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Durante décadas, la artrosis ha sido una de las enfermedades musculoesqueléticas más perjudiciales para la vida cotidiana de millones de personas. El dolor persistente, la rigidez articular y la pérdida progresiva de movilidad han limitado actividades tan simples como caminar, trabajar o descansar adecuadamente. Esta condición crónica no solo afecta el cuerpo, sino también el bienestar emocional y social, generando dependencia y disminución de la calidad de vida. A pesar de su alta prevalencia, durante muchos años los tratamientos solo se enfocaron en aliviar síntomas, sin lograr reparar el daño estructural del cartílago articular de forma definitiva y duradera posible.
Históricamente, los tratamientos disponibles para artrosis se han centrado en aliviar el dolor, sin lograr una solución definitiva para reparar el daño del cartílago. Sin embargo, recientes investigaciones científicas han abierto una nueva puerta: la posibilidad de regenerar el cartílago en la artrosis. Un estudio de la revista Science expone uno de los descubrimientos científicos más importantes en los últimos años sobre esta enfermedad: “Descubrimos que la expresión de la 15-hidroxiprostaglandina deshidrogenasa (15-PGDH) aumenta en el cartílago articular de ratones ancianos o lesionados. La inhibición sistémica y local de la 15-PGDH con un inhibidor de moléculas pequeñas (PGDHi) condujo a la regeneración del cartílago articular y a la reducción del dolor asociado a la OA”.
Descubren cómo regenerar el cartílago para mejorar la artrosis
Esta enfermedad se produce por múltiples factores, entre ellos el envejecimiento, la sobrecarga mecánica, lesiones previas, obesidad, predisposición genética y alteraciones metabólicas.
Con el tiempo, el organismo pierde la capacidad natural de regenerar el cartílago, lo que agrava el daño. Por ello, la investigación científica ha buscado comprender los mecanismos celulares y moleculares implicados, abriendo la puerta a nuevas estrategias terapéuticas orientadas no solo a aliviar el dolor, sino también a restaurar la función articular en pacientes de distintas edades, contextos sociales y etapas evolutivas.
La regeneración del cartílago y el papel de la 15-PGDH
Uno de los avances más relevantes en la investigación sobre la artrosis es el descubrimiento del papel de la 15-hidroxiprostaglandina deshidrogenasa (15-PGDH). Un estudio de la revista ScienceDirect explica que la 15-PGDH «se define como una enzima clave que cataliza la conversión de PGE2 en compuestos biológicamente inertes, regulando así la señalización de las prostaglandinas y participando en diversos procesos fisiológicos y enfermedades». Esta enzima ha demostrado una mayor expresión en el cartílago articular afectado por la artrosis y está relacionada con procesos inflamatorios y degenerativos.
Los investigadores han observado que la modulación de la 15-PGDH podría favorecer la regeneración del cartílago, ya que su inhibición ayudaría a reducir la inflamación y a estimular los mecanismos naturales de reparación del tejido articular. “La regeneración del cartílago parece ocurrir a través de cambios en la expresión génica en condrocitos preexistentes, en lugar de la proliferación de células madre o progenitoras”, asegura el estudio de la revista Science.
Esto representa una estrategia innovadora, ya que no se limita a aliviar los síntomas, sino que apunta directamente a la causa estructural de la enfermedad. Aunque aún se encuentra en fase de estudio, este hallazgo abre nuevas posibilidades terapéuticas para el tratamiento de la artrosis en el futuro.
¿Qué es la artrosis y por qué se produce?
Según la Clínica Universidad de Navarra «La osteoartritis o artrosis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, caracterizada por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas». Cuando este cartílago se desgasta o se daña, los huesos comienzan a rozar entre sí, generando dolor, inflamación y pérdida progresiva de movilidad.
Entre las principales causas de la artrosis se encuentran:
- Envejecimiento natural del organismo
- Sobrecarga mecánica y uso excesivo de las articulaciones
- Lesiones articulares previas o traumatismos
- Obesidad y sobrepeso
- Factores genéticos
- Alteraciones metabólicas
Los síntomas de la artrosis y las señales de alerta
Reconocer los síntomas de la artrosis a tiempo es fundamental para un diagnóstico precoz. Entre los más frecuentes se encuentran:
- Dolor articular que empeora con la actividad
- Rigidez, especialmente por la mañana o tras periodos de reposo
- Inflamación y sensibilidad en la articulación
- Crujidos o chasquidos al mover la articulación
- Disminución de la movilidad
- Deformidad articular en fases avanzadas
Señales como el dolor persistente, la pérdida funcional progresiva y la inflamación recurrente deben ser motivo de consulta médica.
Otras formas de tratamiento de la artrosis
Actualmente, el abordaje de la artrosis suele ser integral y combina diferentes estrategias. Entre las principales opciones se encuentran:
Tratamientos tradicionales
- Analgésicos para el control del dolor
- Fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento
- Infiltraciones articulares con corticoides o ácido hialurónico
- Cirugía de reemplazo articular en casos avanzados
Tratamientos alternativos y complementarios
- Acupuntura
- Terapias con calor y frío
- Yoga terapéutico y pilates
- Suplementos como glucosamina y condroitina
- Técnicas de relajación y manejo del estrés
Es importante que cualquier tratamiento alternativo sea supervisado por un profesional de la salud.
