está subestimada en España
- 0.2 Ni sudokus ni puzles: el juego recomendado para que los mayores de 70 años socialicen y ejerciten el cerebro
- 0.3 Los crucigramas están bien, pero hay un pasatiempo mejor para que los mayores de 65 mantengan la mente en forma
- 1 Este es el mejor pasatiempo para mantener la mente ágil después de los 70 años
- 2 ¿Cómo jugar este clásico de baraja española?
- 3 Otros beneficios de jugar a las cartas en la tercera edad
Ir a hacer la compra y olvidar la lista, empezar a hablar de una cosa y acabar divagando sobre otra, quedarse frente al armario sin recordar qué se iba a coger… Son pequeños despistes que, con la edad, se vuelven parte del día a día. El cerebro, como cualquier otro órgano, también sale afectado por el paso del tiempo, pues pierde agilidad y se vuelve más lento.
A los 70 años no se puede pretender tener la misma rapidez mental que a los 20, pero eso no significa tirar la toalla ni pasarse la tarde eligiendo qué película ver en Netflix. Al contrario, es el momento de hacer algo por mantener la cabeza en forma. Y, afortunadamente, hay un pasatiempo muy eficaz que es 100 % español y tiene siglos de historia.
Este es el mejor pasatiempo para mantener la mente ágil después de los 70 años
El pasatiempo que todos los mayores de 70 años deberían practicar se llama tute. No necesita pantalla, ni conexión a internet, ni pilas, sólo una baraja española y ganas de pasarlo bien.
Este juego, que ha pasado de generación en generación, activa la memoria, entrena la concentración, y refuerza habilidades como la lógica, la estrategia y la anticipación. Además, reúne a amigos, vecinos o familiares en torno a una mesa, recuperando ese espacio de charla y convivencia que tanto se echa en falta en la vejez.
El tute es un juego de cartas en el que se gana sumando puntos a través de las bazas y los llamados «cantes». Se juega con una baraja española de 40 cartas, y admite varias modalidades: a dos, a tres (el llamado «arrastrado») y por parejas, cuando se juega entre cuatro. La clave está en recordar qué cartas han salido, calcular cuántos puntos se llevan y qué combina mejor con qué.
¿Cómo jugar este clásico de baraja española?
Aprender a jugar al tute no es complicado, aunque dominarlo requiere experiencia y astucia. Cada jugador recibe un número determinado de cartas (según la modalidad), y se gira una para señalar el palo de triunfo. El orden de valor es peculiar: el as es la carta más valiosa, seguida del tres, el rey, el caballo, y la sota. El resto, simples cartas blancas, apenas aportan puntos.
Durante la partida, los jugadores deben intentar ganar bazas y cantar combinaciones que suman más tantos. Hay que prestar atención, recordar jugadas anteriores y pensar con cabeza fría.
Una combinación ganadora puede ser el «tute de reyes» o el «tute de caballos», es decir, reunir los cuatro del mismo tipo. También están los cánticos de «las cuarenta» y «las veinte», que dan puntos extra si se tienen el rey y el caballo del mismo palo (triunfo o no).
Asimismo, existen normas para asistir, montar o fallar, según lo que se tenga en la mano. No basta con tirar una carta cualquiera, hay que calcular, adaptarse a lo que hacen los demás y anticiparse a sus movimientos.
Otros beneficios de jugar a las cartas en la tercera edad
Más allá del entretenimiento, jugar a las cartas ofrece ventajas reales para los adultos mayores. Ayuda a mantener activa la memoria, a mejorar la concentración y a conservar la agilidad mental. Pero también influye en lo emocional: reduce el estrés, refuerza la autoestima y combate la soledad.
Por otro lado, manejar cartas también implica coordinación y movimiento, aunque sea leve. Ese gesto de barajar, repartir o recoger cartas entrena la motricidad fina y mantiene en forma las manos, algo clave en edades avanzadas.