Los crucigramas están bien, pero hay un pasatiempo mejor para mayores de 70 que activa cuerpo y mente

Esta actividad es una de las mejores para mantener la mente activa, y además puede ser una fuente constante de bienestar y satisfacción personal

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Mujer haciendo punto.

A los 70 años, el tiempo en casa pasa de ser algo ocasional a ser el núcleo de cada día. Y en esa nueva rutina, el aburrimiento aparece.

Ante ese problema, hay pasatiempos que realmente marcan la diferencia. Están los clásicos crucigramas o actividades más creativas. Pero también hay otros de los que apenas se habla y que, sin embargo, ofrecen un beneficio enorme.

Este es el pasatiempo que ayuda a que los mayores se sientan mejor en cuerpo y mente

La mejor opción que pueden elegir los mayores de 70 años es el punto. Este, más que tejer sin más, requiere concentración, coordinación y relajación en una misma acción. El vaivén de las agujas, el ritmo repetitivo de los puntos, la textura del hilo entre los dedos… todo ello crea una experiencia que calma y estimula al mismo tiempo.

Es una forma sencilla de mejorar la memoria, mantener la agilidad en las manos y fomentar la paciencia. Además, cada proyecto terminado (sea un gorro, una bufanda o una simple muestra) da una sensación de logro muy necesaria a cualquier edad.

No se trata sólo de entretenimiento. Tejer reduce el estrés, despeja la cabeza y mejora el estado de ánimo. Hay quien dice que es como meditar, pero con resultado tangible.

Tejer también despierta la conexión con la memoria. Muchas personas mayores recuerdan a sus madres o abuelas tejiendo, y al retomar las agujas reviven parte de su historia.

Además, si uno quiere, puede hacerlo en grupo. En talleres, en asociaciones o incluso en encuentros informales. Se comparten trucos, patrones, errores y risas. Pero también se puede disfrutar a solas, en silencio, a tu ritmo, sin prisas.

¿Cómo hacer punto?

Empezar es fácil. Necesitas dos agujas (pueden ser rectas o circulares) y un ovillo de hilo. Nada más. Si eliges un hilo de grosor medio y color claro, te será más sencillo ver las puntadas.

Fíjate en la etiqueta del hilo. Ahí verás de qué material está hecho, su peso, el número de lote (para que no cambie el color) y el tamaño de aguja recomendado.

Antes de empezar a tejer hay que hacer una muestra de 10 x 10 cm. Así comprobarás si tu tensión se ajusta a la del patrón. Si está demasiado suelta, prueba con agujas más finas. Si está muy apretada, cambia a unas más gruesas.

Y no hace falta complicarse: con hilo, agujas, una cinta métrica y unas tijeras pequeñas tienes suficiente para arrancar.

Diferencia entre hacer punto y hacer ganchillo

Aunque se suelen confundir, no son lo mismo. Hacer punto usa dos agujas y forma una tela con una estructura de bucles que se sostienen entre sí. El resultado es un tejido más flexible, ideal para prendas que necesitan cierta caída, como jerséis, bufandas o calcetines.

Hacer ganchillo, en cambio, se hace con un gancho. La técnica permite crear texturas más compactas o decorativas, y es perfecta para mantas, encajes o muñecos.

Ambos métodos tienen lo suyo, pero para quienes buscan calma, precisión y ese cosquilleo de satisfacción al ver avanzar su proyecto punto a punto, hacer punto es la opción más completa.

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