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Los gatos son animales independientes que no necesitan una sobre protección para poder cuidarles. Debemos estar por ellos si los tenemos en casa, pero no hace falta sacarlos a pasear ni otras acciones que debemos hacer cuando tenemos perro. Los gatos son bastante autosuficientes y a la vez cariñosos. Si te gustan estos animales y los tienes en casa como mascota, seguro que ello dice mucho de tu personalidad. Aunque a veces ariscos, ofrecen el cariño necesario y saben de sobras quienes son sus dueños.
Aunque no hay unos parámetros definidos del porqué nos gustan los gatos, esto se puede deber a muchas razones. En un inicio suele corresponder a personas más libres y también independientes como el propio animal. Al no tener que estar encima de ellos, las personas que tienen gatos como mascotas pueden ir de un sitio a otro, sin necesidad de tener que estar en casa a cada momento porque al gato no hace falta pasearlo para hacer sus necesidades. Ya que lo hacen ellos mismos. Por esto la independencia es una característica común y compartida entre mascota y dueño.
Tu personalidad si te gustan los gatos
Un estudio que estableció diferentes personalidades según dueños de perros y dueños de gatos estableció que es importante comprender la relación entre la personalidad humana y las preferencias por las especies de mascotas para mejorar las relaciones entre humanos y animales, apoyar el bienestar animal y apoyar la terapia con mascotas.
El estudio examinó las diferencias de personalidad entre los amantes de los perros y los gatos con el objetivo de abordar algunas discrepancias en investigaciones anteriores que podrían atribuirse al uso de rasgos definidos de manera amplia versus definidos de manera estricta.
La mayoría de los amantes de los perros (81,8%) tuvieron un perro como mascota familiar mientras crecían, y muchos informaron tener un gato u otro tipo de mascota (por ejemplo, jerbo, pájaro, pez). Una mayoría similar de amantes de los gatos (80,3%) tuvo un gato como mascota familiar mientras crecían y también dijeron tener perros u otras mascotas.
Los análisis ANCOVA identificaron dos diferencias estadísticamente significativas entre los rasgos globales: los amantes de los perros eran más extrovertidos y tenaces que los amantes de los gatos. En conclusión, el estudio encontró que los amantes de los gatos y los perros difieren en varios rasgos de personalidad primarios y secundarios. Además, algunos de los rasgos más destacados parecen diferir según el género.
Más inteligentes y sensibles
Un estudio de la Carroll University concluyó que la personas a quienes les gustan los gatos son más inteligentes que quienes prefieren los perros. Ahora bien, los amantes de los perros son más felices.
Entre otras conclusiones del estudio se desprende que los que prefieren los gatos son algo más introvertidos y sensibles. Como hemos establecido, son también más independientes, les gustan estar solos y además suelen ser más creativos.
Internet y los vídeos de gatos
Durante hace algunos años, Internet se ha llenado de videos de gatos graciosos, durmiendo, gritando, haciendo el loco, comiendo o arañando, sea como sea, todo lo que tiene que ver con gatos está de moda y esto tienen diversos significados.
En un inicio, tales videos aportan un lado tierno y sensible, y nos relajan totalmente. Por esto muchas personas ven tales videos cuando se sienten mal o están más nerviosas.
Beneficios de tener mascotas
Aesthesis Psicólogos nombran estos beneficios:
- Ayudan a levantar el ánimo y evitan que nos sintamos solos. Las mascotas previenen la aparición de sentimientos de soledad gracias al afecto constante e incondicional que nos ofrecen y por el simple hecho de acompañarnos.
- Favorecen la comunicación y la expresión emocional. Además, por ejemplo, los dueños de los perros, suelen juntarse con otros dueños cuando los pasean, forjando relaciones de amistad que pueden llegar a ser muy intensas.
- Ayudan a empatizar ( “ponerse en la piel de los demás”), pues muchas personas piensan que los animales tienen las mismas necesidades que los humanos o que tienen los mismos estados de ánimo (entendemos que necesitan ropa porque hace frío fuera, que están tristes, alegres, cansados, enfadados,…).
- Aumentan la autoestima, dado que al dedicar parte de nuestro tiempo a su cuidado nos sentimos “auto-realizados”, o lo que es lo mismo, reconocemos la importancia de lo que hacemos, y nos sentimos satisfechos por el cuidado que damos a nuestra mascota.
- Alivian el estrés, y pueden prevenir o favorecer la recuperación de la depresión.
- Nos hacen sentir seguros. Favorecen que nos sintamos en un ambiente seguro con su compañía, permitiendo que nos relajemos.
De hecho, en diversos lugares se suelen hacer terapias asistidas con animales, preferentemente con perros al aportar alegría, bienestar, relax, y muchas otras funciones cognitivas en determinadas enfermedades mentales.