Contenido
- 0.1 Llega el ‘orbiting’ a España: la nueva tendencia que está rompiendo los esquemas de las relaciones personales
- 0.2 Día del soltero: las ventajas de no tener pareja y que te hará cuestionarte qué haces con tu matrimonio
- 0.3 El significado de que una persona escuche música y vídeos sin cascos en el metro
- 1 ¿Cuáles son las señales de que la relación de pareja se está deteriorando?
- 2 Reconocer errores y asumir responsabilidad
Las relaciones de pareja necesitan paciencia, comprensión y comunicación clara para construir acuerdos mutuos. Por lo general, una relación que termina atraviesa un proceso progresivo hasta que un día sentimos que las cosas ya no funcionan ni resultan positivas. En este sentido, las rutinas pesan, los silencios se alargan y los gestos de cariño son poco frecuentes. A partir de ahí, surgen preguntas difíciles pero necesarias como si todavía nos sentimos vistos, seguros y comprendidos; si crecemos junto a la otra persona o en realidad seguimos porque nos produce miedo que se termine el vínculo. Así, reconocer que algo se ha roto en la pareja no es rendirse, sino un acto de honestidad y autocuidado.
Según la psicóloga Alicia González, las señales más claras de que una relación podría estar llegando a su fin tienen más que ver con las emociones que con los hechos concretos. «La clave está en cómo gestionamos el conflicto y cómo me siento después», explica. Si tras una discusión uno se siente aliviado porque se ha avanzado o comprendido algo, la relación sigue viva. En cambio, si cada conflicto deja más distancia, desprecio o indiferencia, probablemente la relación ya no esté sostenida por el amor, sino por la costumbre o el miedo. «Cuando la conexión emocional se apaga, el cuerpo lo sabe antes que la mente: ya no hay calma ni deseo, solo resignación. Cuando los intentos de reconexión no funcionan y el vínculo ya no aporta calma ni bienestar, puede ser momento de cerrar el ciclo», menciona González. A su vez, afirma que terminar una relación no siempre es un fracaso, si no que a veces es la forma más honesta de cuidar de uno mismo. «El amor, cuando se elige desde la libertad y no desde el miedo, siempre deja espacio para volver a empezar», asegura.
¿Cuáles son las señales de que la relación de pareja se está deteriorando?
Desde Clínica Origen destacan que el amor no siempre se rompe bruscamente, sino que se va desgastando poco a poco. Una de las primeras señales es la distancia emocional constante: sientes que ya no puedes compartir tus emociones como antes, que cualquier intento de abrirte genera frialdad o evasivas.
Otra señal frecuente es la ausencia de interés por tu bienestar. «Tu pareja ya no pregunta cómo te sientes o cómo ha ido tu día. Las muestras de ternura, las palabras cariñosas y los pequeños gestos desaparecen sin explicación», explican.
También es común que cambien las prioridades y antes que a ti, elija el trabajo, los amigos o incluso la soledad. Los expertos sostienen que cuando la pareja deja de ser un refugio y se convierte en un espacio de tensión o indiferencia, se pierde algo esencial que es el tiempo compartido.
¿Qué sucede en la pareja cuando la comunicación se apaga?
Una relación sana se construye sobre el diálogo, la comprensión y el intercambio emocional. Pero cuando las conversaciones se reducen a lo cotidiano como qué comprar, qué pagar y quién hace cada tarea, se diluye la conexión profunda.
La comunicación superficial es una señal clara de que el vínculo necesita atención. «No se trata de hablar mucho, sino de poder hablar de lo que realmente importa: cómo me siento, qué necesito, cómo te percibo. Si esos temas ya no tienen lugar, la relación se convierte en mera convivencia», indican miembros de la Clínica Origen.
La psicóloga Alicia González plantea una pregunta clave: «Si mi pareja es la única persona que puedo escoger activamente en mi vida, ¿por qué voy a seguir con alguien a quien tengo que insistirle para que me quiera?».
¿Qué hacer cuando sientes que tu relación está rota?
La aceptación de que una relación atraviesa una crisis no implica necesariamente que haya terminado. Desde la Clínica Origen subrayan que antes de tomar decisiones drásticas es importante reflexionar si aún existe voluntad mutua de reconstruir el vínculo.
«Si todavía hay amor, respeto y compromiso, hay esperanza», mencionan. Pero si solo hay reproches, indiferencia o desgaste, tal vez sea el momento de aceptar que la relación cumplió su ciclo.
La importancia de la comunicación efectiva: volver a escucharse
La comunicación es el punto de partida para cualquier intento de reconstrucción. Hablar con sinceridad, expresar emociones sin atacar y escuchar sin defensas puede transformar el tono de la relación.
«No se trata de ganar discusiones, sino de recuperar el entendimiento. Escuchar con empatía y dejar espacio a la vulnerabilidad abre la posibilidad de reconectar», afirman.
Reconocer errores y asumir responsabilidad
Todas las relaciones de pareja presentan dificultades y obstáculos. En este sentido, reconocer las heridas, los errores propios y el daño causado es el primer paso para sanar. Por lo tanto, la responsabilidad compartida no significa culpa, sino ser conscientes de que ambas personas son responsables del desgaste que se siente. Según Alicia González, el perdón es un acto de valentía. «Un pedido de disculpas con sinceridad y sin condiciones puede abrir la puerta a una nueva etapa», sugiere.






