Un endocrino experto alerta a España por la cantidad de fruta que comemos al día: «Es una locura…»

La alimentación que incluye fruta es sinónimo de buena salud. Por lo general, se suelen escuchar frases como “una manzana al día mantiene alejado al médico” o que la fruta debe ser nuestra primera opción a la hora de elegir un snack. Sin embargo, aunque es un alimento natural y nutritivo, consumirla en exceso puede traer consecuencias negativas para el organismo. Nutricionistas e instituciones académicas indican que es importante revisar la cantidad y el tipo de fruta que incluimos en la dieta diaria. El objetivo es lograr una ingesta equilibrada y entender que incluso los alimentos saludables tienen un límite, y que una dieta variada significa moderación.

Según el portal especializado WebMD, las frutas son una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes. Su inclusión en una dieta equilibrada ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión o ciertos tipos de cáncer. No obstante, también destacan que una alimentación centrada casi exclusivamente en frutas, como ocurre en dietas frugívoras, puede conducir a deficiencias nutricionales importantes, como la falta de vitamina B12, calcio o ácidos grasos omega-3. Además, advierten que algunas contienen un alto índice glucémico, lo que significa que elevan rápidamente los niveles de azúcar en sangre. «El exceso de azúcar, incluso si es natural, puede ser perjudicial, sobre todo en personas con predisposición a la diabetes o resistencia a la insulina», comentan los especialistas.

Por qué no podemos comer tanta fruta al día

Los profesionales en salud y alimentación destacan que el mensaje no es dejar de comer fruta, sino consumirla con conciencia y equilibrio. La fruta sigue siendo una de las mejores alternativas naturales frente a alimentos ultra procesados.

A pesar de la calidad nutricional, no se justifica una ingesta de cantidades ilimitadas. Como cualquier otro grupo de alimentos, su impacto depende del contexto: una manzana al día es saludable; cinco plátanos al día, probablemente no lo sean.

«No hace falta comer 5 porciones de este alimento al día»

El endocrino Francisco Oscar Rosero Olarte explica en su cuenta de Instagram que todas las organizaciones médicas recomiendan cinco porciones diarias de frutas y vegetales. No obstante, al analizar este consejo con mayor precisión, comenta que la proporción ideal es de tres porciones de vegetales y solo dos de frutas.

Rosero Olarte especifica el exceso hace daño y es importante la justa proporción. Y esa proporción, según múltiples fuentes científicas, parece estar en dos porciones al día. La clave está en equilibrar: combinar estos alimentos con vegetales, proteínas y grasas saludables para asegurar una dieta verdaderamente completa.

El especialista en endocrinología asegura que no existe evidencia científica que demuestre beneficios adicionales para la salud cardiovascular al consumir más de dos porciones de fruta al día. «Un exceso podría incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades como el hígado graso», advierte.

La explicación está en su composición: contienen azúcares naturales como la fructosa, que en grandes cantidades pueden alterar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa. En este contexto, no se trata de eliminar la fruta de la dieta, sino de respetar las cantidades adecuadas para obtener sus beneficios sin comprometer la salud.

¿Cómo afecta el exceso de fruta al cuerpo?

La nutricionista Lily Nichols destaca en su web que consumir fruta en cantidades superiores a las recomendadas puede generar efectos adversos. En ese sentido, señala varios síntomas frecuentes entre quienes sobrepasan el consumo de estos alimentos: hinchazón abdominal, diarrea, dificultad para perder peso y antojos constantes de azúcar.

«La hinchazón, por ejemplo, puede estar relacionada con la mala absorción de fructosa. Cuando el intestino no logra digerir correctamente este azúcar, fermenta y genera gases», afirma.

Asimismo, aclara que la fructosa no estimula la leptina (la hormona que avisa al cuerpo que está satisfecho), sino que aumenta la grelina (hormona que provoca hambre). «Como resultado, se desencadena una sensación continua de apetito, lo que puede llevar a comer más de lo necesario», asegura Nichols.

Los riesgos ocultos del azúcar natural

Una de las grandes confusiones sobre estos alimentos radica en la palabra “natural”. Muchas personas creen que, por no tener azúcar añadido, pueden consumir toda la que deseen. Pero la fructosa también es un tipo de azúcar, y en grandes cantidades puede ser igual de perjudicial que otros tipos.

De hecho, se ha relacionado el consumo excesivo de fructosa con problemas metabólicos como el hígado graso no alcohólico y el síndrome metabólico, según el portal WebMD.

Por eso, los expertos insisten en que no es lo mismo comer una fruta entera que tomar su zumo. Cuando lo hacemos, incluso el natural y sin azúcar añadido, contiene gran parte del azúcar, pero carece de la fibra que ayuda a regular la absorción. Además, al consumirlo en forma líquida, es más fácil ingerir una cantidad excesiva sin darnos cuenta.