En un mundo donde prima el sálvese quien pueda, aprender y empatizar con las emociones parece tarea difícil. La Inteligencia Emocional es la habilidad para reconocer, manejar y comprender las emociones, según determina el informe La inteligencia emocional: síntesis de dos estudios empíricos, y se puede aprender tanto para la vida personal como la profesional, además de promover la existencia de espacios que ayuden a entender cómo dar a conocer la IE. Y las personas con más inteligencia emocional suelen hacer esto, apúntatelo.
«Tal concepto se describe a un conjunto de destrezas orientadas a la tipificación, valoración, manifestación y seguimiento de las emociones y un práctico direccionamiento de las emociones que propicien, la planificación y faciliten los procesos tanto del pensamiento como de la resolución de problemas», sostiene el estudio denominado Investigaciones sobre inteligencia emocional en las empresas. Tendencias en las universidades ecuatorianas. La comprensión y el reconocimiento de las emociones ha tomado especial relevancia, ya que cada vez son más las personas interesadas en indagar sobre este concepto, ya sea con el objetivo de familiarizarse con ello o bien de poder implementarlo en los diferentes aspectos de la vida, como el profesional, el personal, entre otros.
Qué hacen las personas con más inteligencia emocional
Lo que suelen hacer tales personas, mucho más empáticas, según la doctora Jenny Woo, formada en Harvard, a la CNBC Make it, suelen hacer preguntas en determinadas conversaciones y así se mantiene el interés general.
Con todo ello, muestran su empatía con la otra persona, prestando atención, siguiendo la conversación, y hay conexión. Lo que hacen es reflejarse en la persona o personas con las que hablan pero esto no quiere decir imitar a los demás. Si no establecer un mismo tipo de comunicación para entonces ganarse la confianza del otro.
Además, estas personas, como se ponen en la piel del otro, suelen dar a conocer sus fracasos para poder avanzar en la vida pues no tiene que detenernos si no, al contrario, refuerzas nuestras fortalezas.
Promover la existencia de espacios que contribuyan a iniciarse, o bien profundizar sobre Inteligencia Emocional es todo un desafío ya que implica que las personas estén dispuestas a indagarse sobre sí mismos, y ser receptivos para lo que se comparte en el marco de esta práctica.
Que cada vez existen más personas adentradas en el tema, que puedan ayudar a reproducir este tipo de espacios de aprendizaje emocional puede ser muy fructífero para el desarrollo de comunidades más solidarias y empáticas, además de fomentar relaciones más saludables y mejorar la gestión del estrés y la ansiedad, tan presentes en estos días.
Cómo dar a conocer la inteligencia emocional
Hablamos de una habilidad, que tal como se mencionó, es importante promoverla, para ayudar a reconocer, comprender, y ayudar a gestionarla, en espacios que sean amables, amorosos, y profesionales, ya que se trata de la salud mental de las personas involucradas en el proceso.
Es por ello que resulta fundamental buscar distintas estrategias que contribuyan a crear estos espacios de difusión para que cada vez sean más las personas que puedan conocer sobre la Inteligencia Emocional y puedan implementarla en su día a día.
Algunas estrategias para implementarla
Los talleres en escuelas, seminarios o conferencias, pueden ser una gran estrategia para comenzar a difundir la Inteligencia Emocional, fundamentalmente en personas en edad escolar; al igual que en la Universidad, o en espacios de educación informal, como puede ser un taller extracurricular.
En este tipo de espacios, es importante que haya un clima de confianza y cuidados, para que en la práctica de identificación de emociones se pueda expresar y comprender cómo aplicar la Inteligencia Emocional sin prejuicios.
Otra estrategia es creando contenido digital. En la era de las redes sociales, la expansión de internet y la accesibilidad, poder crear contenido de calidad es todo un desafío, por lo que es importante pensar en qué tipo de formato es el más adecuado para poder dar a conocer qué es la inteligencia emocional y cómo se puede aplicar en el día a día.
En esa misma línea, la creación de materiales gratuitos sobre la temática puede ser otra gran estrategia para poder difundir un poco más sobre de qué va la inteligencia emocional. Por ejemplo, la entrega de libros sobre el tema de manera gratuita, o guías prácticas pueden ser algunas de las opciones de formato que contribuyan a llegar a cada vez más personas con el tema.
En los ambientes laborales profesionales, una buena forma de difundir la Inteligencia emocional puede ser a través de programas de capacitación, o bien con el acompañamiento de profesionales de la psicología grupal, la comunicación, entre otras disciplinas pueden ser grandes herramientas que contribuyan a aplicar para fomentar espacios de trabajo más solidarios, empáticos y saludables.
Finalmente, una de las estrategias más efectivas es la difusión de testimonios y ejemplos cotidianos, que contribuyan a captar la atención del público a partir de la experiencia propia, y así demostrar la efectividad de aprender más sobre la Inteligencia Emocional.